30 mil viviendas del país han obtenido sello que acredita su nivel de eficiencia energética

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Minvu aspira que este sistema de certificación, hoy de carácter voluntario, sea obligatorio en el país. La calificación A, la más alta, permitiría alcanzar ahorros cercanos a un $1 millón anuales.




"Mucha gente aún no logra visualizar este aspecto, se quedan en temas más comunes como son el precio, los metros cuadrados, la ubicación y plusvalía. Sin embargo, con el encarecimiento de la energía y la imposibilidad de utilizar otras fuentes de calefacción dentro de los edificios, creemos que será un punto a futuro muy importante", dice Eduardo Poblete, director general de Vive Tu Barrio sobre la importancia que las personas le dan a la eficiencia energética a la hora de comprar una vivienda.

Esta firma inmobiliaria posee en Ñuñoa el edificio Los Avellanos, que según los registros del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), tiene una precalificación A, el nivel más alto en el sistema de Calificación Energética de Viviendas (CEV), normativa voluntaria desde 2012.

Esta calificación evalúa la eficiencia energética de las viviendas considerando su consumo de agua caliente sanitaria, iluminación y calefacción, y cuyo resultado se puede ver en una etiqueta que tiene una evaluación con letras que van de la A a la G, siendo esta última la menos eficiente, explican desde el Minvu. La letra A, permitiría generar un ahorro energético de $1.148.000 al año (ver infografía).

A la fecha, 30.557 viviendas ya cuentan con etiquetas de precalificación o calificación, de estas un 19% corresponden a viviendas privadas y 81% a residencias sociales. Del total, solo un 1,4% corresponden a viviendas A, la mayor parte, el 51,9%, se concentra en el nivel D o superior, que permite ahorros anuales de $440.000.

En regiones también existen proyectos privados con alta calificación energética, como el caso del condominio Versalles de Quilpué, Región de Valparaíso, que llegó al nivel A.

Este tipo de certificación la realizan expertos inscritos en el Minvu, donde a la fecha existen un total de 469 profesionales registrados y otros 118 están realizando el trámite para ser evaluadores.

Norma obligatoria

La calificación se aplica en Chile a viviendas construidas después del año 2007, año en que comenzaron a regir los cambios en la normativa de acondicionamiento térmico de viviendas. Si bien es voluntaria, la ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, plantea que debería ser obligatoria por la importancia que tiene para las familias conocer el comportamiento energético de su vivienda y el consumo de energía que demanda. Por esta razón, en conjunto con el Ministerio de Energía están propiciando la incorporación de este requisito en la Ley de Eficiencia Energética.

"Simultáneamente, hemos definido los estándares de la futura reglamentación térmica a nivel nacional, cuyo propósito es mejorar las condiciones de confort al interior de los hogares, reducir los episodios de contaminación atmosférica (generados principalmente por la combustión de leña) y generar ahorros en el presupuesto familiar", explica Saball, quien agrega que estos nuevos estándares ya los están incorporando a los Planes de Descontaminación Atmosférica de las zonas saturadas.

"En este sentido y por tratarse de temas vinculados, se avanza en la implementación de un sistema de acreditación por desempeño, donde la calificación energética es una herramienta más de acreditación del cumplimiento de la normativa térmica", detalla la ministra de Vivienda y Urbanismo.

¿Más costosas?

Los ahorros esperados en el sistema de calificación son estimaciones que consideran variables como los metros cuadrados de la vivienda, entre otros. Desde Vive Tu Barrio explican que en el caso de sus departamentos éstos deberían ahorrar en calefacción entre un 50% a 70% respecto de una vivienda calificada como E.

"El mercado aún es inmaduro para poder hablar de números en la boleta de luz, por cuanto es una medida de ahorro respecto de una vivienda patrón, no respecto de la vivienda en la que uno vive. Incluso es perfectamente posible que la vivienda donde uno vive tenga buena calificación energética, la idea de certificarla es tener un parámetro de comparación confiable entre unas y otras", explica Poblete.

¿Cuántos más caras pueden ser estas viviendas? El ejecutivo dice que según cifras de la industria, un 10% más. A su juicio, la calificación será como las marcas de los autos, en el futuro. "Posiblemente sea un argumento importante para la plusvalía y de valor de reventa de propiedades", afirma.

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