Caso Montes: las cartas entre una denunciante y el cardenal Ezzati
En 2012, el prelado restringió el ejercicio diaconal del premio nacional de Educación por presuntos abusos.
Cartas entre autoridades de la Iglesia Católica y denunciantes, además de declaraciones de las eventuales víctimas. Estos son algunos de los documentos que forman parte del expediente canónico, iniciado el 6 de mayo de 2010, en el caso por presuntos abusos sexuales que habría cometido el ganador del Premio Nacional de Educación, el diácono Hugo Montes Brunet, en contra de dos niños, en 1995 y 2001, cuando era rector del Colegio San Esteban de Vitacura.
"Monseñor Ricardo Ezzati: le escribo contestando la carta que usted me enviara el 31 de enero de 2013, en respuesta a las que yo le mandé, en reiteradas ocasiones anteriores, en calidad de denunciante en la investigación (...) en contra de Hugo Montes", dijo la madre de uno de los menores en una misiva al entonces arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, el 21 de enero de 2014.
La mujer escribió que "he releído innumerables veces su carta (...), pero solo encuentro palabras de buena crianza". Y agregó: "Usted plantea la posibilidad de acudir a la justicia del país. ¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Qué pasa con la justicia de la Iglesia Católica? No hay un verdadero interés en administrar justicia".
Añadió que "respecto del compromiso de reserva que me hizo firmar monseñor Óscar Muñoz, como condición para iniciar el juicio canónico, me considero completamente liberada".
El 4 de febrero de 2014, Ezzati le respondió: "Apreciada señora, tengo plena conciencia de las heridas y el dolor que han provocado en su hijo, en usted y en su familia los hechos vividos, por eso el arzobispado (...) ha aplicado las medidas que corresponden a la gravedad de la denuncia y teniendo en cuenta la edad avanzada del acusado".
Ezzati agregó que "mi sugerencia a la posibilidad de acudir a la justicia civil no quiere de ninguna manera atenuar la responsabilidad de aplicar la ley canónica".
El expediente de Montes es uno de los casi 40 casos contra religiosos por presuntos delitos sexuales, incautados en el Arzobispado de Santiago, en julio de 2018, por el entonces fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias.
En junio de 2012, el sacerdote Raúl Hasbún, quien hizo la investigación previa en contra de Montes, concluyó que no hay "fundamento suficiente para presumir la efectiva ocurrencia de un delito canónico imputable a Hugo Montes con dolo o culpa grave".
Luego, en septiembre de ese año, Ezzati ordenó enviar los antecedentes al Vaticano y le aplicó la restricción del ejercicio público del ministerio diaconal y la fijación del domicilio en la Arquidiócesis de Santiago.
En 2016 le levantó esta medida. "Contemplando el corazón misericordioso de Dios y acogiendo la invitación de la Iglesia a ser misericordiosos como el Padre, he decidido poner término a las medidas 'ad cautelum'. Podrá vivir en paz y serenidad del abrazo de la Iglesia, evitando cualquier acto que pueda dañarlo y dañarla", le escribió Ezzati a Montes, el 18 de agosto de 2016.
La causa contra Montes está en manos de la Fiscalía Centro Norte, la que también deberá investigar más hechos denunciados hoy en una querella presentada en el 4° Juzgado de Garantía de Santiago por el abogado Juan Pablo Hermosilla, quien representa a otro alumno del Colegio San Esteban. En total, la acción contiene cerca de 10 eventuales víctimas y apunta a un posible encubrimiento.
Desde el arzobispado señalaron que "se inició la investigación en 2010 y una vez terminada -en 2012- fue enviada a la Congregación para la Doctrina de la Fe y se suspendió a Montes Brunet. Aunque desde entonces no ejerce el ministerio diaconal como tampoco ningún otro oficio eclesiástico, el año 2016 el entonces arzobispo de Santiago puso término a las medidas cautelares a Montes, quien tenía 90 años de edad a la fecha".
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