Única superviviente de accidente aéreo en Cuba se mantiene estable pero en etapa crítica
El desastre aéreo provocó la muerte de 112 personas, de ellas 101 cubanos y once extranjeros: siete mexicanos -incluyendo a los seis miembros de la tripulación-, dos argentinos y dos saharauis, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
La única superviviente del accidente aéreo ocurrido el pasado 18 de mayo en La Habana, la joven cubana Mailén Díaz, mantiene hoy una estabilidad "sostenida" aunque está en una etapa crítica de su evolución con riesgo de complicaciones, según el último informe del hospital donde permanece ingresada.
Díaz Almaguer, de 19 años, presenta actualmente un buen nivel de conciencia, se comunica con el equipo médico y sus familiares y se muestra cooperativa al tratamiento, señala el parte difundido este viernes y firmado por el director del hospital universitario Calixto García de La Habana, Carlos Alberto Martínez.
En el décimo cuarto día de su evolución, la paciente mantiene una respuesta "favorable" al tratamiento, recibe apoyo psicológico para las esfera cognitiva y afectiva y su sistema cardiovascular también se mantiene estable con la asistencia de medicamentos a muy bajas dosis, precisó.
No obstante, el equipo de especialistas que atiende a Díaz Almaguer considera que por la severidad de las lesiones que sufrió a causa del accidente, así como sus consecuencias, aún se mantiene en una etapa "crítica" de su evolución y con riesgo de que se presenten complicaciones.
Según el directivo del hospital habanero, a Díaz Almaguer se le realiza la rehabilitación temprana de aquellas funciones que así lo permitan y la estrategia de tratamiento ha permitido lograr estabilidad de su sistema respiratorio, con periodos en los que respira por sí misma sin ayuda mecánica.
El vuelo DMJ-972 de Cubana de Aviación se estrelló minutos después de despegar en una zona de cultivos situada a un kilómetro del aeropuerto de La Habana, por causas que todavía se investigan.
A la catástrofe sobrevivieron inicialmente tres mujeres cubanas, pero dos fallecieron pocos días después debido a la extrema gravedad de las lesiones que sufrieron.
El aparato siniestrado, que Cubana operaba en régimen de alquiler, era un Boeing 737-200 construido en 1979 y propiedad de la aerolínea mexicana Global Air, a la que las autoridades de México han suspendido temporalmente las operaciones mientras se determinan las causas del accidente.
El desastre aéreo provocó la muerte de 112 personas, de ellas 101 cubanos y once extranjeros: siete mexicanos -incluyendo a los seis miembros de la tripulación-, dos argentinos y dos saharauis, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
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