Alberto Fernández, ex hombre fuerte de los Kirchner: "Cuando el gobierno no oye a la gente, generalmente le va mal"
El ex jefe de gabinete de Néstor y Cristina Kirchner aseguró que el conflicto con el agro en 2008 "nos enemistó con nuestros votantes".
Hasta el conflicto con el agro a mediados de 2008, Alberto Fernández integró el estrecho círculo de los Kirchner. No sólo fue pieza clave del kirchnerismo, sino que se desempeñó como jefe de gabinete de Néstor K (2003-2007). Cuando asumió Cristina mantuvo su cargo dentro de la estructura de poder, hasta que decidió alejarse por diferencias sobre el modo de conducción personalista de Kirchner. Hoy suele ser llamado un "kirchnerista crítico". "Yo me siento con la autoridad para reclamar cambios. Soy el único dentro del espacio que se ha animado a decirles a los Kirchner que están equivocados", dijo a La Tercera.
¿Cómo analiza la derrota personal de Néstor Kirchner y la debacle de sus fuerzas en el Congreso?
El gobierno evidentemente ha experimentado un retroceso importante. Si uno tiene en cuenta que hace un año y medio Cristina ganó con el 46% de los votos y en la provincia de Buenos Aires tuvimos más de 25 puntos de distancia sobre el segundo, te das cuenta de que este es un dato que no puede pasar inadvertido. Creo que el gobierno y nuestro espacio han entrado en un punto de colapso desde el conflicto con el campo. Desde entonces, ha habido muchas dificultades para generar un diálogo con la gente.
¿El conflicto con el agro les pasó la cuenta a los Kirchner?
Ese conflicto nos enemistó con gran parte de nuestros votantes. Antes de ese conflicto, nosotros perdíamos en las grandes ciudades y ganábamos al interior de las provincias. Y el conflicto con el campo nos enemistó con ese interior que nos votaba. Hubo una dificultad muy fuerte del gobierno para escuchar las demandas sociales. Cuando el gobierno no escucha a la gente, generalmente le va mal.
¿Cree que se está en presencia del fin del kirchnerismo?
El kirchnerismo tuvo por objetivo atender una serie de demandas sociales aún vigentes. Esas demandas creyeron encontrar respuesta en Fernando de la Rúa, y cuando éste fracasó encontraron respuesta en Kirchner y volvieron a confiar en que con Cristina esas respuestas iban a ser alcanzadas. Diría que el kirchnerismo, que es un espacio político mucho más grande que el peronismo, ponía en el escenario una forma de hacer política con una orientación de centroizquierda. Ahora esas demandas están pendientes. Van a buscar a alguien que satisfaga esas demandas. Si no es Kirchner, será otro.
¿Cómo será la pelea al interior del peronismo?
El escenario es muy complejo y hay que ver cómo evoluciona. Anoche escuchaba decir que la competencia sería entre Carlos Reutemann y Francisco de Narváez o entre Reutemann y Mauricio Macri, pero Macri y De Narváez ni siquiera están en el peronismo. Ahora el debate es quién se hará cargo de la sucesión a partir de 2011.
¿Estos serán los dos años más difíciles dentro de la era Kirchner?
Sin duda, son dos años que se inician con una debilidad del gobierno.
¿Qué hará el gobierno para superar esa debilidad?
Eso tiene que ver con la habilidad política del gobierno, que confiamos la tenga. Kirchner fue un gran Presidente, exitoso, que trabajó muy bien, así es que es razonable pensar que ayudará a Cristina a cuidar lo que tiene.
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