Christian Alveal, director nacional de Gendarmería: “Si los reos se insegurizan por el Covid-19, esto se transformará en una crisis de seguridad”
Este jueves, en Colina I se produjo un motín con más de 60 heridos. La autoridad penitenciaria dice que en estos momentos la clave es transmitir seguridad.
En Colina I se registró este jueves la cuarta situación de alta complejidad para Gendamería desde el comienzo de la pandemia. Según el director nacional de la institución penitenciaria, Christian Alveal, un grupo de internos se enfrentó a los funcionarios cuando realizaban allanamientos a dos módulos, luego de que la noche anterior se generaran peleas entre los reos. El saldo fue 38 internos y 32 funcionarios lesionados. De ellos, siete presos y 15 gendarmes fueron trasladados a hospitales. En dos meses, lo ocurrido en el penal de Colina I también se vivió en la Cárcel de Puente Alto, con un motín y un intento de fuga de tres reos, y en Santiago 1, con otro intento de escape.
Alveal relata a La Tercera las dificultades que han tenido que enfrentar estos dos meses, con 381 presos y 243 funcionarios contagiados con coronavirus, y cómo están intentando calmar los ánimos al interior de los penales. Piensa que, sacando cuentas, el balance al manejo penitenciario en la pandemia es bueno. “En otras cárceles, en países desarrollados, con muchos más recursos que nosotros, se han fugado 300 personas y ha habido reos fallecidos, no por consecuencia del Covid, sino que por bala. Nosotros hemos tenido situaciones muy complejas que hemos administrado con profesionalismo y no tenemos ninguna vida que lamentar”, dice.
¿Qué fue lo que ocurrió en la cárcel de Colina?
Durante la madrugada, en la Torre 4A se registraron incidentes entre internos y, como es habitual, al día siguiente para evitar que existan riñas al momento del desencierro, personal de Gendarmería tiene que hacer un registro de allanamiento. Al ingresar a hacer el registro los funcionarios se encuentran con una reacción totalmente violenta. Al hacer el recorrido, que me acompañó el mismo director del INDH y el gobernador, nos mostraban las pelotas con drogas que lanzan desde el exterior y cuando se hacen estos lanzamientos de drogas, hay gente que la vende dentro de la cárcel y que la consume. Entonces, cuando Gendarmería hace esas requisas, la población penal reacciona.
Se hablaba de bandas rivales.
No, acá el enfrentamiento fue contra el personal de Gendarmería. En la noche hubo discusiones entre bandos distintos y por esa razón Gendarmería tiene que hacer esos registros de allanamientos. Lo que no es habitual es la reacción de la población penal, que no se condice con lo que tratamos de hacer diariamente. Esta cárcel no tiene casos positivos (de coronavirus), afortunadamente.
¿Ve una relación entre la pandemia y los intentos de motines?
Claramente, situaciones puntuales como la de Santiago 1, fue un intento de fuga que se trató de disfrazar con el Covid-19. Hubo un intento de fuga urdido y planificado, que por labores de inteligencia y la coordinación con las policías se permitió abortar.
¿Cuál es el diagnóstico que hace sobre cómo ha afectado el coronavirus en los penales?
Estamos enfrentando esto como se está enfrentando en cualquier parte del mundo. Tenemos dependencias para aislamientos preventivos y casos positivos. Hemos utilizado las salas de clase que están en desuso para implementar salas de aislamiento. Estamos trabajando en forma diaria en coordinación con el Ministerio de Salud y el de Justicia para darle tranquilidad a la población penal. Lo que tenemos que hacer es generar más delantales blancos dentro de las cárceles, es decir, mientras los internos vean que nos preocupamos por su salud, esto va a ser mucho más tranquilo. Si los reos se insegurizan por el Covid-19, esto se transformará en una crisis de seguridad. Lo que estamos haciendo son esfuerzos para que esto se tranquilice. Este tipo de situaciones (motines) son totalmente inconexas con la realidad, porque ellos actúan violentamente por el consumo de drogas. Esta es una crisis sanitaria, no de seguridad, nosotros queremos que se quede como una crisis sanitaria y agotar todos los recursos comprando elementos para distribuir a la población penal. Tenemos 65 cárceles donde no tenemos Covid y solo en 18 donde sí lo hay.
Se han conocido videos que muestran la precaria situación de celdas de aislamiento para personas en cuarentena. ¿Qué ocurre?
Hay una realidad que la hemos constatado por siempre. Estamos conscientes de que hay problemas de infraestructura que son estructurales, temas crónicos. Para eso la ciudadanía tiene que comprender también cuál es su rol y entender que un preso no es un gasto, sino que una inversión en la misma seguridad de ellos.
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