Alberto Arenas: "El proceso de instalación del gobierno ya terminó"

El ministro de Hacienda habla de política y explica en qué etapa está el Ejecutivo tras ocho meses de gobierno. Al mismo tiempo, no duda en mandar un fuerte mensaje: "Tenemos que hacer un esfuerzo de escucharnos más y de tener una mayor coordinación".




Tiene un cuadro nuevo en su oficina colgado frente a la larga mesa de trabajo que está detrás de su escritorio. No es un diploma ni una foto familiar sino que la portada del Diario Oficial del 29 de septiembre recién pasado donde salió publicada la reforma tributaria, con lo cual quedó lista para su implementación.

Pero en esta entrevista no habla de impuestos, sino que a su cargo de ministro de Hacienda, Alberto Arenas le suma su calidad de miembro del comité político de La Moneda y manda un mensaje al gabinete y a los integrantes de la Nueva Mayoría: el proceso de instalación del gobierno terminó.

Esta semana la Presidenta Michelle Bachelet mandó a sus ministros a "trabajar más", ¿qué significa esa orden para el ministro de Hacienda? 

En el último Consejo de Gabinete, la Presidenta hizo un recorrido en los avances del gobierno y nos dijo que hemos sido bastante eficientes en la tramitación de proyectos de ley. Por ejemplo, se aprobó la reforma tributaria, el binominal ya está en el Senado y la reforma educacional también ya está en el Congreso; es decir, hay avances concretos que se suman a importantes anuncios en materia de protección social. Sobre esta base la Presidenta nos llamó a redoblar los esfuerzos en todas las dimensiones y en todas las carteras.

¿Por qué?

Porque los plazos de instalación del gobierno están cerrados. El gobierno ya está instalado y en varios temas salimos de la etapa de diseño y pasamos a la implementación. Entonces, el llamado de la Presidenta a trabajar más implica que sigamos con el diseño de algunas políticas, pero que pongamos en el centro la implementación de todos aquellos proyectos de ley ya aprobados y de las medidas que hemos estado anunciando.

Pero se supone que al término del proceso de instalación los gobiernos se ordenan. No obstante, altos dirigentes de la Nueva Mayoría han salido a criticar la conducción política…

A mí me gusta hablar desde la conducción del Ministerio de Hacienda. En el Congreso hemos hecho un trabajo pre legislativo que nos ha permitido avanzar en distintos proyectos de ley. Un ejemplo: sobre el proyecto de Ley de Presupuestos 2015 hubo un par de opiniones aisladas al principio respecto a que no se había dialogado previamente de los contenidos. A la fecha hemos conversado con casi todos los parlamentarios, tanto de la Nueva Mayoría como de la oposición, y la prueba es que esta semana tuvimos 11 de las 26 partidas aprobadas por unanimidad en la Comisión Mixta.

Pero usted no sólo conduce el Ministerio de Hacienda, también es parte del comité político y elaboró el programa del gobierno…

Como miembro del comité político de este gobierno creo que cuando uno recibe críticas constructivas tiene que tener la capacidad de escucharlas y analizarlas, porque sirven para avanzar de forma más eficiente en el cumplimiento de nuestro programa.

¿Cuál es el mensaje que usted lee de estas críticas?

Que nos piden mayor eficiencia en la relación de trabajo del Ejecutivo con el Legislativo y con los partidos políticos de la Nueva Mayoría para avanzar en la implementación de nuestro programa de gobierno, que se traduce en políticas públicas que se hacen cargo de tres materias: de un Chile que cambió, de un Chile que necesita crecer y de un Chile que decididamente necesita enfrentar la desigualdad. Pero ninguno de esos comentarios pone en cuestión el programa de gobierno, ni el decidido avance que hemos tenido en estos ocho meses. Ahora, también hay que decir con claridad que en aquellos aspectos donde necesitamos realizar una mayor reflexión, donde necesitamos escucharnos más, tenemos que buscar cómo nos acercamos.

A su juicio, ¿dónde se requiere que el gobierno y su alianza política se escuchen más?

En las reformas estructurales y distintas políticas que estamos llevando adelante. Y hoy en el debate presupuestario, porque el proyecto de Ley de Presupuestos 2015 es el espejo del programa de gobierno. Aquí las principales discusiones están en materias relacionadas con la protección social; con la cartera de inversiones, especialmente en el área salud; o en cómo la reforma educacional se ve reflejada en el presupuesto. Este debate en el marco de la tramitación del Presupuesto refleja aquellas áreas donde tenemos que hacer un esfuerzo de escucharnos más y de tener una mayor coordinación.

¿Qué tipo de coordinación?

Una coordinación que es absolutamente normal en un gobierno: el Ejecutivo se debe coordinar con el Legislativo y con los partidos políticos que lo apoyan. No creo que haya habido ninguna administración anterior que no haya pasado por esta etapa. En estos momentos estamos trabajando en tres dimensiones: diseñando políticas, avanzando en la tramitación de proyectos de ley en el Congreso e implementando medidas, programas y políticas públicas. De ahí viene la frase de la Presidenta sobre trabajar más.

¿Qué le responde al presidente del PS, Osvaldo Andrade, cuando dice que el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, "está muy solo" en las labores de contención política?

Todos escuchamos las declaraciones del diputado Andrade -a quien conozco hace muchos años- y el ministro del Interior no solamente ha conversado con él este tema, sino que se refirió a él públicamente. En el Comité Político somos uno y lo hemos dicho muchas veces. Tenemos un trabajo coordinado los cuatro ministros que lo integramos que responde no sólo a implementar el programa, sino también a la cohesión política de estar trabajando para la Presidenta Bachelet.

