Trump y Biden compiten por pocos votantes influenciables en su primer debate
Pese al turbulento último tramo definido por la pandemia, las protestas raciales y las dificultades económicas, las encuestas pintan una carrera estable.
En su primer debate televisado, el Presidente (Donald) Trump y Joe Biden competían hoy por una pequeña tajada de los votantes influenciables en medio de una pandemia global y una lucha polarizada por la vacante en la Corte Suprema.
El exvicepresidente tiene como fin expandir su grupo de partidarios entre los independientes, las personas mayores y quienes viven en las áreas suburbanas, que son justamente partes del electorado que los sondeos muestran que el mandatario ha ido perdiendo terreno desde 2016. Trump está buscando remecer la carrera y movilizar a los conservadores con la nominación de la jueza Amy Coney Barrett para que reemplace el puesto dejado por la fallecida jueza liberal Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema.
Pese al turbulento último tramo de la campaña definido por la pandemia, las protestas raciales y las dificultades económicas, las encuestas pintan una carrera estable, en la que Biden mantiene un liderazgo sobre el Presidente.
La más reciente encuesta de The Wall Street Journal/NBC News reveló que el nominado demócrata lidera por ocho puntos porcentuales y que esa ventaja no ha cambiado desde agosto. Solo 11% de los encuestados sugiere que su voto no está definido, lo que significa que no respaldan ni a Trump ni a Biden o que dicen que hay una “pequeña” posibilidad de que voten por uno de ellos.
Más del 70% dijo que el debate no les importa mucho.
La campaña ha girado en gran medida en torno a una docena de los estados disputados, la mayoría de los cuales Trump ganó en 2016. El equipo del Presidente se ha puesto nervioso por los estados de los Grandes Lagos que él ganó hace cuatro años, particularmente Michigan y Wisconsin, lo que los presiona para que controlen en la recta final a Pennsylvania Arizona y Florida, con sus 29 votos electorales.
Luego del debate en Cleveland, Biden hará campaña por tren mañana en el este de Ohio y el oeste de Pennsylvania, en un intento de poner presión al Presidente en dos estados que él ganó en 2016.
Trump viajará mañana a Duluth, Minnesota, un estado que perdió por unos pocos votos en 2016 y es uno de los blancos más prominentes en esta carrera. También hará campaña el viernes en Florida central.
El debate de hoy ofrece tanto a Trump como Biden una de las mayores audiencias de toda la campaña presidencial, que ha sufrido un cambio drástico por la pandemia. El primer debate de Trump contra Hillary Clinton en 2016 tuvo una audiencia de más de 84 millones de personas, convirtiéndolo en el más visto, según la información de Nielson.
El exgobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walker, dijo que los debates cobran una importancia adicional para Trump este año, dado que la pandemia ha limitado las campañas.
“Normalmente en estados disputados como Wisconsin, o también Michigan o Pennsylvania, tienes mucha atención como votante”, dijo. “Pero debido a que no ha habido tanto de eso, esta es realmente la primera comparación real de toda la campaña”.
El primer debate, organizado conjuntamente por la Case Western Reserve University y la Cleveland Clinic con una audiencia pequeña y socialmente distanciada, será seguido por un debate el 15 de octubre en Miami. El tercer debate está programado para el 22 de octubre en Nashville, Tennessee, menos de dos semanas antes de las elecciones.
Trump ha evitado muchos de los preparativos de debates tradicionales, pero se espera que resalte lo que ha hecho y sacudir a Biden. Ha advertido a la nación que su oponente sería superado por elementos liberales dentro de su partido e impondría aumentos de impuestos paralizantes.
El exvicepresidente se estaba preparando para cuestionar el manejo del coronavirus por parte del Presidente y tranquilizar a los votantes sobre su propia capacidad para sacar a la nación de la pandemia. También acusó a Trump de avivar las divisiones raciales con su respuesta a las protestas en todo el país provocadas por los disparos de la policía contra estadounidenses negros.
Trump ha tenido que enfrentar un nuevo escrutinio sobre sus asuntos financieros y comerciales personales, luego de un informe en el diario The New York Times de que pagó US$ 750 al año en impuestos federales sobre la renta tanto en 2016 como en 2017, y ningún impuesto sobre la renta en 10 de los 15 años anteriores. El Presidente cuestionó el informe y se negó a decir cuánto pagó en impuestos.
Trump y sus aliados se vieron reforzados por la vacante de la Corte Suprema, ya que vieron la próxima pelea para instalar al juez Barrett como un eje motivador para su base conservadora y una forma de distraer la atención de su manejo de la pandemia. El Presidente también ha estado promoviendo agresivamente la posibilidad de una vacuna contra el coronavirus antes del día de las elecciones, aunque los funcionarios de salud han sido más mesurados en sus declaraciones. El lunes, el presidente lanzó nuevos detalles de un plan para distribuir pruebas rápidas a los estados.
El Presidente también ha hecho sonar las alarmas sobre la integridad de la elección y ha argumentado, sin entregar evidencia, que los demócratas manipularán los resultados. Él se ha negado, en repetidas ocasiones, a comprometerse a una transferencia pacífica del poder si pierde en noviembre, lo que ha llevado a los republicanos del Congreso a decir que ellos asegurarán un proceso pacífico.
Los aliados de Biden dicen que la elección será un referendo sobre la administración que Trump ha hecho del país durante la pandemia y minimizaron la probabilidad de que los debates influyan a una parte significativa del electorado.
“La pandemia ha sido el único tema que Trump ha sido incapaz de hacer desaparecer”, dijo Neera Tanden, presidenta del Centro para el Progreso de Estados Unidos, un centro de estudios liberal. Ella apuntó que muchos estados habían visto un aumento en los casos de coronavirus la semana pasada.
El equipo de Biden también cree que el futuro del Obamacare, que enfrentará una prueba en la Corte Suprema después de la elección, podría ser un tema decisivo para los votantes.
“La vacancia de la Corte Suprema simplemente aceleró lo que ya era el tema central, que es el acta del cuidado de la salud. La pandemia no se va a ir, no está aflojando”, dijo el senador demócrata Chris Coons. “La pandemia convirtió a la atención médica en el tema de esta elección y también la respuesta fallida de Trump”.
Los aliados de Trump argumentaron que tienen una sólida historia económica que contar sobre el primer mandato del Presidente, con la esperanza de recordar a los votantes que ha reducido los impuestos y renegociado acuerdos comerciales. Trump ha cuestionado el historial comercial de Biden y también ha atacado al hijo del exvicepresidente, Hunter, por su papel en la junta de una compañía ucraniana de gas natural cuando Biden era vicepresidente.
Ambos bandos compiten por los votantes de la clase trabajadora, particularmente en el Medio Oeste. La presidenta del Partido Republicano, Ronna McDaniel, dijo en Fox News que Trump iba a llamarle la atención Biden por “políticas que lo han movido tan a la izquierda de la corriente principal de Estados Unidos”.
Biden ha caracterizado la carrera como una elección entre “Scranton versus Park Avenue”, un intento de presentar al Presidente como centrado en los intereses de los estadounidenses más ricos.
Los demócratas dijeron que la noticia sobre las declaraciones de impuestos de Trump destacaría una falta de equidad en el sistema económico bajo la supervisión del Presidente y dañaría su capacidad para argumentar que ha ayudado a los trabajadores.
“Esta elección se reduce a una pregunta: ¿de qué lado estás? Joe Biden está del lado de los trabajadores”, dijo el senador demócrata Sherrod Brown.
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