Polémicas cenas, la frustrada compra de Lexus y chats: el complejo año de tensiones en la Suprema

29 Abril 2019 Fachada Tribunales de Justicia, Corte suprema, Corte de apelaciones, Palacio de tribunales. Foto: Andres Perez

En los últimos meses, la Corte Suprema ha sido el escenario de una serie de hechos que han levantado cuestionamientos al Poder Judicial. El más reciente tiene relación con la filtración de chats del exjuez de la Corte, Juan Antonio Poblete, en el que se conocieron tratativas para nombrar ministros del máximo tribunal.


Para el próximo miércoles está citado, en la Corte Suprema, un pleno extraordinario. Instancia del máximo tribunal en el que los ministros abordarán su polémica más reciente: la filtración de una serie de chats en los que se da cuenta de gestiones de terceros para lograr el nombramiento de diferentes cargos judiciales.

Pero si bien la publicación de estos mensajes, entre los que se encuentran conversaciones -incluso- de ministros de la Corte Suprema, es la polémica más reciente del máximo tribunal, el último año de las altas esferas del Poder Judicial ha estado marcado, precisamente, por una serie de cuestionamientos en diferentes ámbitos. En los últimos meses el máximo tribunal ha tenido, más de una vez, que salir a dar explicaciones debido a sus actuaciones, así como también la de sus integrantes.

La cita al pleno extraordinario del próximo miércoles se realizó durante el viernes luego de que se conocieran, según publicó Ciper, una serie de conversaciones del exjuez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Antonio Poblete -imputado en el Caso Topógrafo- con diferentes personeros políticos y judiciales, en los cuales realizaba gestiones para lograr apoyos en nombramientos del Poder Judicial.

Los mensajes de Hermosilla

Al ya revuelto ambiente que existía hasta la semana pasada en los pasillos de la Corte Suprema, también se sumó la publicación durante el fin de semana de Ciper, en la cual se dieron a conocer las gestiones que intentó realizar Víctor Gonzalo Migueles Oteíza, pareja de la ministra Ángela Vivanco, durante el proceso de nombramiento del nuevo fiscal nacional.

El medio de investigación periodístico informó que Migueles ofreció al fiscal regional de Aysén, y entonces candidato a fiscal nacional, Carlos Palma, el pago de un posgrado, además de un cargo en la Centro Norte, a cambio de que este se inclinara por apoyar a otro candidato. Gestión que, según él mismo señaló, no le habría gustado a Palma, quien le envió un “pantallazo” con los mensajes al abogado Luis Hermosilla para expresarle su descontento.

La conversación de Palma con Migueles quedaría expuesta, se supone, luego de que la Fiscalía requisara el teléfono de Hermosilla en el marco de la investigación de presuntos pagos de sobornos a funcionarios del Servicio de Impuestos Internos, poniendo en la palestra, una vez más al Poder Judicial. El reportaje publicado durante el fin de semana generó reacciones de la propia ministra Vivanco, quien este lunes antes del pleno aseguró que los mensajes de su pareja se debieron a un “exceso de buena fe, por una parte, que desgraciadamente no fue considerada de la misma manera por la otra”. Pero además de eso, la abogada apuntó a que “hay una situación que involucra una cierta animosidad respecto del Poder Judicial y de ese punto de vista esto lo siento mucho”.

El contenido del teléfono del abogado Hermosilla no es primera vez que genera cuestionamientos hacia el Poder Judicial. Es así como otra de las situaciones que han marcado el intenso último año de la Corte Suprema fue cuando se dio a conocer que el abogado habría realizado gestiones para que llegara hasta el máximo tribunal el ahora ministro de la Suprema, Jean Pierre Matus, además de Antonio Ulloa a la Corte de Apelaciones de Santiago. Todo el 2021.

Ante esa polémica, el ministro Matus -en conversación con La Tercera- aseguró que “lo que es cierto y absoluto es que yo no le pedí al señor Hermosilla que hiciera ninguna gestión a mi nombre con senadores ni con ninguna otra persona”.

