PDI investiga millonaria "estafa interna" en productora de Una Mujer Fantástica

La historia se originó al interior de las oficinas de la productora Fábula, la exitosa compañía de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín, de 41 y 39 años respectivamente, que ha estado detrás de los mayores éxitos cinematográficos que ha cosechado Chile. El último fue la obtención del Oscar a la mejor película extranjera, con el título Una mujer fantástica.

Esta trama, en particular, cuenta con una serie de elementos, entre los que se encuentran engaños, elaboración de documentos falsos y desvíos de dinero por más de $ 52 millones. La principal diferencia de este argumento con otros que se manejan al interior de Fábula, es que no se trata de ficción sino de un hecho real y que afectó el patrimonio de esta compañía. Hoy, estos hechos son parte de una investigación penal que lleva adelante la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI y la Fiscalía Oriente.

El caso comenzó a ser investigado a mediados de enero, luego de que la productora presentara una querella por falsificación y uso malicioso de instrumento público mercantil (cheques), además de estafa. Si bien está dirigida "contra todos quienes resulten responsables", los hechos relatados apuntan directamente a quienes estaban hasta hace poco en el equipo encargado de manejar los pagos de la compañía.

En total, la productora detectó que se habrían realizado traspasos irregulares de dineros en 10 oportunidades, ocho de las cuales se habrían materializado a través de cheques y dos por medio de transferencias electrónicas. Pero, ¿cómo operó esta posible estafa interna? Según ha podido reconstruir la PDI, durante 2016 los autores supuestamente giraron pagos a diversos proveedores, como Sony Music (a la que se le estaba abonando dinero por concepto de derechos fonográficos de autor) y Barril Editorial, a través de cheques abiertos. Luego, cómplices de los autores acudían a diversas sucursales bancarias para retirar el dinero.

El siguiente paso era encubrir estos gastos. Para aquello, se habrían simulado en la contabilidad pagos por honorarios de administración, lo que permitiría disimular los egresos en los libros de la productora.

Los presuntos autores fueron más allá y al menos en una oportunidad -marzo de 2016- habrían falsificado la firma de Juan de Dios Larraín en un cheque. Los dueños de la empresa se dieron cuenta porque en ese mes la víctima se encontraba fuera del país.

En septiembre del año pasado cambiaron al equipo de finanzas e iniciaron una auditoría interna para estudiar el flujo monetario de la productora. Ahí aparecieron las primeras inconsistencias, que después se transformaron en los argumentos que sustentarían la querella criminal.

El fiscal del caso, Francisco Jacir, está trabajando con el subcomisario de la Bridec Juan Godoy.

Los investigadores solicitaron a los bancos el listado de las personas que cobraron los cheques, quienes ya están identificados y serán citados a declarar en los próximos días a dependencias de la policía civil. La semana pasada, en tanto, prestó su testimonio en calidad de víctima Juan de Dios Larraín, quien ratificó los hechos que se encuentran relatados en la querella.

Godoy indicó que "efectivamente se recibió una orden de investigar y se están realizando diligencias para aclarar este hecho".

Contactado por La Tercera, Larraín señaló que se encuentra en Bogotá y que "respecto a esto, no voy a hablar".

El caso que afecta a la productora Fábula no es único en su clase. El jefe de la Bridec, subprefecto José Gutiérrez, indicó que según las proyecciones de su unidad, el año pasado cerca de 800 empresas fueron afectadas por delitos económicos perpetrados por sus trabajadores. Ante esto, insta a que las compañías cuenten con la figura de contralor interno.