¿Influyen las altas temperaturas en los contagios de Covid-19?

Calor
A mayor calor, el hacinamiento de personas debería disminuir.

Según expertos, los rayos UV pueden desactivar al virus y el calor facilita la actividad al aire libre, pero dificulta usar mascarilla.


El desconfinamiento ha coincido con el término del invierno y el inicio de la primavera, llevando a la mayor parte del país a retomar -con los acomodos necesarios- las actividades rutinarias. Es así como las calles se han vuelto a poblar, al igual que el comercio y los restaurantes con mesas en las veredas.

Y en ese contexto, las autoridades están promoviendo las actividades al aire libre que, cruzadas por el calor y el próximo verano, podrían ayudar a frenar, o al menos a desacelerar, los contagios por coronavirus. Pero no por sí mismos.

“El calor no inhibe al virus, que es resistente a bajas y altas temperaturas”, explica Pablo Vial, infectólogo e integrante del comité asesor del Ministerio de Salud, quien añade que, sin embargo, “lo que hace la temperatura es incidir en el comportamiento humano y en esto es fundamental”.

El experto añade que “con más altas temperaturas uno está más al aire libre, ventila más las casas y guarda más distancia. En general, las personas se alejan de las aglomeraciones y hay menos hacinamiento que en invierno”.

Carlos Pérez, infectólogo de la Clínica Universidad de los Andes y decano de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián, afirma que, a diferencia de otros virus respiratorios, no se ha demostrado ninguna relación entre la temperatura ambiental y el riesgo de adquirir el Covid-19: “Prueba de ello son los rebrotes en el Hemisferio Norte, especialmente Europa y Estados Unidos durante el verano. Por ello, las medidas de autocuidado deben ser las mismas”.

El sol, eso sí, sería un aliado para las personas. Así lo plantea el epidemiólogo de la U. de Chile Gabriel Cavada, quien explica el efecto de los rayos ultravioleta sobre el coronavirus. “Estos virus respiratorios tienen una capa de adhesión, de grasa, y cuando haces incidir rayos ultravioleta más directamente sobre ella, esta tiende a desaparecer, lo que hace inviable al virus. Y esto en nuestro país ocurre desde la primavera, lo que haría menor la carga viral ambiental”.

Vial complementa este punto con un ejemplo: “Si tienes una mesa expuesta al sol, el virus tiene menor posibilidad de sobrevivir, porque la radiación ultavioleta lo inactiva, lo deseca”. Por ello, sostiene, “los ambientes más seguros son a la intemperie”.

Michel Serri, infectólogo de la Clínica Dávila, también afirma que el comportamiento de las personas será crucial: “Las mayores temperaturas aumentan la socialización, la gente se reúne más, sale más y hace más deporte, entonces, es fundamental que mantengan los resguardos”,

El académico de Salud Pública de la Usach Claudio Castillo dice que los contagios de Covid-19 no están asociados a una estacionalidad, sino a las conductas, pues a mayor calor las personas “no necesariamente mantienen la distancia física ni el uso permanente de mascarilla, porque el calor puede generar incomodidad. Por eso es importante que estas sean transpirables, de color claro y puedan retirarlas cuando puedan mantener la distancia física de otras personas”.

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