En medio de cuestionamientos internos, Hassler enfrenta su primer concejo municipal tras fallida compra de Sierra Bella

Los coletazos de la fallida compra de la exclínica Sierra Bella siguen pegando fuerte en la Municipalidad de Santiago. Seis días después del lapidario informe emitido por la Contraloría General de la República (CGR), donde se objetó en duros términos el proyecto de la compra del recinto por “precio injustificado”, este miércoles la alcaldesa Irací Hassler (PC) deberá liderar un nuevo concejo municipal, ya con la promesa de la primera clínica municipal para la comuna esfumada y sin la presencia de dos de las personas que resultaron claves en el fracasado proceso de adquisición: el abogado jefe de la Unidad Jurídica, Jean Pierre Chiffelle, y el director de la Secretaría Comunal de Planificación (Secplan), Luis Mayorga.

A la alcaldesa del PC se le ha visto visiblemente afectada durante estos días, en los que le han hecho ver que tuvo más de una oportunidad para haber revertido el desenlace del proceso. O al menos para haberlo frenado antes. Su figura quedó desfavorecida tanto interna como externamente. Y eso ella lo sabe, así como en su entorno ya se comenta que el concejo municipal de este miércoles no será uno más y que la mano se viene “dura”, según señalan cercanos a la administración santiaguina.

Y como si todo eso fuera poco, este martes La Tercera PM dio cuenta de que efectivos de la Brigada Anticorrupción de la PDI llegaron hasta las dependencias de la Municipalidad de Santiago con el fin de lograr la entrega voluntaria de algunos artefactos tecnológicos de la edil y de parte de los colaboradores claves que fueron parte del intento de compra.

Los cuestionamientos, además, también han llegado desde las entrañas del municipio. A través de un comunicado emitido el pasado viernes 14 de abril, la Asociación de Trabajadores Profesionales y Técnicos de la Municipalidad de Santiago acusó, entre otras cosas, que los problemas detectados por Contraloría son parte de una “larga cadena de situaciones irregulares”.

No son, sin embargo, los únicos, toda vez que durante esa misma jornada la Asociación de Funcionarios Municipales de Santiago expresó su preocupación frente al proyecto de Sierra Bella, puesto que el informe del ente contralor “manifiesta que dicha compra está sobrevalorada, lo que hace cuestionar las tasaciones que fueron requeridas”. Eso sí, el gremio apunta a un antecedente que, hasta la fecha, no era conocido y que -según explican fuentes conocedoras- habría evitado que el municipio pagara por el servicio de los tres tasadores para el avalúo del inmueble, pues gracias a un convenio con el Servicio de Impuestos Internos (SII), esto podría haberse efectuado sin pago alguno.

Y, asimismo, los directivos que componen la Subdirección Adimnistrativa de la Dirección de Salud hicieron llegar la jornada del lunes una carta a la propia alcaldesa donde denunciaban a Beatriz Chamorro, la directora de salud municipal, por una serie de irregularidades y malos tratos.

“Nos parece reevante no quedarnos en silencio en relación a los acontecimientos que suceden hace más de un año y medio en esta dirección, y que se corroboran con los hechos que vienen acaeciendo estas últimas semanas en nuestra red de salud, en donde varios de nuestros compañeros de trabajo han sido víctimas”, dice el texto, que detalla hostigamientos, “desprestigio permanente”, gritos y portazos por parte de Chamorro y de la enfermera María Victoria Puentes.

En medio de ese ambiente convulso y desfavorable llega el concejo de este miércoles. Rosario Carvajal (Ind.), una de los tres concejales que a lo largo del proceso manifestaron reparos a la compra de la exclínica, sostiene, por ejemplo, que la entrega de los computadores vivida ayer era un “proceso indispensable” para denifir las responsabilidades de quién llevó a cabo el fallido proyecto, pues si bien el informe de Contraloría fue importante, “hay ámbitos que a ella (Irací) no le corresponde investigar”.

La concejala, además, dice que la fallida compra ha significado un “duro golpe” no solo para la administración de la alcaldesa, sino que para funcionarios y vecinos de la comuna, “al verse expuestos en esta situación tan bochornosa de falta de transparencia; además de una compra que fue frustada”.

Una opinión que su par, Juan Mena (Ind.), comparte. Es más, el concejal sigue apuntando a una posible destitución de la edil por “falta de probidad: “Es lo que corresponde. Si la alcaldesa no tuvo la voluntad de entregar su cargo, a pesar de todos los antecedentes que hay, sí vamos a tratar de hacer esta gestión. Para ello necesitamos cuatro votos y hoy tenemos certeza de tres. Vamos a ver si una concejala del sector de la alcaldesa se suma a este requerimiento vistos los antecedentes que ya todos tenemos por conocidos”, confiesa.

Eso sí, a pocas horas del primer concejo municipal luego del pronunciamiento de Contraloría, la concejala Ana María Yáñez (RD) sostiene que no ve con mayor preocupación esta instancia, pues señala que como concejales estaban a la espera del dictamen para zanjar los pasos a seguir con Sierra Bella y que ahora solo resta seguir las investigaciones y sumarios para despejar las dudas que aún persisten. “Espero que todas las partes involucradas pongan de su disposición para que esto se aclare de la mejor forma posible”, dice.

Asimismo, y dentro de las concejalas que apoyan a la edil está Camila Davagnino (RD), quien apunta a que su preocupación, más que el concejo de este miércoles, se enfoca en cómo conseguir una solución para la reposición del Cesfam Padre Orellana: “He podido conversar personalmente con muchos vecinos que llevan más de 10 años con ese proyecto, las condiciones en las que está ese espacio son sabidas y en ningún caso creo que sea conveniente en este momento persistir con el proyecto de Sierra Bella. Creo que la definición de la alcaldesa es correcta”.