Llamados a protestas marcan la antesala de la PSU más masiva

A horas de que se rinda la Prueba de Selección Universitaria (PSU), programada para el 6 y 7 de enero, la expectación y el nerviosismo crecen entre quienes se inscribieron para dar el examen, debido a los llamados a protestas y "funas" promovidos por organizaciones escolares, como la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces).

En redes sociales circulan varias convocatorias para protestar contra la prueba, de diferentes formas, por considerarla injusta y segregadora. Por ejemplo, hay un llamado a que los jóvenes lleguen con los ojos vendados, en señal de protesta por quienes perdieron la visión por balines de Carabineros. Otro afiche pide a los escolares tomarse los locales de rendición.

Este jueves, ya hubo una primera protesta: una organización llamada "No más PSU" propuso lanzar tomates en el Demre de la U. de Chile, la institución que aplica el test. Y si bien no hubo tomates de por medio, un grupo de 20 personas efectivamente llegó al lugar a manifestarse, siendo dispersado por Carabineros.

De esta forma, la tensión marca las horas previas de la PSU, que con 297.437 inscritos será la versión más masiva de los 17 años que lleva aplicándose. Sin embargo, las autoridades optaron por llamar a la calma y no atizar la angustia de los jóvenes.

https://www.latercera.com/nacional/noticia/demre-publica-lugares-rendicion-la-psu-revisa-donde-dar-la-prueba/958881/

El vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle, dijo que no tendrán "ninguna sobrerreacción en términos de seguridad" y que el conflicto con quienes rechazan la PSU "no es entre personas, sino que son legítimas diferencias que respetamos, en el entendido de que no les estamos imponiendo a las personas (a los escolares) ninguna obligación".

Agregó que "confiamos en que hay una valoración social de la ciudadanía para que este proceso se lleve a cabo".

El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, también pidió a los escolares respetar el proceso, pero explicó que si llega a haber incidentes durante el examen, existen protocolos para abordarlos.

"Si hay problemas en un local, o en dos, o en 10, la prueba se puede repetir a los pocos días o la semana siguiente, en esos locales en específico, que pueden implicar a 500, 1.000, 1.500 o 2.000 estudiantes", destacó el rector, ya que ese número todavía es pequeño en comparación a los 297 mil inscritos.

"Todos los años hay problemas puntuales en la PSU y hay formatos alternativos para tomar la prueba a los pocos días al grupo específico de alumnos afectados", recuerda.

Este jueves por la tarde, la Aces realiza una asamblea para decidir cómo actuar en los próximos días, considerando que las autoridades no hicieron caso a su petición de posponer el test hasta encontrar un mecanismo de admisión distinto, debido a que la crisis que vivió el país podría afectar el rendimiento de sus compañeros.

Víctor Chanfreau, vocero de la organización, reafirmó el llamado a protestar y planteó que no solo quieren modificar esta versión de la PSU, sino que "a largo plazo, proponemos el fin de la prueba y que sean las comunidades educativas las que elaboren el nuevo sistema de admisión".

El presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, dijo que compartía el fondo de la protesta de los escolares, pero que estaba seguro de que esas manifestaciones "van a ser de una manera tal que no van a impedir que sus compañeros puedan realizar la prueba".