Mapa nutricional 2022: obesidad en escolares disminuyó 4,8%, pero índices de malnutrición por exceso siguen siendo alarmantes
Según el estudio de la Junaeb, la prevalencia de malnutrición por exceso sobrepasa el 50% en todos los niveles estudiados, llegando a un 65,8% en 5° básico y 53,6% en 1° básico. Los datos también arrojan que 5° básico es el curso que presenta mayor prevalencia de obesidad y obesidad severa, mientras que esta última es mayor en los cursos kínder y 1° básico, sobrepasando el 10%.
El estado nutricional “normal” entre los estudiante aumentó un 7% respecto de 2021, mientras que la obesidad total disminuyó 4,8%. Sin embargo, los índices de malnutrición por exceso siguen siendo alarmantes. Esa es la mejor fotografía que retrata los resultados del Mapa Nutricional 2022, cuyos resultados los obtiene Junaeb todos los años a través de la Encuesta de Vulnerabilidad.
El perfil nutricional nacional se obtuvo luego de que estudiantes de cinco cursos (prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y 1° medio), de 7.257 establecimientos, fueran evaluados según diferentes variables, como sexo, región, nacionalidad, etnia, calificación socioeconómica, entre otras. Y Junaeb hace hincapié en que esta medición estuvo marcada por el retorno a la presencialidad de los estudiantes, por lo que la encuesta volvió a ser aplicada por profesores y no por los apoderados como sucedió en pandemia.
Al comparar con los resultados 2021, hay una evidente disminución tanto de la malnutrición por exceso como la malnutrición por déficit. Y, por ende, un aumento de la prevalencia de niños en situación nutricional normal, la cual aumentó en siete puntos. Sin embargo, al comparar con años anteriores, se observa que los resultados son similares al año 2019, en donde sigue habiendo una mayoría de estudiantes con malnutrición por exceso.
Los resultados establecen que, en general, la prevalencia de malnutrición por exceso sobrepasa el 50% en todos los niveles estudiados, llegando a un 65,8% en 5° básico y 53,6% en 1° básico, mientras que el más bajo se produce en 1° medio (50,3%). Mientras que la obesidad severa es mayor en kínder y 1° básico, sobrepasando el 10% de prevalencia, mientras que un estado nutricional de obesidad menos severo predomina considerablemente en 5° básico, con una prevalencia mayor al 20%.
En los estudiantes de 5° básico habría que detenerse un poco, pues superan a todos los cursos evaluados con la mayor prevalencia de obesidad y obesidad severa (28,2% y 35,6%, respectivamente), posicionándose también como los peor evaluados en obesidad total con (35,6%). El estudio señala que esto podría estar asociado a los cambios físicos y emocionales de los estudiantes dada la entrada a la adolescencia.
“El mapa es un insumo que nos permite como país visibilizar la importancia que tiene el Programa de Alimentación Escolar, entregando un aporte nutricional adecuado a la etapa de cada estudiante, de forma constante. Ahora bien, los datos 2022 siguen siendo preocupantes; los estudiantes de nivel preescolar ingresan al sistema escolar con altos niveles de obesidad, lo que muestra la necesidad de trabajar de forma focalizada en la implementación de hábitos saludables desde primera infancia”, dice Camila Rubio, directora nacional de Junaeb.
En cuanto al estado nutricional por sexo, revisados los resultados de todos los cursos y separados por hombres y mujeres, prevalece el estado normal (39% y 43,8%), seguido del sobrepeso (26% y 27,7%).
Respecto de los tipos de obesidad por sexo, en niños se observa una mayor prevalencia de malnutrición por exceso que en niñas: en parvularia y 1° básico, cuatro de cada 10 niños presentan obesidad severa, mientras que en 5° básico tres de cada 10 niños exhiben obesidad. Por contrapartida, en todos los niveles se observa mayor prevalencia de niñas con sobrepeso o peso normal.
En cuanto a los resultados por nacionalidad y de acuerdo a todos los niveles, la encuesta arroja que los estudiantes chilenos presentan mayor prevalencia de malnutrición por exceso (sobrepeso 27,1%, obesidad 18,5% y obesidad severa 8,7%), mientras que los extranjeros muestran prevalencia de peso normal y bajo peso (53,5%) y 10% de malnutrición por déficit.
Cuando se analizan los riesgos de presentar obesidad y obesidad severa o retraso en talla, se tiene que los estudiantes más vulnerables, según la calificación socioeconómica del hogar, presentan un 18,9% más de riesgo de tener obesidad respecto de los menos vulnerables, mientras que bajo la misma comparación se tiene un 28,5% más de riesgo de tener retraso en talla.
El mapa también distingue entre sus resultados por regiones: a modo general, la malnutrición por exceso se concentra mayormente en el sur del país (por ejemplo, en 5° básico la Región de Aysén presenta 72,6%; Magallanes, 70,4%, y Maule, 69,2%), mientras que la malnutrición por déficit en el norte y el centro (en 1° medio, por ejemplo, la Región de Arica y Parinacota muestra 6,1%; Metropolitana, 6,0%, y Antofagasta, 5,9%).
Además, las regiones del sur presentan mayor prevalencia a obesidad coincidente con la situación nutricional de 2019 (prepandemia) y 2021 (pospandemia).
Plan Demos la Vuelta a la Manzana
A raíz de los resultados del mapa 2021, que mostraron altos índices de malnutrición por exceso, en octubre del año pasado se presentó el plan Demos la Vuelta a la Manzana, desarrollado por los ministerios de Desarrollo Social y Familia, Deporte, Salud, Trabajo y Previsión Social y Educación.
La iniciativa tendrá como propósito favorecer ambientes educativos protectores de la salud integral para detener la aceleración de la malnutrición y su estructura contempla tres ejes orientadores: programático, de coordinación regional y de comunicación.
Entre sus desafíos se contempla la definición de un plan piloto para 2023-2024, generar alianzas con el intersector y desarrollar un mayor despliegue regional .
A ocho meses de lanzado el plan, la mesa intersectorial, que entre otros integran Junaeb, la División de Educación General del Mineduc, el Injuv, Senadis y el Instituto Nacional del Deporte, realizó un encadenamiento programático y ya se observan 40 intervenciones, planes y fondos concursables del Estado que apuntan a favorecer ambientes educativos protectores de la salud integral, entre otras medidas.
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