Y en pleno siglo 21: detectan que casi 30 mil hogares en Chile carecen de acceso permanente a electricidad
El hallazgo surgió tras la elaboración del Mapa de Vulnerabilidad Energética en el país. La cifra equivale, por ejemplo, a la cantidad de hogares que tienen las comunas de La Reina o La Cisterna. Para cerrar esta brecha, el gobierno lanzó también la llamada "Ruta de la Luz".
Avanzado ya el siglo 21, los habitantes de 29.642 hogares en el país viven todavía en el siglo 19. Carecen de energía eléctrica, y con ella de comodidades que para la gran mayoría de los chilenos son cotidianas y se utilizan día a día, incluso sin pensar mucho en ellas, desde encender una lámpara en la noche a ver una serie en TV, lavar la ropa o cargar el teléfono móvil.
Esta carencia, que afecta a entre 92 mil y 107 mil personas, fue detectada con la elaboración de un inédito Mapa de la Vulnerabilidad Energética, desarrollado por el Ministerio de Energía con la colaboración de entidades públicas y privadas, entre ellas las relacionadas con la electrificación rural.
Al mismo tiempo, se utilizó información de las subderes, gobiernos regionales, municipios, cooperativas eléctricas y empresas distribuidoras. El apoyo técnico fue entregado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Según el mapa, la mayor cantidad de hogares sin suministro o con suministro parcial es mayor en las regiones de Los Lagos (5.069), Coquimbo (4.941), La Araucanía (3.225) y Biobío (2.901).
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Si bien la población total afectada corresponde a 0,5% de la población del país, para poner en perspectiva cuántas personas carecen de este servicio basta considerar que el número de viviendas afectadas equivale al total de los hogares de una comuna del tamaño de La Reina o La Cisterna: es como si todos los habitantes de una comuna de esas dimensiones carecieran parcial o totalmente de acceso a la electricidad.
Cierre de brecha
La ministra de Energía, Susana Jiménez, explica a La Tercera que el trabajo de recopilación de antecedentes se extendió entre julio de 2018 a marzo de 2019.
"Es un compromiso que adquirimos en el marco de la Ruta Energética, en mayo del año pasado, y que tenía 10 megacompromisos. El primero era precisamente construir un mapa de vulnerabilidad, porque la verdad es que nadie sabía cuántas personas no tienen acceso a la luz eléctrica o tienen acceso parcial", señala la autoridad.
La titular de la cartera agrega que tras el diagnóstico vendrá la adopción de estrategias para "ir cerrando esta brecha a un ritmo no menor a 2.500 hogares al año".
Para lograr este objetivo, Energía planea realizar una inversión anual de 17.500 millones. En cuatro años, la inversión total llegará a unos 70 mil millones de pesos.
"Aun cuando Chile tiene una cobertura extraordinariamente alta de electricidad, sobre 99%, todavía hay miles de familias que no cuentan con ella. Con esta iniciativa podrán 'entrar al siglo 21' con todo lo que eso significa, como poder refrigerar alimentos, tener electrodomésticos, poder conectarse y tener información, comunicación y entretención. Es un avance que le cambia la vida a la gente", resalta Jiménez.
En este plano, los últimos reportes del Banco Mundial sitúan a Chile entre el grupo de países que muestra una cobertura de prácticamente 100% en acceso a la electricidad. Esta cifra ha mostrado un alza sostenida desde 1990, cuando la cobertura llegaba a poco más de 92% según datos de la institución internacional agrupados en la base de datos SE4ALL.
"Ruta de la Luz"
Jiménez indicó que dentro de la misma línea de cerrar esta brecha eléctrica, el gobierno diseñó una iniciativa denominada "Ruta de la Luz". Ella "convoca y coordina a diversos actores de las esferas pública y privada para trabajar con sentido de urgencia, en el desafío de llegar hasta esos lugares que aún carecen de suministro eléctrico".
Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables A.G., coincide en que si bien el país tiene un alto nivel de electrificación "y se ha hecho un trabajo sistemático desde hace varios años de manera de incorporar a los chilenos al sistema eléctrico, entregándoles energía no solamente continua sino también de buena calidad", todavía "falta un grupo de personas que no tienen acceso, y que es difícil determinar dónde están".
"Por eso es muy valiosa esta iniciativa de levantar información y medir cuántos hogares están sin acceso a la electrificación", agrega.
El directivo de las empresas ligadas a las energías "verdes" recalca que la no disponibilidad de energía eléctrica "es uno de los factores importantes de la pobreza", no solo por la carencia de electrodomésticos, sino también la falta de acceso a las comunicaciones e internet. "Es un factor que también discrimina", agrega.
Autonomía eléctrica
Finat calificó la "Ruta de la Luz" como una iniciativa "imprescindible de hacer a estas alturas del desarrollo del país".
"Va a apuntar a las últimas personas que están sin acceso a la energía, lo que probablemente es un desafío porque usualmente se encuentran a distancias largas, lejos del rango de las empresas de distribución eléctrica", precisa.
Por ello, asevera, gran parte de esos hogares y familias "probablemente requerirán sistemas de generación eléctrica autónoma, como pequeñas centrales hidroeléctricas o sistemas de paneles solares, que hoy ofrecen una funcionalidad muy atractiva".
En medio de las quebradas
Autoridades locales de las regiones donde existe mayor proporción de hogares sin electricidad hacen notar el abandono que, por décadas, ha afectado a los hogares que se ubican principalmente en zonas apartadas.
"Hay muchísimos hogares sin luz eléctrica en la comuna de Lumaco", afirma a La Tercera el alcalde de esa comuna de la Región de La Araucanía, Manuel Painiqueo.
"Tenemos dos sectores que son históricos y que los hemos postulado (a programas de electrificación) y hemos ido a rebotar porque no cumplen con la rentabilidad social", añade.
Dichos sectores son los de Las Carpas y Treinta Ganchos. "Son habitantes que están en una zona de la cordillera de Nahuelbuta y viven distanciados cinco o más kilómetros entre una casa y otra. Son quebradas profundas y en áreas de difícil acceso. Cada vez que han sido licitados da como resultado que no tiene esa rentabilidad social", asevera.
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