Excarabinero implicado en caso Gatica suma una nueva acusación: Fiscalía pide más de cinco años de cárcel por disparar a manifestante el 2018
En esta ocasión, el exoficial de Carabineros es acusado del delito de apremios ilegítimos al disparar en el rostro de un manifestante del Día del Joven Combatiente hace cinco años. Además de eso, suma otros dos delitos, el de detención ilegal y obstrucción a la justicia, luego de que según el Ministerio Público mintieran en las circunstancias en las que se detuvo a un joven mecánico.
El pasado 16 de septiembre, la Fiscalía Metropolitana Centro Norte presentó la acusación en contra del excarabinero, Claudio Fernando Crespo Guzmán, por su presunta participación en el disparo que dejó ciego a Gustavo Gatica durante el estallido social. A poco menos de un mes de aquello, el Ministerio Público ha sumado una nueva acusación en su contra, esta vez por un delito que habría ocurrido el 2018.
La nueva acusación en contra del exteniente coronel de Carabineros, fue ingresada durante los últimos días por la Fiscalía de Alta Complejidad Centro Norte ante el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago, solicitando que se le condene a más de cinco años de cárcel por tres delitos: apremios ilegítimos, detención ilegal y obstrucción a la justicia.
Lo anterior, se une a la misma acción en contra del exfuncionario de Fuerzas Especiales, en la cual Fiscalía solicitó una pena de 12 años de cárcel por disparar al entonces estudiante Gustavo Gatica. Hechos que ocurrieron el 8 de noviembre de 2019 en las inmediaciones de la Plaza Baquedano, a días de comenzada la crisis social.
A diferencia de ese caso, la causa por la que recientemente la fiscalía ingresó la acusación, comenzó con una querella el 2018 por parte de un joven mecánico de la comuna de Huechuraba, quien acusó a los funcionarios de la 40º Comisaría de Fuerzas Especiales (FF.EE) de haberlo agredido en una manifestación del Día del Joven Combatiente el 2018.
Casi un año después de presentar esa acción judicial, el fiscal que llevaba la causa en aquel entonces decidió no perseverar debido a la falta de antecedentes. Sin embargo, y tras la presentación de una querella por parte del Instituto Nacional de derechos Humanos (INDH) y del Consejo de Defensa del Estado (CDE) la causa continuó abierta, llegando hasta esta instancia.
La escopeta Hatsan
La noche del 29 de marzo del 2018 se conmemoró, como todos los años, el Día del Joven Combatiente -por la muerte de los hermanos Vergara Toledo-. En esa ocasión, ocurrieron una serie de manifestaciones en la zona norte de la capital. Esa noche, el entonces comisario Claudio Crespo se encontraba a cargo de las labores de control del orden público en la comuna de Pedro Aguirre Cerda.
Sin embargo, cerca de la 1 de la madrugada le ordenaron a Crespo y el piquete con el que estaba, a trasladarse a la comuna de Huechuraba. Es en ese contexto que mientras movilizados en un vehículo táctico -junto a otros tres carabineros- llegaron hasta las cercanías de la Municipalidad de Huechuraba, donde se estaban produciendo las manifestaciones de esa noche.
Ante los incidentes y la llegada de Carabineros, E.P.G.A, quien se encontraba manifestándose en el lugar, se fue de la zona junto a un amigo. Mientras llegaban a la esquina de las calles República de Panamá con Camino El Bosque notaron que un “zorrillo” -vehículo lanza gases de Carabineros- estaba cruzado en la calzada, por lo que decidieron pasar corriendo por uno de los costados.
Cuando se encontraban en ese tramo, los manifestantes escucharon un disparo, el cual fue recibido por E.P.G.A. Según la Fiscalía, 11 de los 12 perdigones que contiene un cartucho de escopeta antidisturbios de Carabineros impactaron en su cara, boca y cuello de ese joven. La investigación del Ministerio Público determinó que el único oficial que en ese carro policial portaba una escopeta marca Hatsan, modelo escort, era el entonces comisario Claudio Fernando Crespo Guzmán.
El disparo, según cita la acusación del Ministerio Público a la cual tuvo acceso La Tercera, sostiene que no se ajustó a las normativas que aquel entonces regulaba el uso de este tipo de armas por parte de los funcionarios policiales. A raíz de aquello, el 13 de noviembre de 2020 se formalizó a Crespo por los delitos por los cuales ahora se le acusa.
Un parte policial falso
Además de eso, la acusación de la fiscal Ximena Chong, jefa de la Fiscalía de Alta Complejidad, sostiene que por los partes médicos, el joven resultó con lesiones graves, especialmente en su ojo izquierdo. A lo que se suma la “deformidad en el rostro, múltiples lesiones en hemicara izquierda, zona cervical izquierda, fractura de la pieza dental con presencia de elemento extraño incrustado”. Varias de estas resultan ser de carácter permanente, como el daño en el ojo de la víctima.
Otro de los delitos que le imputa la Fiscalía a Crespo es la detención ilegal y la obstrucción a la justicia. Esto, luego de que el parte policial entregado por los uniformados sostiene que el actuar de Carabineros se dio porque el joven supuestamente había realizado un forado en la Municipalidad de Huechuraba con el fin de entrar a dicho edificio. Algo que el Ministerio Público consideró falso.
Por lo mismo, la Fiscalía ha solicitado tres años de presidio en contra de Crespo por el delito de apremios ilegítimos, además de otros dos años de reclusión por el ilícito de detención ilegal y 300 días de presidio por la obstrucción a la investigación. Penas que suman más de cinco años.
Tras la presentación de la acusación, el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago fijó para el 7 de noviembre la audiencia de preparación del juicio oral. En este caso, según señala el documento, la Fiscalía cuenta con 47 testigos, 20 peritos, más de 40 documentos y 22 pruebas que demostrarían la culpabilidad de Claudio Crespo, esta vez por herir a un manifestante el 2018.
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