¿Cuánto de la crítica que altos dirigentes hacen a la conducción política del gobierno le toca a usted?

Todos somos parte del gobierno y cuando critican nuestra labor nos llega a los 23 ministros. No es que a unos más y a otros menos; todos estamos trabajando en una sola línea y el consejo de gabinete de esta semana fue muy bueno en ese sentido. Vayamos a la función de producción para que entendamos bien en qué período del gobierno estamos: diseño de política, actividad legislativa e implementación del programa. En un gobierno de cuatro años esquemáticamente se sabe que el primer año es de instalación; pero este es el segundo mandatado de la Presidenta, hay experiencia en gobernar y, por tanto, el proceso de instalación ya terminó.

¿Bajo estas tres dimensiones debería cuadrarse el orden político?

Claro, diseño, tramitación e implementación tienen un orden. No es casualidad que el comité político se haya juntado hace un par de semanas con los siete presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría y hayamos conversado respecto de este momento y de cómo vemos los próximos tres meses. Por eso sacamos un documento con los 10 proyectos de ley que al 31 de enero queremos tener aprobados como mínimo.

Esta claridad y planificación que está comentando, ¿cómo se refleja en lo económico? 

Así como me escuchaban decir que el corazón de la reforma tributaria tenía cuatro objetivos, el programa económico del gobierno tiene un corazón: el crecimiento.

¿Sigue manteniendo que el tercer trimestre será el peor del año?

Sí, así como el Imacec de agosto fue el más bajo del año, el tercer trimestre en todas las proyecciones arroja que será el peor,  porque lo que esperamos es que en el cuarto trimestre efectivamente haya una moderada recuperación.

¿A qué se refiere y dónde se ubicará el punto de inflexión?

Me refiero a que el cuarto trimestre será mejor que el tercero y, por tanto, se generará una moderada recuperación. El punto importante es que todo lo que hoy estamos haciendo tiene que ver con consolidar esa moderada recuperación, para lograr que 2015 sea mejor que 2014. Los agentes en promedio tienen expectativas de que el próximo año será mejor que 2014 y por eso han escuchado tantas veces decir a este ministro de Hacienda que cuidemos y velemos por esta atmósfera, para que se mantengan esas buenas expectativas.

Llevamos un par de meses por un lado escuchando a los privados que se ha generado en el país un clima anti empresarial y, por otro lado, está usted y la Presidenta tratando de revertir este ánimo, ¿se conciliarán ambas posiciones?

¿Cómo se puede tener un plan para aumentar la inversión privada sino es reforzando la alianza público-privada? ¿Cómo se extenderá una nueva línea de metro a través de un plan de concesión sino es a través de una alianza con los privados? Entonces, todas las señales que estamos dando evidencian que estamos absolutamente convencidos de que el motor del crecimiento en Chile es la inversión privada. Hay algunos empresarios bastante más críticos que el promedio, pero me atrevería a afirmar que la gran mayoría del sector empresarial y los emprendedores están por aportar al crecimiento. Analicemos las cosas con ejemplos reales: cuando tramitamos la reforma tributaria se dijo que frenaría el crecimiento, que habría desempleo, pero hoy nadie plantea esto…

Pero sí introdujo incertidumbre.      

No estoy diciendo que no haya generado un debate, a veces agrio, pero hoy nadie pone esta reforma en la función de producción cuando se analiza el escenario macro y lo que está pasando con el ciclo económico.

¿No le parece que está minimizando las críticas de los empresarios al decir algunos, puesto que el miércoles el presidente de la Sofofa, Herman Von Mühlenbrock, sostuvo que persiste un creciente clima anti empresarial y que la incertidumbre se mantiene?

He estado conversando con los empresarios grandes, medianos y pequeños y no es que no tengan críticas y que no tengamos legítimas diferencias, pero lo que claramente nos une es que cuando le va bien a Chile nos va bien a todos. Y para que eso se dé tenemos que tener reglas e institucionalidad claras. Ahora, en el diseño de políticas siempre hay legítimas diferencias; aquí el tema de fondo es si esas discrepancias las vamos a transformar en excusa para frenar al desarrollo o vamos a aprovechar las sinergías para avanzar con estabilidad.

Si su opción es la dos, ¿qué pasará con la reforma laboral?

Por supuesto que es la dos, de hecho ya lo demostré con la reforma tributaria. Y con la agenda laboral será exactamente lo mismo. La Presidenta, en la cena de la Sofofa del miércoles, señaló que debemos avanzar en modernizar nuestras relaciones en el mundo del trabajo entregando certezas y estabilidad. La gradualidad y oportunidad de la agenda laboral serán anunciadas en su debido momento.

¿A qué se refiere con gradualidad?

Tal como la Presidenta ha dicho: nosotros cumpliremos con nuestra agenda laboral dialogando con los distintos actores, generando certidumbre y estabilidad. Hay que entender que esta agenda es necesaria para modernizar las relaciones laborales; para mejorar la productividad en el mercado del trabajo; para reforzar los procesos de negociación colectiva y de fortalecimiento sindical. Y además debe ser consistente con el objetivo de recuperar la inversión privada y el crecimiento económico.

Usted se jugó su capital político en la tramitación de la reforma tributaria, ¿ahora se lo jugará en la reactivación de la economía?

Sí, voy a colocar mi capital político en dinamizar la economía, para generar un punto de inflexión en la inversión privada que es el motor de crecimiento en Chile. Esto, porque estoy absolutamente convencido que en este país que cambió es necesario enfrentar la desigualdad en todas las dimensiones; y que para lograr eso necesitamos crecimiento económico.

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