Uruguay: en la mira de los bloques regionales

Un triunfo de Luis Lacalle Pou del centroderechista Partido Nacional marcaría un giro para los nuevos lineamientos que se están configurando en la región.

Esto porque el próximo 10 de diciembre llegan a la Casa Rosada Alberto Fernández como Presidente y Cristina Kirchner como vicepresidenta, que apuestan por una organización de América Latina mediante el Grupo de Puebla, bloque regional de centroizquierda que pretende convertirse en un contrapeso a instancias como el Grupo de Lima.

Es en este sentido, una eventual derrota del Frente Amplio en Uruguay, tras 15 años en el poder, implica un cierto revés para este grupo, según analistas, debido a que esta colectividad fue un aliado histórico del kirchnerismo, que ahora vuelve al poder.

Esta alianza de centroizquierda sufrió un revés el 10 de noviembre pasado, cuando el entonces Presidente boliviano, Evo Morales, renunció a su cargo y se asiló en México. El mandatario de ese país, Andrés Manuel López Obrador, también es un actor clave en el Grupo de Puebla.

Estas nuevas configuraciones en el mapa político de América Latina solo han acentuado el aislamiento del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien tenía en Evo Morales a su único aliado en la región. Esto porque Alberto Fernández en Argentina no sigue la misma línea que el mandatario venezolano.

"Lo que ha ocurrido en Bolivia, lo que pasaría en la segunda vuelta en Uruguay, si pierde el Frente Amplio y la llegada de la derecha, más algunas otras fuerzas en la región, podría nuevamente reconfigurar los ejes políticos y buscar un nuevo balance y darle a otros liderazgos ya existentes, como el de (Jair) Bolsonaro (en Brasil), si es que (Sebastián) Piñera logra estabilidad en Chile, (Iván) Duque en Colombia, mantener algún tipo de liderazgo que haga frente a estas nuevas fuerzas de izquierda que han ganado fuerza, como en México y en Argentina", dijo a La Tercera el analista venezolano Miguel Velarde.