La invasión de Rusia a Ucrania y una crisis alimentaria mundial agravada por la guerra serán el foco de atención de los líderes mundiales cuando se reúnan en las Naciones Unidas en Nueva York esta semana, un encuentro que es poco probable que produzca algún resultado hacia el término del conflicto.

“Sería ingenuo pensar que estamos cerca de la posibilidad de un acuerdo de paz”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, antes de la reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU de 193 miembros, que comienza el martes. “Las posibilidades de un acuerdo de paz son mínimas, en este momento”.

Es probable que las divisiones geopolíticas, endurecidas por la guerra de siete meses, estén a la vista cuando Estados Unidos y sus aliados occidentales compitan con Rusia por la influencia diplomática.

La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, dijo que “otros países han expresado su preocupación de que... a medida que nos enfocamos en Ucrania, no estamos prestando atención a lo que está sucediendo en otras crisis en todo el mundo”.

“Ese no es el caso”, dijo a los periodistas, y agregó que, si bien Ucrania se presentará la próxima semana, “no será lo único con lo que estemos lidiando”.

Guterres dijo que las divisiones geopolíticas eran “las más amplias desde al menos la Guerra Fría”. Advirtió que “están paralizando la respuesta global a los dramáticos desafíos que enfrentamos”, citando la guerra, el clima, la pobreza, el hambre y la desigualdad.

Rusia y Ucrania son importantes exportadores de cereales y fertilizantes y Naciones Unidas ha culpado a la guerra de empeorar la crisis alimentaria que ya estaba alimentada por el cambio climático y la pandemia del Covid-19.

Estados Unidos será coanfitrión de una cumbre sobre seguridad alimentaria con la Unión Europea y la Unión Africana al margen de la reunión de la ONU, junto con una reunión ministerial del plan de acción global Covid-19 y una conferencia de reposición para el Fondo Mundial para la Lucha SIDA, Tuberculosis y Malaria.

“Detrás de muchas de estas reuniones habrá una gran cantidad de tensión entre los países occidentales y los representantes del sur global en particular”, dijo Richard Gowan, director de la ONU en International Crisis Group.

“Todavía hay muchos malos sentimientos sobre temas como el lanzamiento de la vacuna contra el Covid, el financiamiento climático… y ahora los precios de los alimentos. Todos estos problemas están generando grandes brechas entre los estados miembros de la ONU”, dijo Gowan.

Rusia ha estado tratando de socavar su aislamiento internacional después de que casi las tres cuartas partes de la Asamblea General votaron a favor de reprender a Moscú y exigirle que retire sus tropas dentro de una semana de su invasión del 24 de febrero a la vecina Ucrania.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, su homólogo estadounidense, Antony Blinken, y el Presidente francés, Emmanuel Macron, visitaron estados africanos en los últimos meses, compitiendo por su influencia. África se ha visto muy afectada por una hambruna que se espera que sea declarada en Somalia en los próximos meses.

Macron tiene la intención de utilizar su visita de dos días a Nueva York para presionar a los países que se han mantenido neutrales en la guerra para tratar de ponerlos del lado de Occidente, dijeron funcionarios franceses, con un enfoque en India, países del Golfo, África y algunos estados latinoamericanos.

“Lo que necesitamos es paz en Europa, un alejamiento de la confrontación entre grandes potencias y su peligro para la seguridad global, y la configuración de un orden multilateral más justo y receptivo”, dijo el embajador de Kenia ante la ONU, Martin Kimani. “Ahí es donde deben prestar atención, al igual que todos nosotros”.

El socio estratégico de Rusia, China, ha estado firmemente indeciso, criticando las sanciones occidentales contra Rusia, pero sin llegar a respaldar o ayudar en la campaña militar. En un reconocimiento sorpresa, el Presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el jueves que el líder de China, Xi Jinping, estaba preocupado por Ucrania.

Durante los últimos dos años, a los líderes se les permitió enviar declaraciones en video debido a las restricciones de la pandemia, pero este año tienen que viajar a Nueva York para hablar en la cámara de la Asamblea General. Putin y Xi están enviando a sus ministros de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, la Asamblea General acordó el viernes permitir que el Presidente de Ucrania, Volodimyr Zelensky, envíe una declaración en video pregrabada. La decisión fue adoptada con 101 votos a favor, 7 en contra y 19 abstenciones.

Se espera que esté presente el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. El jueves asistirá a una reunión ministerial del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania, junto con Blinken, Lavrov y el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi.

El Presidente de Estados Unidos es tradicionalmente el segundo líder en dirigirse a la Asamblea General, pero Joe Biden hablará este año el miércoles; su presencia se retrasó porque viaja a Londres para el funeral de la Reina Isabel el lunes.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dijo que hasta ahora Lavrov había recibido solicitudes para unas 20 reuniones con otros líderes.

Dijo a los periodistas en Moscú que Rusia abogaría por “el fortalecimiento del papel coordinador central de la ONU en los asuntos mundiales y la estricta observancia de su Carta, incluidos los principios de la igualdad soberana de los estados y la no interferencia en sus asuntos internos”.

El Presidente iraní, Ebrahim Raisi, también viaja a Nueva York. Si bien es poco probable que Teherán y Washington superen pronto un impasse para salvar un pacto nuclear de 2015, Irán utilizará la reunión para repetir su voluntad de llegar a un acuerdo sostenible.

Si bien Ucrania dominará el evento de la ONU de una semana, la crisis climática también llamará la atención. Pero es probable que muchas otras crisis mundiales pasen a un segundo plano, como la pérdida de los derechos de las mujeres afganas desde que los talibanes llegaron al poder hace 13 meses.

El legislador afgano Naheed Farid instó a los líderes mundiales a “denominar al régimen de Afganistán como un apartheid de género”, y les dijo a los periodistas en Nueva York: “Este lenguaje fue un catalizador para el cambio en Sudáfrica y puede ser un catalizador para el cambio en Afganistán”.