Los batallones de amor y solidaridad se toman la víspera de la Navidad
Estas iniciativas solidarias, en las que grupos de voluntarios compran toda la mercadería de vendedores ambulantes, principalmente adultos mayores, se han hecho virales en el último tiempo. Esta tendencia, que surgió en México, se ha expandido a varias ciudades de Chile.
Durante las últimas semanas, y empapadas con el espíritu navideño, las redes sociales se han inundado con videos de grupos de personas que se acercan a vendedores en las calles y, de manera simultánea, les compran toda su mercadería en solo unos minutos. Así, los comerciantes -que por lo general son adultos mayores o personas con alguna discapacidad- pueden irse a sus hogares temprano y con las metas de ventas cumplidas.
Se trata de los “batallones de amor”, una tendencia en redes sociales que consiste en campañas solidarias para ayudar a personas que lo necesitan. Si bien la idea surgió hace unos años en México, la tendencia ha llegado a ciudades de Chile como Santiago, Concepción, Arica y Rancagua. Y la lista sigue. Sobre todo en vísperas de Navidad, donde los voluntarios se unen para ayudar económicamente y entregar una sorpresa.
Gina Ortuño, Víctor Blanco y Pausides Valenzuela son parte de un grupo de amigos que comenzaron con la campaña en Santiago a inicios de noviembre. “Gina tenía un pequeño grupo de WhatsApp donde tenían esa iniciativa, pero no habían podido concretarla. Luego creamos una cuenta en TikTok y ahí empezamos a llegar con más personas en redes sociales. Hasta que fuimos un grupo de 50 que, sin tener nada en común, nos unimos con la intención de querer ayudar”, sostiene Blanco.
Hoy, la iniciativa es posible de apreciar en Instagram y TikTok bajo el nombre de “Batallón de Amor Chile”. La primera activación fue el 13 de noviembre para Erika, una vendedora que por más de 14 años se ha ubicado en la entrada de la estación Cal y Canto del Metro en Santiago, por salida Mapocho, para vender aros artesanales a $500 y pagar los gastos de su familia.
“Hicimos el llamado por redes sociales, pero con susceptibilidad de que igual no llegara nadie. Sin embargo, nos sorprendió tanto el apoyo de la gente que tuvimos alrededor de 30 personas. A raíz de eso, a la fecha la señora ha tenido mucho reconocimiento, tanto así que nos han llegado a pedir su contacto directamente para poder comprarle sus productos al por mayor”, menciona Ortuño.
Otro caso fue el que se viralizó a inicios de diciembre, cuando un grupo de voluntarios compró empanadas a una persona mayor que las vendía afuera del Parque O’Higgins. La encargada de organizar el “batallón” le pagó $100 mil por las 41 empanadas, que vendía a $1.000 cada una.
Para el grupo de amigos, la importancia de este tipo de activaciones impacta fuerte en la vida de las personas: “Sobre todo los adultos mayores. Muchos de ellos viven solos y este tipo de venta resulta ser su único ingreso. De esa forma, nos dimos cuenta de que con nuestro aporte, aun cuando es de una sola jornada, le hacemos la compra del día, la persona se va mucho más temprano, le queda dinero para comprar más mercancías”, explica Blanco.
Batallones en región
La iniciativa no solo se ha dado en la Región Metropolitana, sino que también se ha activado en regiones. Por ejemplo, en Concepción, Biobío. Allá, Fernanda Veloso, dueña de casa, comenzó con la iniciativa hace aproximadamente un mes. “A través de una cuenta que tengo en TikTok comenzamos a recibir comentarios para ayudar a vendedores en la zona. Ahí quisimos organizarnos con más personas por WhatsApp para una primera intervención”, comenta.
Finalmente, 20 personas se reunieron el pasado 5 de diciembre en la intersección de Albano Carrero con Aníbal Pinto de Concepción para comprar toda la mercadería a una señora adulto mayor que vende frutas y verduras en ese sector.
La intervención del “batallón” fue registrada en video y compartida en redes sociales, por lo que hoy Constanza junto a su pareja crearon una cuenta en Instagram bajo el nombre Batallón de Amor Concepción, que suma más de 3.500 seguidores. Y también otras intervenciones.
“La importancia radica en que el trabajo del adulto mayor está dejando de ser invisibilizado. Desde que comenzó esta actividad, he recibido numerosos mensajes en los que las personas expresan que, anteriormente, apenas notaban la presencia de estas personas vendiendo o, en muchos casos, simplemente las ignoraban”, recalca Veloso.
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