Mirko Salfate, director nacional del Injuv: "Nuestro marco jurídico no está acorde con la realidad de los jóvenes"
La autoridad explica que, en general, la juventud es capaz de identificar cuando se presenta violencia en las relaciones de pareja, pero que no confía en los canales formales para denunciar.
Para Mirko Salfate, director del Instituto de la Juventud (Injuv), los resultados de la encuesta sobre la violencia en las relaciones de pareja entre jóvenes son un llamado de atención. Esto, según estima, se está dando porque se ha ido perdiendo el vínculo entre las instituciones del Estado y este grupo etario.
¿Cómo analiza las cifras de jóvenes que han vivido y presenciado situaciones de violencia?
Me llama mucho la atención. Estamos hablando de que un tercio de los jóvenes ha vivido una situación de violencia dentro de la pareja y dos tercios la ha presenciado, y pese a eso, el 90 por ciento de ellos cree que no vale la pena hacer una denuncia al respecto. Entonces, por un lado es un tema que todos reconocemos e identificamos de mejor manera en distintas esferas, pero que no confiamos en los canales formales para poder enfrentarlo.
¿Considera preocupantes los porcentajes de aceptación de situaciones de violencia que revela el estudio?
El 5 por ciento indicó que es aceptable gritar o golpear a la pareja. Porcentualmente son números bajos, pero no hay que bajar las alarmas porque eso significa que de un curso de 25 niños, hay uno que encuentra normal pegarle a su pareja. En el fondo eso es un foco, que proyectado en el tiempo puede ser un caso bastante complejo.
¿Considera que hoy hay más consciencia sobre la violencia en las relaciones de pareja?
Hay más consciencia de los distintos tipos de violencia que existen. En ese sentido, hay una población más alerta y, probablemente, hay muchos hombres y mujeres más empoderados en su rol para identificar esta violencia; así, pueden decir que no las aceptan. Lo complejo es que eso queda en una esfera privada, y dar el paso de poder denunciar y avanzar de manera formal es lo que hoy en día los jóvenes no están incorporando.
¿A qué se puede deber eso?
Todavía estamos fallando en cómo las víctimas reaccionan y cuáles son los canales que tienen para denunciar. Eso revela que, probablemente, nuestra institucionalidad y nuestro marco jurídico no están acordes con la realidad de nuestros jóvenes, y por eso es la importancia del proyecto de ley que se está desarrollando.
¿Por qué cree que los jóvenes no se sienten seguros tras denunciar en Carabineros?
Porque hoy día legalmente no los protegen, porque la normativa actual no considera el pololeo. Y, por otro lado, porque creo que esos canales formales, y en general la autoridad, para los jóvenes han ido perdiendo relevancia.
¿Que debe hacer el Estado para revertir esta situación?
Desde el Injuv creemos que es importante que el Estado desarrolle una capacidad de comunicarse con los jóvenes en sus medios. En ese sentido, poder desarrollar formas de comunicación digitales que participen de las esferas de las redes sociales, que son canales más propios de los jóvenes, donde ellos van a poder sentir la confianza y naturalidad para poder generar estos procesos tan difíciles de denuncia.
¿Se había realizado anteriormente un estudio similar?
Lamentablemente, nosotros realizamos dos tipos de estudio: una encuesta nacional de juventud, cada tres años, y sondeos cada dos meses. Esos sondeos son de distintos temas y no nos permite construir la serie histórica de fenómenos como este, pero lo interesante es que a partir de este sondeo se haya identificado este tema y se incorpore a la encuesta. Así ya podemos comenzar a construir ese registro.
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