Currículums saludables y mayor flexibilidad: Consejo Asesor presenta recomendaciones en salud mental para la Educación Superior

Este jueves el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, acompañado de autoridades tanto de Salud como de Educación, presentó el informe de Recomendaciones y Orientaciones del Consejo Asesor en Salud Mental para la Educación Superior, instrumento que busca relevar la importancia del bienestar y la salud integral de las y los estudiantes, y también generar recomendaciones de política pública para las instituciones.

El informe fue elaborado por el Consejo Asesor en materia de Bienestar y Salud Mental en el Sistema de Educación Superior, el cual reunió a expertas y expertos en salud mental, representantes de las Instituciones de Educación Superior (CFT, IP y UES), representantes Estudiantiles (Confech, Anaes y Asemech), representantes de la Comisión Nacional de Acreditación, Comisión de Convivencia Universitaria y Salud Mental (Cruch).

Entre las recomendaciones presentes en el informe, destaca el potenciar cambios en los planes de estudio para el diseño de currículums saludables, con especial atención a la coherencia entre la carga académica de las asignaturas y la vida saludable; el instalar mecanismos que permitan mayor flexibilidad y diversificación a las mallas y planes de estudio; y evaluar la duración de las carreras a partir de un análisis de las cargas académicas, adaptándolas a los proyectos vitales de los estudiantes, a las realidades del mercado laboral y a la promoción de una educación para el bienestar; entre otros.

Al respecto, el subsecretario Orellana destacó que la salud mental “es un tema muy importante para nuestro gobierno, lo ha dicho el Presidente Gabriel Boric. Y si bien la salud mental no empieza ni acaba en la Educación Superior, sí la Educación Superior tiene que ser un lugar de felicidad y libertad en lugar de agravar problemas o de profundizarlos”.

Sobre las recomendaciones, la autoridad explicó que se expresan en cuatro líneas:

“Primero: modernización académica, mayor flexibilidad, calcular bien las cargas de trabajo a nivel académico y tener la flexibilidad suficiente para que tengamos mayor libertad, mayores metodologías experimentales, más educación que nos convoque el sentido, la alegría y que no las percibamos como agobios, siendo igual y más exigente que la que tenemos hoy”, expresó.

En segundo lugar, se encuentra un componente de promoción del bienestar y de divulgación de algunos hábitos que son claves para la salud mental.

“Por ejemplo: los cuidados del sueño. Y acá tenemos que ser todos y todas responsables, las instituciones, en políticas de promoción que eviten estos problemas”, afirmó.

Un tercer punto, continuó, es la atención focalizada, donde “tenemos que ser capaces de, a través de mecanismos de política pública y de las instituciones, adelantarnos en situaciones de malestar”.

“La ideación suicida ocurre después de muchas situaciones de malestar. Ojalá podamos llegar antes, tenemos que llegar antes para que las personas puedan tener alguna atención de carácter focalizado”, explicó Orellana.

“Y luego, por supuesto, cuando hay problemas mucho más graves, requerimos atención especializada, capacidad de derivación”, expresó por el cuarto punto.

Son estos cuatro niveles, indicó, con los que van a cubrir con distintas respuestas de política pública, “y creemos que estamos ante unas orientaciones integrales que nos permiten dar un paso adelante en esta materia tan sensible para el gobierno”.

Consultado sobre si estas recomendaciones podrían también ser aplicada en otros ámbitos, como para los internados del área de la salud y en las Fuerzas Armadas -esto, considerando lo ocurrido en Putre y por el caso de Catalina Cayazaya- Orellana expresó que esto “es para toda la educación superior”.

“Desde la reforma de la Educación Superior del año 2018, la formación de las instituciones de las Fuerzas Armadas también están dentro del sistema de educación superior. Por lo tanto, nos interesa conversar con todos los mundos”, expresó.