Junio, el complejo mes que pondrá a prueba la red asistencial

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En los últimos días se han incrementado los traslados de pacientes con Covid-19 desde la RM a diversas regiones del país. Foto: Agenciauno

Expertos miran con preocupación las próximas semanas. Y Salud emprendió una nueva estrategia: traslado masivo de pacientes a Espacio Riesco para desocupar los hospitales y máquinas de oxigenoterapia que evitarían uso de ventilación mecánica.


Cincuenta y ocho, 51, 37… Así disminuyeron en los últimos tres días las camas críticas disponibles en la Región Metropolitana, en una vertiginosa cuenta regresiva que acerca al país a una crisis que ya vivieron varios países del continente y Europa: el colapso de los hospitales a causa del Covid-19.

Ayer, el Ministerio de Salud informó 3.964 nuevos contagios. Y con esto, los contagios detectados en la última semana suman 28.382, es decir, el 36% de todos los casos positivos acumulados desde marzo. Además, detalló que 5.613 personas están hospitalizadas y 1.202 de ellas en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI).

Así, tanto los números como la situación de la red asistencial dejan de manifiesto que el peak de saturación no ocurrió en mayo, como se había estimado, sino que sucederá el próximo mes. “Todos los ejercicios epidemiológicos, las fórmulas de proyección con las que yo mismo me seduje en enero se han derrumbado como castillo de naipes”, admitió ayer el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

Al respecto, el presidente del Comité Científico de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), Daniel Arellano, dice que el mes que viene “será muy difícil, porque ya estamos casi colapsados a todo nivel y las Unidades de Cuidados Intensivos están prácticamente llenas en Santiago”.

“Pensamos que ya estamos llegando al peak, que será entre la primera y segunda semana de junio. Probablemente, la semana que viene sea una de las más duras”, advierte el experto.

La proyección se basa no solo en la saturación de la red -que ayer funcionaba al 97% de su capacitad en la capital-, sino también en que este invierno será más frío que anteriores, según lo ha pronosticado la Dirección Meteorológica, y a que aumentará la contaminación. “La baja temperatura tiene una relación importante en el aumento de contagios, así se ha visto en España y en el hemisferio norte. Allá, el número de casos diarios va disminuyendo, pero en Chile estamos en el caso contrario, por lo que el riesgo va en aumento”, dice Nicolás Valdés, epidemiólogo ambiental de la U. de los Andes.

Estrategias

El complejo panorama tiene a las autoridades de Salud buscando estrategias para evitar el colapso de la red. La última de ellas fue explicada por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien anunció la compra de 400 equipos de Oxigenoterapia de Alto Flujo, que se sumarán a los 250 equipos que ya posee la red pública.

Estas máquinas trabajan con un mayor flujo de oxígeno, el que calientan y humedecen para que sea mejor tolerado por los pulmones, y se utiliza solo con nariceras, por lo que no es invasivo y permite que el paciente esté consciente. Según las autoridades, el 60% de los pacientes que las usan no requiere posteriormente ventilación mecánica.

Un recinto que ya está trabajando con estas máquinas es la Red de Salud UC Christus. Sebastián Bravo, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos Adultos, cuenta que tienen 24 dispositivos, pero que también “se pueden hacer arreglos artesanales con el calefactor y la red de oxígeno, para aumentar la dotación, porque se nos han hecho pocas. Con esta técnica evitamos que algunos pacientes en cuidados intermedios usen la ventilación mecánica”.

Pero nada de esto servirá si la gente no toma conciencia del riesgo del Covid-19, dijo Mañalich: “Estamos aumentando en 500 camas para tener siempre un excedente. Si no alcanza, pondremos 500 más. Si el virus demanda lo que nos demanda, haremos cualquier esfuerzo, pero eso requiere la contribución de todos. Si hacemos como que siempre habrá un respirador, estamos cometiendo el peor de los errores”.

En los últimos días, la autoridad sanitaria ha reforzado el aumento de camas. Por ejemplo, se sumó el Hospital Metropolitano, que tiene 46 cupos y puede llegar a 189; la ex Posta Central se convirtió en un “recinto Covid-19” y pasará de 70 a 250 camas UCI, y también se ampliará el uso de Centro Hospitalario Huechuraba (Espacio Riesco), que pasará de 100 a 800 camas, usando toda su capacidad.

En este último recinto, la idea es “vaciar” los hospitales, trasladando a los pacientes menos complejos, a objeto de generar más cupos UCI o UTI. “Hay un programa intensivo de traslados desde los hospitales”, dijo Mañalich, quien aclaró que se habilitarán 800 cupos.

Bravo admite que, de aquí a 14 días, el panorama sería crítico. Pues los más de cuatro mil contagios diarios que se registraron generarán, a su vez, altos niveles de hospitalización. Y para eso, recalca, “estamos buscando estrategias para sacar a los pacientes antes, evitar ventilaciones prolongadas, y trasladando pacientes a regiones. Esas son algunas estrategias para no dejar a pacientes sin ventilar por falta de camas”

¿Qué otras técnicas evitarían que pacientes quedaran sin el tratamiento que requieren? Una es la ventilación dual, es decir, que se conecte a dos pacientes a un mismo ventilador.

Daniel Arellano, quien también es kinesiólogo experto en rehabilitación respiratoria de la Universidad San Sebastián, cuenta que esta idea no es recomendable, pero que es una opción: “Es factible, pero no es seguro, porque hay muchas variables que no puedes controlar. Por ejemplo, no puede variar la frecuencia respiratoria de los pacientes, ni la presión positiva respiratoria, pero se podría aplicar con dos pacientes con la misma distensidad pulmonar (capacidad de inflarse)”.

Agrega que “se debería ocupar la ventilación dual como última medida, porque es la más osada. Hace un mes, yo habría dicho que había cero opción de usarla, porque pensábamos que esto no se iba a disparar tanto, pero hoy es una posibilidad”.

Otra alternativa es reforzar la hospitalización domiciliaria. El Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) tiene un proyecto en el Hospital San Juan de Dios para gestionar esta modalidad de atención en pacientes con coronavirus.

Eduardo Álvarez-Miranda, uno de los investigadores y académico de la U. de Talca, cuenta que la idea es “descargar” los hospitales de los enfermos menos graves, lo que permite que estos eviten las infecciones intrahospitalarias, se aproveche la red de cuidado familiar y se liberen camas para su reconversión a unidades críticas.

Hoy se espera que el gobierno se pronuncie respecto de la cuarentena en el Gran Santiago, medida que, extraoficialmente, se extendería al menos una semana.

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