Trump sale de su encierro tras derrota electoral para reunión sobre Covid-19
El Presidente estadounidense no se ha pronunciado sobre el repunte de la pandemia, que deja más de 242 mil fallecidos y 10,5 millones de contagios en Estados Unidos, y en los últimos días se ha propagado en cifras récord.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tenía previsto salir de su encierro tras su derrota electoral ante Joe Biden para asistir a una reunión sobre la pandemia del Covid-19, cuando sus posibilidades de revertir el resultado de los comicios parecen cada vez más remotas.
Trump, que lleva más de una semana sin hablar en público ni responder preguntas de los periodistas, tenía agendada una sesión informativa en la Casa Blanca sobre la Operación Warp Speed, por la cual el gobierno se asoció con compañías farmacéuticas para crear y distribuir una vacuna contra el nuevo coronavirus que azota al país.
El presidente no se ha pronunciado sobre el repunte de la pandemia, que deja más de 242 mil fallecidos y 10,5 millones de contagios en Estados Unidos, y en los últimos días se ha propagado en cifras récord.
Desde las elecciones del 3 de noviembre, el mandatario republicano ha insistido en que la victoria de su rival demócrata, proyectada hace seis días por los medios estadounidenses en base a resultados oficiales, se debe a un fraude masivo.
Desde la Casa Blanca, que sólo abandonó para jugar al golf el fin de semana y para asistir el miércoles a una breve ceremonia por el Día de los Veteranos en el Cementerio Nacional de Arlington, Trump ha repetido una y otra vez en Twitter que ganó la reelección, impulsando al mismo tiempo demandas judiciales para impugnar los resultados sin pruebas significativas.
“¡Elección amañada!”, tuiteó esta mañana.
Sin embargo, autoridades electorales de todo el país afirmaron en una declaración conjunta el jueves que los comicios fueron “los más seguros de la historia de Estados Unidos”, subrayando que “no hay evidencia” de votos perdidos o cambiados, ni de sistemas de votación alterados.
Además, Biden, que lidera la votación por casi 78 millones de votos y una diferencia de más de cinco millones a nivel nacional sobre Trump, aumentó su ventaja al ser declarado ganador del estado de Arizona, en el que los demócratas se impusieron por primera vez desde 1996.
Con el triunfo en Arizona, Biden tiene 290 votos en el Colegio Electoral contra 217 de Trump. Para conquistar la presidencia se precisan 270.
Y el horizonte sigue oscureciéndose para el mandatario republicano, luego de que el presidente electo recibiera las felicitaciones no sólo de históricos aliados estadounidenses, como el Reino Unido, Israel y Francia, sino también de China.
Impávidos, Trump y los republicanos que lo apoyan parecen vivir en una realidad paralela.
“Creemos que ganó esas elecciones”, dijo el viernes el asesor comercial de Trump, Peter Navarro.
“Estamos avanzando aquí en la Casa Blanca bajo el supuesto de que habrá un segundo mandato de Trump”, declaró a Fox Business.
Mientras, los partidarios de Trump más radicales se aprestan a manifestarse en Washington el sábado en una marcha para “parar el robo”.
Peligro creciente
Aunque Biden continúa igual con sus preparativos para asumir el cargo el 20 de enero, el tema preocupa a su equipo.
El nuevo jefe de gabinete de Biden, Ron Klain, consideró que el bloqueo del acceso de la administración entrante a las reuniones informativas confidenciales del gobierno actual representan un peligro creciente.
En declaraciones a MSNBC el jueves por la noche, Klain destacó la necesidad de estar al tanto de los planes de vacunación contra el covid-19 entre “febrero y marzo”, cuando Biden ya estará en la Oficina Oval.
“Cuanto antes podamos conseguir que nuestros expertos en transición se reúnan con las personas que están planificando la campaña de vacunación, más fluida será”, aseguró.
La continua demora del gobierno de Trump en reconocer la victoria de Biden representa “un grave riesgo para la seguridad nacional”, advirtieron el jueves en una carta más de 150 exfuncionarios en la materia, incluidos algunos que trabajaron con el mandatario.
Entre los firmantes, demócratas y republicanos, se encuentran el exjefe del Pentágono Chuck Hagel, republicano, y Michael Hayden, exjefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y luego de la CIA bajo presidentes demócratas y republicanos.
El grupo instó a la directora de la Administración de Servicios Generales (GSA), Emily Murphy, a reconocer oficialmente a Biden como presidente electo.
Sin una aprobación de la GSA, el demócrata no tiene acceso a los fondos para la transición y otros recursos, incluidos los informes de inteligencia.
Aunque muchos en el partido republicano se han mostrado leales a Trump, otros creen que por el bien del país, Biden debe poder acceder a información sensible.
James Lankford, senador republicano de Oklahoma, dijo al comienzo de la semana a la radio Tulsa KRMG que le daba hasta este viernes al gobierno de Trump para hacer eso posible o intervendría “para presionarlos”.
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