El desafío de trabajar por un mejor país

En la Región de Atacama se encuentra Tierra Amarilla. Ahí, la ingeniera química ambiental Estefanía Paz (28) es la encargada de realizar talleres con temáticas sobre medio ambiente, y ayudar a las personas de la localidad a postular a fondos concursables.

Estefanía nació en Arica y se tituló hace dos año en la Universidad de Tarapacá. Luego de ello, dice, su principal motivación es "trabajar con las comunidades y darles los conocimientos de mi área como un regalo".

El programa Servicio País de la Fundación Superación de la Pobreza, creado hace 23 años, se puso la meta de identificar a jóvenes profesionales, como Estefanía Paz, que quieran residir y trabajar durante un año en algunas de las comunas rurales más aisladas y pobres del país.

La fundación trabaja con 827 organizaciones a nivel nacional, entre las que se encuentran comités de viviendas y de agua potable rural, juntas de vecinos, asociaciones productivas como microempresarios, artesanos, pescadores y agricultores. A estos se suman agrupaciones de mujeres, culturales, comunidades indígenas, de adultos mayores y escolares. Y cada año llegan a diversas localidades más de 300 profesionales seleccionados entre miles de postulantes, interesados en mejorar la calidad de vida en esas zonas.

Desde su creación, el programa de la fundación ha trabajado con más de seis mil profesionales, y actualmente busca a jóvenes que quieran residir y colaborar en una comuna entre marzo de 2019 y febrero de 2020 (www.serviciopais.cl).

En Tierra Amarilla, un grupo de ocho mujeres se organizó para recuperar todo lo perdido en el aluvión que azotó a la comuna en 2015. Así, se elaboró un proyecto que fue presentado al fondo concursable de Comunidad Mujer 2015. De esta manera, se inició la iniciativa "Mujer restaura tu historia", que perdura hasta ahora y que ha permitido que las habitantes de la localidad aprendan sobre restauración de muebles, y posteriormente la confección de cortinas y tallado en madera. En ese caso, la colaboración de Servicio País se trata de la difusión de sus trabajos para que así tengan un aumento en sus ingresos.

Y en la zona austral, a 1.800 kilómetros de distancia se encuentra el Archipiélago de las Guaitecas, en Chiloé, donde Paloma Ferrer (27) es la encargada de recopilar e ingresar expedientes para que las familias del lugar postulen a subsidios para la vivienda a través de la elaboración de proyectos habitacionales.

Paloma se tituló en la Universidad Diego Portales hace dos años. Eligió dejar Santiago e irse a Las Guaitecas por "la experiencia que ofrecían". "Quise venir a un lugar poco conocido en Chile. La idea fue lograr insertarme en la comunidad", relata.

La arquitecta trabaja en conjunto con el trabajador social Ignacio Martínez, quien es originario de Osorno. El es el encargado de hacer las fichas sociales para las familias que quieran postular a distintos fondos de ayuda estatales.

Por otra parte, en la localidad también se trabaja en fomentar habilidades emprendedoras y apoyar el Plan de Turismo Municipal.

La comuna de Las Guaitecas tiene 1.843 habitantes en 690 hogares, la mayoría de ellos autoconstruidos en terrenos no regularizados. Los últimos subsidios fueron entregados en la década de los 80. Actualmente, ellos han logrado que los vecinos -finalmente- accedan a subsidios.

Algunos de los jóvenes que participan del programa Servicio País deciden cambiar su rumbo profesional y quedarse viviendo en lugares a los que fueron destinados.

Paloma es uno de esos casos. Lleva casi siete meses en la comuna austral y ya piensa en quedarse más tiempo de lo planificado, "porque me encantó el lugar. La gente es maravillosa, lo he pasado súper bien. El trabajo es enriquecedor y acá hay muchos más desafíos".

En el norte, Estefanía no tiene planes de quedarse en Tierra Amarilla. Confiesa que le gustaría volver a Arica, su tierra natal. Dice que la idea sería "intentar replicar lo que hice acá: ayudar a mi región, tratar de llevar lo aprendido este año".