Akcakale, la puerta de entrada a Siria

Por estar a metros de la frontera con Siria, el pueblo turco de Akcakale, se ha convertido en el paso obligado de los yihadistas que buscan unirse al Estado Islámico.




Desde el pueblo turco de Akcakale, ubicado junto a la frontera con Siria, se puede ver como flamean al otro lado de las vallas, las banderas del grupo extremista Estado Islámico (EI). Es que la aldea siria Tel Abyad, al otro lado de la frontera, y que puede verse claramente a la distancia, es uno de los bastiones del EI.

Se cree que por este paso fronterizo o por uno similar, habrían cruzado hacia Siria las tres adolescentes británicas que escaparon de sus casas a mediados de febrero para unirse al Estado Islámico.

Durante cuatro años de guerra civil en Siria, los pasos fronterizos han visto cómo ha ido aumentando el flujo de los islamista radicales que desean sumarse a los combates. Y Akcakale, ubicado en el sureste de Turquía, en la provincia de Urfam, es actualmente el principal punto de paso al vecino país, según consigna el diario El País, y un "hervidero de yihadistas".

Sus casi 30 mil habitantes han sido testigos de cómo sus nuevos vecinos del Estado Islámico han alterado la convivencia dentro del pueblo. Algunos residentes sienten que Akcakale se ha convertido en una especie de "extensión" del EI, ya que, a pesar de que ahí no manda el grupo extremista, sus miembros y seguidores circulan por sus calles como si fueran parte del territorio sirio.

Históricamente, la frontera entre ambos países era un lugar idóneo para realizar contrabando de mercancías. Actualmente, los contrabandistas siguen lucrando, pero ahora lo hacen transportando combatientes de un lado a otro de la frontera. Eso pese a que, oficialmente, el límite sólo está abierto para que los sirios pasen a Turquía.

Algunos países han denunciado que, pese a sus quejas, las autoridades turcas han hecho poco por reforzar sus controles fronterizos. El Ejército turco sostiene, por el contrario, que ha incrementado sus patrullas en las últimas semanas y varias personas han sido arrestadas en la zona fronteriza.

Según testigos de la zona, se pueden ver distintos tanques patrullando la zona. Pero la realidad es que los casi 400 kilómetros de frontera siguen siendo demasiado porosos. Los mismos turcos han confirmado a distintos medios internacionales que cruzar hacia Siria es bastante fácil, sobre todo de noche.

Los traficantes en Akcakale, aprovechándose de esta situación, cobran en promedio US$ 25 por llevar personas de un lado a otro de la frontera. El transporte en la frontera se ha vuelto un verdadero oficio desde que el Estado Islámico tomó control de la aldea vecina.

Los combatientes de distintas partes del mundo también sobornan a los guardias facilmente. Anas, un joven de 20 años, aseguró a The Huffington Post que cruza la frontera turca desde y hacia Siria con facilidad, a pesar de no tener siquiera un pasaporte.

Pero Akcakale no es el único paso donde los seguidores del EI transitan.Los nuevos yihadistas también intentan entrar a Siria a través de los campos de cultivo en torno a la localidad de Suruc. Al otro lado, está otro de los bastiones del EI, la ciudad de Jarabulus. Otro punto de acceso se encuentra en la provincia turca de Kilis.

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