No corresponde a víctima de la dictadura: osamentas halladas en el Programa de DD.HH. de Justicia son del periodo precolombino

Impacto generó a principios de octubre de 2023 el hallazgo de restos óseos en dependencias del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia. Y es que a sólo semanas de que el Presidente Gabriel Boric diera el punta pie inicial del Plan Nacional de Búsqueda, en las mencionadas oficinas se encontraron -dentro de un pote de mantequilla- piezas dentales y una mandíbula.

El hecho ocurrió a eso de las 20.00 del miércoles 4 de octubre, cuando una funcionaria que realizaba labores de aseo en el lugar, en Agustinas 1235, dio con los elementos en una oficina del área jurídica y alertó a los funcionarios. De inmediato se encendieron las alarmas y se activaron protocolos.

Se iniciaron labores del Ministerio Público, que ordenó pericias por parte de la PDI y del Servicio Médico Legal (SML), y el ministro Luis Cordero compartió los antecedentes con el ministro Coordinador Nacional de Causas sobre Violaciones a los DD.HH de la Corte Suprema, Mario Carroza, para adoptar las medidas pertinentes.

Lo anterior, porque se temía que los hallazgos correspondieran a víctimas del régimen militar.

Sin embargo, a casi seis meses de aquello, en el Ministerio de Justicia ya tienen total certeza de que los restos son anteriores a la dictadura y que, de hecho, corresponden a personas que se encontraban vivas entre los años 222 y 369 después de Cristo. O sea, datan del periodo precolombino.

Así lo establece el expediente pericial que realizó la Unidad Especial de Identificación Forense del Servicio Médico Legal -al cual tuvo acceso La Tercera-, que emitió informe con los resultados del análisis efectuado a las piezas bajo el método del Carbono 14.

Conforme a los antecedentes evidenciados por el SML, una vez que se ordenó realizar las pericias de rigor a las citadas osamentas, se enviaron dos muestras de los restos para análisis de radiocarbono al Laboratorio Beta Analytic en Miami, Estados Unidos.

Primero, el 16 de octubre, se envió un fragmento del cuerpo mandibular, y luego, dado que esta no rindió la cantidad suficiente de colágeno para su análisis, se enviaron dos piezas dentales compuestas por los molares inferiores izquierdos, remitidas con fecha 6 de diciembre de 2023.

De esta forma fue que el SML llegó a un resultado concluyente: “En base a la concentración de Carbono 14 observada para la muestra analizada, el resultado entregado por Beta Analytic indica una data de 1790 + 30 antes del presente (el presente se define para efectos de datación en el año 1950)”.

Así, agregaron que “las evidencias presentan una temporalidad histórica, representando a personas que habrían estado vivas entre 222 y 369 después de Cristo”.

Se dio por descartado, de esta forma, “el interés médico legal de los restos”. Aquello, explicitaron, por tratarse de un “monumento nacional de tipo arqueológico”.

Por lo mismo, desde el Servicio Médico Legal informaron que remitirán las osamentas en cuestión al Consejo de Monumentos Nacionales para que arbitren las medidas que correspondan conforme a la ley y reglamentos vigentes.

Por su parte, tras una serie de diligencias, el Ministerio de Justicia cerró el sumario iniciado sin poder determinar cómo llegaron los restos al lugar, aunque el caso motivó una serie de refuerzos a la seguridad del edificio. Y en el Ministerio Público, por ahora, también decidieron dar por terminadas las pesquisas.

En medio del informe donde elevaron los resultados, el SML también hizo presente que el análisis de Carbono 14 es un método de datación absoluta que se utiliza normalmente en la arqueología y que permite establecer con un rango acotado y definido de error, la época en que se encontraba con vida un organismo.

“Este análisis se basa en la estimación de la concentración de C14 que presenta un determinado tejido; isótopo de carbono que se produce normalmente en la atmósfera terrestre”, precisaron.

Detallaron, en el mismo sentido, que todos los organismos vivos están expuestos al C14, el cual es absorbido a través de la alimentación. Es así que en el caso de los seres humanos la concentración de C14 a lo largo de la vida dependerá de la concentración de C14 que contienen los alimentos que consumen, y una vez que el organismo muere, la absorción de este elemento se detiene totalmente.

Así, una vez que se identifica la cantidad de C14 en determinados restos, esto se compara con los datos conocidos respecto de la concentración ambiental del mismo y se determina el periodo de tiempo en que la persona ha vivido.