Vizcarra asume un Perú partido en dos
"No va a temblarnos la mano para llevar adelante las medidas necesarias para sacar al Perú de la situación actual", señaló el nuevo Presidente de ese país.
"Ya se fue PPK, ahora se tienen que ir todos los corruptos", dice Marta, una quiosquera limeña, mientras observa cómo se alistan los preparativos afuera del Congreso para la ceremonia de toma de mando de Martín Vizcarra, quien en su calidad de vicepresidente, aterrizó en el Ejecutivo luego de la renuncia el miércoles de Pedro Pablo Kuczynski, producto de la divulgación de unas grabaciones -en video y audio- que implicaban al abogado del mandatario, a dos de sus ministros y a tres congresistas del bloque de Kenji Fujimori, en "negociaciones" de entrega de obras públicas a cambio de votos para evitar la destitución del entonces Presidente.
Tras un breve retraso (PPK no abría la puerta de su casa para ser notificado de la aceptación de su renuncia por parte del Congreso), se realizó la ceremonia de investidura. Vizcarra, que arribó al país proveniente de Canadá, donde fungía como embajador, se puso la banda presidencial en el Congreso y realizó un discurso de 14 minutos en el que prometió combatir la corrupción y "desmontar todo esquema corrupto". Ello, en medio de un ambiente de gran polarización y descontento ciudadano. "No va a temblarnos la mano para llevar adelante las medidas necesarias para sacar al Perú de la situación actual", sostuvo. Al mismo tiempo, destacó la estabilidad institucional y la necesidad de recuperar la gobernabilidad en el Perú.
"Nuestro horizonte es el de un país estable con crecimiento ordenado y equitativo. Debemos avanzar rápido en este camino. Nuestro proyecto económico es conducir al Perú por la senda de la credibilidad y estabilidad", dijo en su alocución ante el Legislativo, que no contó con la presencia de Kenji Fujimori.
Vizcarra, quien el jueves cumplió 55 años y que deberá gobernar hasta el año 2021, no hizo referencia a Kuczynski durante su discurso y advirtió que realizará un cambio de todo el gabinete.
"Con su discurso ya nos ha enviado un primer mensaje. Que tal como existe una situación como la que está él, que no tiene partido, no tiene bancada, no ha sido un protagonista político importante a nivel nacional, ha tomado distancia del gobierno de Kuczynski. Ha señalado que va a conformar un gabinete nuevo, lo cual está muy bien y eso va a permitir que él tenga ciertos niveles de autonomía en relación a los partidos", dijo a La Tercera, el analista Fernando Tuesta.
De todos modos, existe la idea de que Vizcarra podría no completar su mandato, debido a que Keiko Fujimori, la principal artífice de la caída de PPK, le conviene sostener al nuevo mandatario hasta que se despeje su camino a la Presidencia. Ello, porque Keiko también está implicada en el escándalo Odebrecht. La hija de Fujimori pretende postular por tercera vez al Palacio Pizarro tras sus dos fracasos electorales en 2011 y 2016. Sin embargo, como fue su partido el que divulgó los "Kenjivideos", su figura quedó muy dañada.
A su vez, al antifujimorismo le conviene generar un escenario que propicie elecciones anticipadas, ya que en este momento la imagen de Keiko está por el suelo.
Pese a la muestra de estabilidad que intentó dar Perú con el cambio de mando, en las calles aledañas al centro cívico reinaba el descontento. "Perú está lleno de corruptos y los políticos ven al país como su botín", se quejó René Albán, un trabajador del rubro hotelero.
Para Tuesta, el hastío de las personas viene desde hace mucho. "La gente está cansada, pero hace tiempo que lo está. La diferencia es que ese cansancio no se manifiesta de una manera movilizadora. No es Brasil antes de la caída de Dilma Rousseff, no es Venezuela anti Maduro, ni siquiera es el Perú anti fujimorista", explica. "Desde 2001 no hemos sabido fortalecer las instituciones democráticas, los procesos democráticos y ahora es una cosa muy coyuntural, pero es el resultado de este proceso", señaló a La Tercera, Ricardo Cuenca, director General e investigador del Instituto de Estudios Peruanos.
La jornada no estuvo exenta de controversia, porque si bien todo estaba listo para el acto, en los pasillos del Congreso se instaló la incertidumbre. Esto después que se conociera que los legisladores habían aprobado un texto preliminar en el que declararían a PPK como traidor a la patria, ante lo cual, el entonces mandatario amenazó con retirar su renuncia. Todo, muy a la peruana.
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