Tribunal dicta prisión preventiva para los tres ciudadanos venezolanos imputados por el asesinato del mayor Sánchez

El 6° Juzgado de Garantía de Santiago, alrededor de las 11.30 horas de este domingo, dio a conocer su decisión, accediendo a la solicitud del Ministerio Público de disponer la medida cautelar de prisión preventiva para los tres ciudadanos venezolanos imputados por el homicidio del mayor de Carabineros Emmanuel Sánchez.

Los sujetos identificados como Wuilberth de Jesús Olivares Peña, Josué David Ramírez Oliveros y Yolvi Miguel González Arcaya, estarán recluidos durante 180 días –plazo que dictó el tribunal para que se desarrolle la investigación– por constituir un peligro para la sociedad.

Pese a que las defensas de cada imputado alegaron distintas responsabilidades en el asesinato, por tanto, apelaban a penas cautelares diferidas, el juez acogió la solicitud realizada por la Fiscalía, y en la sentencia señaló que “la manera abrupta y desprevenida, y sin ningún temor y sin ni siquiera un previo aviso, proceden a efectuar disparos totalmente encubiertos al interior del vehículo, dan cuenta que son peligrosos para la seguridad social, los tres imputados. Así que, por ahora, se decreta de los tres imputados el ingreso en prisión preventiva por las razones ya señaladas”.

En la audiencia, el fiscal Felipe Olivari, del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) del Ministerio Público de la Región Metropolitana, presentó evidencia testimonial, dactilar, imágenes de cámaras de seguridad y pruebas balísticas para solicitar la medida cautelar contra los tres sujetos imputados como autores de un delito consumado de homicidio de funcionario de Carabineros.

El persecutor Olivari mostró un registro de audio tomado por un testigo del sector, con el que determinó que “el funcionario se identificó en tres oportunidades, dice ‘alto Carabineros’ en tres ocasiones, antes de que comiencen los disparos. El teniente lo que quería era detener a estas personas, nunca les quiso disparar, nunca les disparó antes. En su función de carabinero observó un delito flagrante y quería detenerlos para entregarlos a la autoridad”.

Una de las pruebas clave dadas a conocer por el Ministerio Público en los 90 minutos de audiencia fue el testimonio de un conductor de transporte público, quien observó toda la secuencia del crimen ocurrido en Quinta Normal la noche del miércoles 10 de abril.

Inicialmente, divisó un vehículo marca Hyundai color gris que perseguía a una motocicleta, la Fiscalía comprobó que se trataba del auto del mayor Sánchez, quien seguía el trayecto de los delincuentes al percatarse que habían cometido un asalto tras salir junto a su familia de un culto evangélico.

La motocicleta realizó un viraje y se unió un auto Chevrolet Onix de color blanco. “La moto con el tipo que le indiqué anteriormente, que había participado del robo, se ubicó al costado derecho del auto, y como había bajado mi velocidad y llevaba las ventanas cercanas a mi puesto de conductor abiertas, escuché claramente que el conductor de la motocicleta le dijo a los ocupantes del vehículo ‘ese es’, indicando al vehículo Hyundai de color gris (perteneciente al mayor Sánchez) que recién estaba llegando y se ubicó en diagonal al vehículo de color blanco”, manifestó el conductor, según el testimonio que leyó en la audiencia el fiscal.

Posterior a la advertencia del uniformado, comenzaron a lanzar piedras contra el auto del mayor y luego efectuaron los disparos que terminaron con su vida.

El fiscal indicó que el cuerpo del mártir de Carabineros fue acribillado, porque según el informe pericial de Labocar, presentaba 21 orificios balísticos, 14 de ellos son compatibles con entrada clásica de proyectil; 3 en la cabeza, 5 en el tórax, 1 en el abdomen y 5 en los miembros superiores.

En la audiencia, los fiscales sugirieron que el deceso de Julio César González Vargas, conductor del Chevrolet Onix, pudo deberse a los disparos de sus compañeros de delito, algo que tendrá que ser establecido en las pericias que desarrollan los equipos investigativos.

Continúa prófugo un quinto sujeto implicado en el crimen, identificado como Dayonis Junior Orozco Castillo, de 29 años.