Inmigrantes marcharon contra el abuso laboral, violencia y discriminación

Representantes afirmaron que se le han hecho llegar más de 500 cartas a la presidenta Michelle Bachelet, donde le piden prontas soluciones a las distintas problemáticas que los afectan, entre ellas, la regularización de residencia.


Cientos de inmigrantes marcharon este domingo por las calles de Santiago en señal de protesta por "el abuso laboral, la violencia y la discriminación" que dicen sufrir a diario.

"Chile solidario y no racista", "Somos trabajadores y no delincuentes", "Amnistía migratoria" y "La clase obrera no tiene fronteras", son algunas frases que se podían leer en las pancartas que muchos de los inmigrantes portaban durante la protesta pacífica.

La iniciativa arrancó cerca de la Plaza de Armas y recorrieron varias manzanas hasta llegar hasta las cercanías del Palacio de la Moneda.

El presidente de la coordinadora de inmigrantes, Rodolfo Noriega, dijo que le han hecho llegar más de 500 cartas a la presidenta Michelle Bachelet donde le piden prontas soluciones a las distintas problemáticas que los afectan como son el abuso laboral, la violencia y la discriminación que sufren algunos extranjeros.

Según datos oficiales, en Chile habitan alrededor de medio millón de inmigrantes, aunque se desconoce todavía la cantidad exacta debido a esa "cifra negra" de indocumentados que preocupa a las autoridades.

"Hoy marchamos no solo por lo que queremos personalmente, sino por el futuro de este país en donde vivimos y aportamos. Debemos luchar para que todos, chilenos y no chilenos, podamos tener un país digno, con educación, con salud, con vivienda, con lo que se merece cualquier ser humano, sin importar su color de piel, ni su raza, ni su pasaporte", añadió.

María Lourdes Cárdenas, de nacionalidad paraguaya y que ya lleva doce años en Chile, señaló que nos movilizamos "porque queremos igualdad de condiciones, pero fundamentalmente queremos que nos respeten los derechos como seres humanos".

Asimismo, los asistentes a la marcha buscan que las autoridades agilicen el proceso de regularización de residencia de más de 200 mil extranjeros que actualmente viven en Chile.

El año pasado, Amnistía Internacional (AI) lanzó la campaña "Chile sin barreras", cuyo objetivo fue pedir al Gobierno que de prioridad a la tramitación de una ley que garantice los derechos de los inmigrantes.

Además, el organismo busca sensibilizar a los parlamentarios y a la ciudadanía en general sobre las continuas vulneraciones que sufren las personas extranjeras que residen en Chile y avanzar en la plena inclusión de todos ellos.

La Ley de Extranjería y Migraciones, promulgada en 1975 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), es la más antigua de Sudamérica y entró en vigencia cuando en el país los extranjeros no superaban las 100.000 personas, cifra que se ha quintuplicado.

De acuerdo a las cifras oficiales, las principales comunidades que residen en Chile son la peruana (30 %), colombiana (13,6 %), argentina (11,9 %), boliviana (10,2 %) y ecuatoriana (6,5 %), mientras que el resto de latinoamericanos y caribeños alcanzan un 16,5 %.

Por otro lado, la creciente venida de haitianos se ha convertido en uno de los hitos de la migración hacia el Cono Sur en la región, hasta alcanzar este 2017, los 60.000 personas sólo en Chile.

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