Vivanco en el ojo del huracán

Pero el nombramiento del fiscal nacional también es algo que había marcado previamente a la Corte Suprema y que forma parte de las polémicas que han tenido como protagonistas a los ministros del máximo tribunal durante el último año.

Y es que en diciembre del 2022, en medio del proceso de nombramiento del fiscal nacional, se reveló una cena organizada por la ministra Vivanco en su propia casa. A esa comida asistieron el postulante a fiscal nacional y titular del Ministerio Público en Aysén, Carlos Palma; el entonces presidente de la Corte Suprema, Eduardo Fuentes; el ministro Haroldo Brito y la ministra María Cristina Gajardo.

Reunión privada que generó cuestionamientos en las filas del Poder Judicial debido a que se realizó en medio del proceso para nombrar a quien encabezaría el Ministerio Público.

Tiempo después la propia ministra Vivanco estaría cuestionada por distintos sectores, luego de que tras el fallo del máximo tribunal contra las isapres, en junio del año pasado, la ministra de la Tercera Sala de la Corte Suprema, y entonces vocera de la institución, dijera lo que para muchos fue una interpretación errada del fallo. “Los excedentes que las isapres tienen que devolver son a quienes demandaron”, sostuvo en una entrevista con La Tercera.

Una polémica compra

Ya llegado el 2024, en febrero específicamente, el Poder Judicial debió enfrentar otra situación que los instaló en la mira de la opinión pública. Esto, luego de que la Corporación Judicial realizara la millonaria compra de vehículos de los ministros de la Corte Suprema.

En esa ocasión, y tras la aprobación del pleno del máximo tribunal, se acordó la adquisición de 22 automóviles Lexus modelo ES300h para renovar la flota de vehículos que transporta a los ministros del tribunal y al fiscal judicial. La compra tenía un costo final por los lujosos autos híbridos de más de $ 1.253 millones para el Poder Judicial.

Tras el estallido del caso, y una serie de acusaciones cruzadas al interior del organismo, fueron los mismos ministros de la Corte Suprema los que aprobaron desistir de la compra, la cual había generado, incluso, reparos de parte del Poder Ejecutivo.

Un episodio que también marcó el último año del Poder Judicial y que concluyó con la renuncia del director de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, Ricardo Guzmán, quien dejó la dirección de dicho organismo, el cual encabezada desde el 2015.

Los chats

Pero no solo los chats con el abogado Luis Hermosilla han generado cuestionamientos hacia las altas esferas del Poder Judicial. Y es que también, durante la investigación del Caso Topógrafo, se conocieron las conversaciones entre el exjuez Juan Antonio Poblete con el exministro de Defensa, Mario Desbordes, para solicitar el apoyo a favor de la ahora ministra de la Corte Suprema, María Teresa Letelier.

En esos chats, el propio Poblete le indicó a Desbordes que Letelier era “su amiga”, por lo cual solicitó los apoyos que la entonces ministra de la Corte de Apelaciones de San Miguel requería para llegar al máximo tribunal. Algo que finalmente ocurrió.

Las conversaciones las reveló Ciper y llevó a que la misma ministra Letelier, durante el pleno del lunes pasado, abordara la situación y le señalara al resto de los ministros que ninguno de ellos había llegado hasta ese cargo “por obra del espíritu santo”, haciendo alusión al sistema de elección de los cargos del Poder Judicial. Esto último, según consignó el diario El Mercurio.

La incomodidad que se vive en el máximo tribunal ha generado una especie de “terremoto” al interior del Poder Judicial que terminará -dicen fuentes consultadas- en una modificación profunda al sistema de nombramientos. Eso es -justamente- para lo que se suspendieron los alegatos de este miércoles en un pleno extraordinario que deberá abordar, una vez más, una de las últimas polémicas que tiene al Poder Judicial en un complejo escenario.

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