India supera los 6,4 millones de casos
Pese al aumento de contagios, el gobierno de Narendra Modi se ha negado a imponer nuevas restricciones. El cierre de marzo provocó una contracción trimestral de 24%.
“En todos los niveles, varias autoridades están trabajando en sincronía para garantizar que el Covid-19 no se propague. No se deja piedra sin remover para garantizar que la gente esté sana”, tuiteaba en marzo el primer ministro indio, Narendra Modi.
Pese a su optimismo, casi siete meses después, las muertes causadas por el virus en India superaron las 100 mil, luego de que las autoridades reportaran 1.095 nuevos fallecidos en las últimas 24 horas.
Pese a que la tasa de fallecidos es baja para un país con cerca de 1.400 millones de habitantes y más de 6,4 millones de casos desde el inicio de la pandemia, los expertos piensan que es probable que muchas muertes no se estén contabilizando.
En menos de dos meses y medio, el país pasó de tener un millón de contagiados -a mediados de julio- a los más de seis millones que tiene actualmente.
Los pacientes recuperados de la enfermedad, en tanto, ya son 5,4 millones, lo que equivale a una tasa de recuperación cercana al 84%.
Los principales focos de contagio en zonas urbanas se encuentran en Nueva Delhi, Mumbai, Chennai y Bengaluru, donde se han registrado uno de cada siete casos confirmados y una de cada cinco muertes.
India -que ha realizado más de 76 millones de test en todo el país- ha visto la pandemia descontrolarse desde principios de agosto. Desde el 7 de agosto, cuando el país alcanzó los dos millones de casos, los positivos se han triplicado, hasta cruzar la barrera de los seis millones el 28 de septiembre.
Insistencia en la reapertura
Pese a que el panorama se ve negro, el gobierno se niega a imponer un confinamiento como el de fines de marzo, uno de los más estrictos del mundo, porque el precio de cerrar por dos meses fue demasiado alto. El producto interno bruto del país se contrajo un 24% en el segundo trimestre de 2020 -de abril a junio- en relación a 2019, el mayor repliegue trimestral en esa nación desde que se tiene registro. Además, el confinamiento dejó a más de 10 millones de trabajadores migrantes pobres sin trabajo en las ciudades.
En total, cientos de millones de indios han perdido sus empleos y la crisis ha sacudido a todos los sectores de la economía, excepto al agrícola. Los daños son tan profundos que varios estudios pronostican que India no logrará recuperar niveles como los de 2019 hasta, al menos, fines de 2023. Además, concluyen que el empleo podría no recuperarse de aquí a cinco años más.
Por eso, lejos de tomar medidas más estrictas para frenar la propagación del virus, el gobierno se ha enfocado en reabrir la economía pese a la amenaza del aumento de casos. Así, las autoridades anunciaron una nueva suavización de las restricciones a partir del 15 de octubre, que permitirán que cines y teatros funcionen al 50% de su capacidad y las piscinas solo sean accesibles para entrenamiento de deportistas. Además, los 28 estados podrán decidir sobre la reapertura de sus colegios y centros educativos de manera gradual a partir de esa fecha, y los estudiantes tendrán la opción de seguir con las clases en formato online.
Los vuelos comerciales internacionales, en tanto, estarán suspendidos hasta el 31 de octubre, pero los de evacuación seguirán desde y hacia Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá, Francia y Japón, entre otros.
La estrategia del gobierno de Modi parece apuntar a la controvertida inmunidad de rebaño. Estudios de seroprevalencia realizados por su administración señalan que un alto porcentaje de la población cuenta con anticuerpos contra el Covid-19. Este miércoles, el Consejo Indio de Investigación Médica publicó un estudio a nivel nacional -que incluyó a más de 29 mil personas en 700 localidades- que asegura que una de cada 15 personas mayores de 10 años posee anticuerpos contra el coronavirus.
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