Reformalización caso Factop: cuatro cupos disponibles y cero opción de ampliaciones en Capitán Yáber
Actualmente, el recinto "vip" de Avenida Pedro Montt solo tiene capacidad para albergar a 13 personas. Por ahora, desde el gobierno descartaron ampliaciones y una zona "especial" para mujeres privadas de libertad.
2024 fue un año en que distintos imputados y condenados pasaron por el Anexo Penitenciario Capitán Yáber, una pequeña unidad carcelaria que se ha caracterizado por albergar, principalmente en los últimos años, a los protagonistas de indagaciones por fraude y corrupción que han remecido al mundo empresarial y político.
Fue el recinto donde permanecieron recluidos, por ejemplo, los controladores de Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, y el otrora senador Jaime Orpis, condenado en el marco del caso Corpesca. Pero no han sido los únicos.
Las dependencias, emplazas a un costado del Centro de Justicia de Santiago, en Avenida Pedro Montt, también fueron “residencia” del hermano del expresidente Eduardo Frei, Francisco Frei, quien al interior del establecimiento alcanzó a hacer buenas migas con el exalcalde de Vitacura Raúl Torrealba. Ambos, eso sí, abandonaron el recinto en enero y febrero de 2024, respectivamente, aunque los cupos de esta cárcel no tardaron en ser utilizados nuevamente, reflotando debates sobre las instalaciones.
En abril, tras extensas jornadas de formalización, ingresaron a cumplir prisión preventiva al lugar los hermanos Daniel y Ariel Sauer -en el marco del caso Factop- y luego se sumó Rodrigo Topelberg. Dos meses más tarde, a principios de junio, fue el ingreso del ahora exalcalde de Recoleta Daniel Jadue y, en agosto, el del penalista Luis Hermosilla, formalizado en el denominado caso Audio por delitos tributarios, soborno y lavado de activos.
Y el desfile de imputados “vip” no terminó ahí. En noviembre, cuando Jadue ya había abandonado el penal, el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve -acusado por delitos de violación y abuso sexual- se sumó a la denominada “comunidad de techo” que se ha ido construyendo en las dependencias. En su caso, tras pasar unos días de reclusión en la cárcel de Rancagua. Días más tarde, también llegó el exgerente general de Primus Capital Francisco Coeymans.
Pero aunque 2024 fue un año agitado en el mencionado recinto del “barrio penitenciario” -que la segunda quincena de diciembre también registró la salida de Ariel Sauer y Rodrigo Topelberg hacia el arresto domiciliario total-, los movimientos no se detendrían este 2025. De hecho, en la antesala de la reformalización del caso Audio, donde se imputarán nuevos cargos a Hermosilla y a otros 15 imputados, Capitán Yáber vuelve a dar que hablar.
¿Nuevos inquilinos?
En la audiencia programada para este lunes 13 de enero en la sala 103 de la Torre C del Centro de Justicia comparecerá un total de 16 imputados -tras la agrupación de Audio y Factop-, que serán encausados por la Fiscalía Metropolitana Oriente por delitos de lavado de activos, estafa, delitos tributarios, administración desleal, uso malicioso de instrumento privado mercantil falso y entrega de información falsa al mercado.
Entre los sujetos estarán Álvaro y Antonio Jalaff, Cristian Menichetti, Luis Flores, Daniel Sauer, Felipe Porzio, Claudio Yáñez y Manuel Bulnes, por lo que, dado sus perfiles, rápidamente entre abogados comenzaron a surgir interrogantes respecto de qué pasaría si los persecutores lograsen se decrete prisión preventiva para la mayoría de ellos. En ese caso, Yáber simplemente no daría abasto.
Actualmente, de acuerdo con fuentes penitenciarias consultadas por La Tercera, hay cuatro plazas disponibles en la unidad. Esto, porque la capacidad total se redujo de 16 a 13 debido a reparaciones que están en curso y hay nueve de las camas que ya están asignadas.
De esta forma, y aunque hasta ahora solo ha trascendido que la Fiscalía pediría prisión preventiva para Álvaro Jalaff, no todos podrían hacer ingreso a este anexo. Además, hay una pregunta clave que se debe responder: ¿Es conveniente que todos estos imputados estén bajo el mismo techo?
Como sea, si más de cuatro quedan con dicha medida cautelar y piden traslado a las citadas dependencias, Gendarmería tendría que hacer un análisis de cada uno de ellos y de las instalaciones e informarlo al tribunal para que se adopte una determinación. Y es que, como se ha insistido las últimas semanas, hay varias cárceles que podrían albergar internos “de alta connotación”, resguardándose su seguridad.
En cualquier caso, para entendidos en la materia el asunto es bastante simple: “Quienes no puedan ingresar a Capitán Yáber se van a Santiago 1″.
El futuro de Yáber
Si bien durante los últimos meses las mencionadas instalaciones -al igual que el sistema carcelario en general- han sido altamente requeridas, en este caso, dado el aumento de imputados de alta connotación, el gobierno no tiene previsto hacer modificaciones que impliquen una ampliación de Capitán Yáber.
Así, de hecho, lo confirmó el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, al ser consultado por el asunto.
“Nuestro gobierno está preocupado por la sobrepoblación. Por lo mismo, tiene un plan de infraestructura penitenciaria que nos va a permitir aumentar en alrededor de 15 mil plazas la capacidad de nuestro sistema, pero no tenemos ningún proyecto de ampliación del Anexo Capitán Yáber vigente ni proyectado”, dijo a este medio.
Y tampoco, reafirmó el secretario de Estado, está entre las medidas priorizadas del Ejecutivo avanzar en un recinto de características similares pero para mujeres, como solicitó Leonarda Villalobos, imputada junto a Hermosilla en el caso Audio.
“La prioridad que tenemos en materia de mujeres privadas de libertad son las mujeres embarazas o con hijos menores de dos años, y ahí hemos apuntado nuestros esfuerzos en materia de infraestructura penitenciaria”, sostuvo.
Las características de Yáber
Como indican desde Gendarmería a La Tercera, en la resolución 2595 del Manual de Funcionamiento de Capitán Yáber se establece que el ingreso de una persona al establecimiento puede ser por resolución judicial; por necesidades del Servicio; o a petición del interesado, siempre que no tengan anotaciones prontuariales de condenas anteriores, y previa evaluación de distintos criterios técnicos.
En todos los casos, destacan, es el tribunal correspondiente el que tiene la última palabra para decidir quiénes ingresan a este recinto.
Respecto de sus características, según recalcan desde la institución, “la unidad está diseñada para recibir a un grupo reducido de internos, con cuatro celdas, que comparten un baño. Cuenta con un patio interno, y un régimen similar al de otras unidades penales. Es un establecimiento de alta segregación, destinado a población penal masculina, cuyo principal propósito es resguardar la integridad de los privados de libertad en función de su perfil y de posibles riesgos, garantizando su seguridad interna”.
De la misma forma agregan que, aunque inicialmente se orientó a internos vinculados a delitos económicos, “han pasado personas con otros perfiles, como aquellos que han cometido delitos graves, siempre y cuando requieran un alto nivel de segregación por razones de seguridad”.
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