Advierten sobre aumento de las alergias alimentarias en niños chilenos
Hace 10 años se diagnosticaban excepcionalmente, pero hoy cada vez más menores presentan alergia a la proteína de la leche de vaca, a los huevos o al pescado.
Hace 15 ó 10 años no era extraño que los pediatras concluyeran que los fuertes dolores abdominales que aquejaban a sus pacientes -y que incluso pueden ser acompañados de vómitos y diarreas- eran causados por cólicos. Sin embargo, hoy los médicos saben que puede haber otro factor tras este tipo de molestia en los niños: alergias alimentarias que desencadenan un fuerte desequilibrio gastrointestinal.
La alergia a alimentos es una enfermedad en la que se produce una reacción de hipersensibilidad a antígenos de los alimentos, y que se presenta con síntomas que incluyen van manifestaciones en la piel, el aparato respiratorio y gastrointestinal.
Eduardo Talesnik del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la U. Católica, explica que estos cuadros son cada vez más frecuentes en menores de dos años. Según el experto, este fenómeno correspondería a "una transición epidemiológica entre un país subdesarrollado a uno desarrollado, donde se produce un incremento de las alergias alimentarias".
Al respecto, Paul Harris -jefe de la Unidad de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Departamento de Pediatría de la U. Católica- indica que estudios internacionales permiten señalar que entre el 2,5% y el 7% de los menores de 2 años presenta algún tipo de alergia alimentaria.
ALERGENOS MÁS COMUNES
El primer lugar de los alergenos más comunes en Chile lo tiene la leche de vaca, seguida por el huevo y la carne de vacuno, explica Talesnik. Tras 24 meses de vida se suman el maní, la soya, la naranja, y mariscos, trigo y pescados.
"Existe un mayor conocimiento médico y del público, y rápidamente se puede sospechar de la enfermedad y realizar diagnósticos a etapas más tempranas", aclara. Las primeras señales de una alergia alimentaria aparecen luego de que se interrumpe la lactancia materna.
Aquí predominan los síntomas digestivos, donde los más evidentes son los vómitos, compromiso nutricional y distensión abdominal. "En algunos niños se acompañan de síntomas cutáneos simultáneos como eczemas, dermatitis variadas y, ocasionalmente, cuadros respiratorios como rinitis alérgica", dice Harris.
Los métodos de diagnóstico son los exámenes de marcadores de alergia circulante que, a través de una muestra de sangre, determinan la cantidad de alergenos en el niño. Además, se hacen tests cutáneos en los que los posibles alimentos causantes de alergia se aplican en la piel de niños mayores de seis meses.
Al comprobar una alergia a la leche de vaca, se elimina de la dieta todo tipo de lácteos. Pero la leche es clave en el desarrollo de los niños, por lo que se recetan alternativas, como fórmulas hidrolizadas de la leche. Estas son de un valor más alto, por lo que los padres pueden gastar hasta $ 100 mil mensuales en leche para sus hijos.
"La gran mayoría de los niños presenta una curva progresiva de mejoría que comienza al año y medio", señala Talesnik. En los niños que desarrollan alergia a la leche de vaca se debe tener precaución al incorporar alimentos como huevo o pescado.
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