Iglesia Católica ante el trabajo de la Convención: “Hay signos que parecen mostrar el deseo de imponer una refundación social, política e incluso cultural que no ha sido suficientemente dialogada”
A juicio de los obispos el plebiscito de salida del 4 de septiembre es clave y en esa línea aseguraron que "valoramos que sea la propia ciudadanía la que, en definitiva, juzgue la conveniencia o no de aprobar el texto propuesto".
Los obispos de la Iglesia Católica concluyeron este viernes la 125° Asamblea Plenaria de Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile. Tras el encuentro emitieron un mensaje donde analizaron el contexto que vive el país respecto a la convivencia social y también también respecto al trabajo que realiza la Convención Constitucional en la labor de redactar una nueva Carta Fundamental, proceso que calificaron “vive momentos cruciales”.
Según el mensaje que también fue leído por el cardenal Celestino Aós, el proceso fue ampliamente aprobado por el país “porque lo ha considerado un camino institucional para superar una situación de crisis”, ya que el diagnóstico de la Iglesia es que “nuestra convivencia democrática está seriamente dañada y todos tenemos que contribuir para mejorarla, sobre todo quienes ejercen liderazgos sociales y políticos en los más diversos campos”.
A pesar de valorar el trabajo que hace el órgano redactor, los obispos advierten que “muchos tienen hoy serias dudas de que esté siendo un punto de encuentro y de acuerdo en torno a un horizonte compartido sobre el país que queremos construir”, ya que, a su juicio, “hay signos que parecen mostrar el deseo de imponer una refundación social, política e incluso cultural que no ha sido suficientemente dialogada y madurada por la sociedad”.
Es por ello que le dan gran valor al plebiscito de salida que se realizará el próximo 4 de septiembre, donde se le preguntará a la ciudadanía -en una votación obligatoria- si acepta o rechaza el texto propuesto: “Lo clave del plebiscito de salida es juzgar la pertinencia o no del texto propuesto, en orden a ofrecer un ordenamiento jurídico, político y social que nos ayude a transitar a esa sociedad más justa y fraterna que todos queremos”.
Es por ello que los religiosos aseguraron que “valoramos que sea la propia ciudadanía la que, en definitiva, juzgue la conveniencia o no de aprobar el texto propuesto, por lo que llamamos a todos a informarse, debatir con altura de miras, y optar por la opción que realmente contribuya a configurar un país más justo y en unidad”.
Además, aseguraron que una vez conociendo el borrador de la nueva Carta Magna “esperamos ofrecer una palabra orientadora, para iluminar desde el Evangelio la decisión que cada católico debe tomar en conciencia”.
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