La inquietud que existe en diócesis de Osorno por ausencia del obispo Barros
El pasado 19 de abril informó una "dificultad de salud" y nunca más retomó su rol eclesiástico en la zona. Hace pocos días, algunos feligreses lo vieron en Loncoche.
"La diócesis funciona y está en movimiento, pero falta un pastor. No sabemos qué ocurrirá". Las palabras lacónicas del sacerdote Peter Kliegel, con algo de ironía, dan cuenta de la expectante situación que se vive en la Iglesia de Osorno, ante la ausencia del obispo Juan Barros Madrid.
"¿Se va?", "¿no se va?", son frases que se repiten. Si bien la treintena de obispos de la Conferencia Episcopal (Cech) que asistió a la reunión con el Papa en el Vaticano para conocer los detalles del informe de Charles Scicluna, regresó entre el 19 y 20 de mayo pasado, de Barros no había ni hay rastro alguno. Desde la misma Cech aseguran que no existe información respecto de su paradero.
Se lo suponía en España, junto al sacerdote jesuita Germán Arana. Sin embargo, miembros de la Iglesia aseguraron a La Tercera que el prelado estuvo hace una semana en Loncoche, Región de La Araucanía, mientras se espera una decisión del Papa respecto de su futuro y el de otros prelados. En la sede obispal, de todos modos, no hay confirmación. Tampoco para los trascendidos que aseguran que se habrían sacado muebles de sus oficinas. Lo concreto es que el pasado 19 de abril, un día después de que los obispos difundieran la carta del Papa citándolos a Roma, el obispado de Osorno envió un correo electrónico informando que Barros tenía "alguna dificultad en su salud". Tras ello, no volvió a celebrar misas en la zona.
La Catedral de la zona se ha convertido en un punto de encuentro, tanto para protestas en contra del prelado, apuntado por un eventual encubrimiento de Fernando Karadima, como para quienes lo apoyan.
El alcalde de Osorno, Jaime Bertin, dijo que "la situación está muy quebrada. Estamos frente a un tremendo problema creado. Y le dije en su momento al obispo que la Iglesia es la encargada de encontrar la solución".
Bertin añadió, respecto de la figura de Barros, que "no se ha notado el hecho de que no esté, porque nunca estuvo muy presente en los actos públicos. La Catedral ya se sentía muy sola. Poca gente concurría y no existe ese ambiente de unificación de fuerzas, ni de cariño".
Desde la Asamblea de Laicos y Laicas de Osorno, su vocero, Juan Carlos Claret, señaló que "es una lástima que justo cuando se está exigiendo una cultura de más transparencia, sigamos con la lógica del secretismo y de no saber dónde está el obispo. Lamento que no haya sido capaz de mirar de frente a la comunidad".
Sacerdotes al Vaticano
Mientras entre los católicos de Osorno reina la incertidumbre, este jueves viaja al Vaticano el grueso del nuevo grupo de críticos de Karadima que fue invitado por el Papa a la Residencia Santa Marta para escuchar su testimonio.
Se trata de nueve personas, entre sacerdotes y laicos. Ya se encuentra en Roma el presbítero Francisco Javier Astaburuaga, y este jueves toman vuelo los sacerdotes Eugenio de la Fuente, Sergio Cobo y Alejandro Vial. Las reuniones se efectuarán entre mañana y el domingo.
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