Trump alista visita al muro y demócratas presentan pedido de juicio político
Una visita al muro fronterizo este martes, además de indultos y acciones contra las tecnológicas, marcarán su agenda. Los demócratas iniciaron ayer formalmente el impeachment en su contra por “incitación a la insurrección”.
Expulsado de las redes sociales y abandonado por algunos miembros de su equipo después de incitar al asalto al Capitolio de Estados Unidos, el Presidente Donald Trump no tiene intención alguna de abandonar el cargo antes o aceptar responsabilidad sobre el inédito incidente del miércoles pasado. Tampoco considera que su gabinete y el vicepresidente, Mike Pence, activarán la 25ª Enmienda, que daría luz verde a un proceso de su destitución. Sin dar el brazo a torcer, Trump, junto a un círculo cada vez menor de asesores, planea una última semana desafiante en el cargo, según dijeron a la agencia Bloomberg personas familiarizadas con el tema.
Así, los colaboradores de Trump confían en que pase sus últimos días intentando defender las medidas más controvertidas de su administración, comenzando hoy con un viaje a Alamo, en Texas, para llamar la atención sobre los esfuerzos de su gobierno para combatir la inmigración ilegal y levantar un muro fronterizo, una de sus promesas emblemáticas durante su campaña de 2016. Confirmada por un portavoz de la Casa Blanca, esta visita sería su primera aparición pública desde que se dirigió a sus partidarios el miércoles, multitud que posteriormente protagonizó el violento asedio al Capitolio del país.
“El Presidente Trump viajará a Alamo, en Texas, para marcar el término de más de 640 km. de muro fronterizo, una promesa hecha, y una promesa cumplida, y los esfuerzos de su administración para reformar nuestro fallido sistema migratorio”, indicó el vocero Judd Deere.
Según datos de la agencia de Aduanas y Protección de Fronteras, desde inicios de 2017 y hasta diciembre se habían construido 681 km. del muro. Pero la mayor parte de esa longitud hace referencia a la reforma de la barrera que ya existía y muy poco a obra nueva.
La incitación a la violencia por parte del Mandatario provocó el viernes que Twitter cerrara para siempre su cuenta personal (@realDonaldTrump). Facebook aplicó una suspensión que durará por lo menos hasta que abandone la Casa Blanca. Snapchat y Twitch también han implementado represalias. Al mismo tiempo Reddit prohibió permanentemente el foro “donaldtrump”. Por su parte, Google retiró la aplicación Parler, un medio social popular entre los seguidores de Trump, de su tienda por violar su política de conducta. Apple hizo lo mismo el sábado. Pero el golpe de gracia llegó de manos de Amazon, que también informó que retirará sus servicios a través de Amazon Web Services a Parler.
Privado entonces de las redes sociales que han sido la fuerza motriz de su presidencia, Trump aprovechará esta situación para reavivar sus argumentos del sesgo anticonservador de las grandes tecnológicas del país, enmarcando esta prohibición como un ataque directo a sus partidarios.
El Presidente ha exigido durante mucho tiempo y sin éxito que el Congreso revoque la Sección 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones, que actualmente blinda legalmente a las empresas de redes sociales de responsabilizarse del contenido que sus usuarios publican en sus plataformas. Es probable que Trump amplifique ese llamado, aunque se espera que la toma de posesión de Joe Biden el 20 de enero y el control del Senado por parte de los demócratas eliminen las perspectivas de cualquier cambio en la ley por ahora. Además, el republicano ha preparado varias órdenes ejecutivas relacionadas con las grandes empresas tecnológicas, pero no está claro si se emitirá alguna, señaló Bloomberg
Asimismo, Trump estaría preparando al menos una ronda más de indultos. La semana pasada The New York Times informó que el mandatario había insinuado a sus colaboradores que tiene intenciones de autoindultarse. “Ningún Presidente estadounidense se ha otorgado a sí mismo un perdón por lo cual la legitimidad de un posible acto de autoclemencia jamás ha sido puesta a prueba en el sistema legal”, destacó el periódico.
Trump también ha considerado una variedad de perdones preventivos para su familia, entre ellos sus tres hijos mayores -Donald Trump Jr., Eric Trump e Ivanka Trump-, su yerno y asesor senior de la Casa Blanca, Jared Kushner, y para sus aliados cercanos, como Rudolph Giuliani, abogado personal del Presidente. Según el Times, estos perdones solo aplican en casos de leyes federales y no protegen de ser enjuiciado o investigado por delitos estatales. Un perdón presidencial serviría en contra de cargos que podrían ser presentados por los fiscales que investigan las finanzas de la Organización Trump en Manhattan.
El fiscal general de Washington D.C., Karl Racine, anunció que está estudiando la presentación de cargos contra Trump por “incitación a la violencia” al apoyar a los manifestantes del Capitolio.
Bajo el mismo cargo, la Cámara de Representantes abrió ayer formalmente el juicio de destitución o impeachment contra Trump. Los demócratas, que controlan la Cámara Baja, presentaron primero una resolución que pide a Mike Pence que invoque la 25ª Enmienda de la Constitución, que permite destituir a un Presidente si la mayoría del gabinete lo considera no apto para el cargo. Pero el congresista republicano Alex Mooney se opuso a aprobar la resolución por “consentimiento unánime”, por lo que se someterá a votación hoy.
Ante este bloqueo, los demócratas presentaron el artículo de acusación contra Trump por “incitación a la insurrección” en el asalto al Capitolio. En una entrevista con CNN, el presidente del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes, el demócrata Jim McGovern, predijo que la acusación se aprobará. “Esperamos que esto llegue al pleno (de la Cámara Baja) el miércoles. Y espero que se apruebe”, afirmó. El representante demócrata David Cicilline aseguró que 210 de los 435 miembros de la Cámara apoyan la iniciativa.
Pero es poco probable que el impeachment se materialice antes de la investidura de Biden. Las reglas del Senado suponen que la Cámara Alta probablemente no podría iniciar un nuevo juicio político antes del 19 de enero. Sin embargo, los demócratas, que después del 20 de enero pasarán a controlar también el Senado, podrían buscar la condena de Trump después de que deje la Casa Blanca, para evitar que pueda volver a postular un cargo.
Para que el cese de Trump se materialice es necesario que dos terceras partes del Senado -67 escaños- voten a favor. Al respecto, el sitio Vox señaló que hasta ahora ningún republicano -de los 17 necesarios- se ha comprometido a condenar al presidente en un juicio político.
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