Alusiones a repostulación de Bachelet en 2014 marcan despedida con su gabinete

Al término de la ceremonia del cambio de mando en el Congreso, cerca de las 13, la ex Presidenta Michelle Bachelet llegó a la Viña de Indómita de Casa Blanca, donde sostuvo un almuerzo de despedida con quienes fueron sus ministros, subsecretarios, asesores y jefes de servicio. En total sumaban 180 invitados, que, en medio de la reunión, comenzaron de pronto a entonar a viva voz -y al unísono- uno de los cánticos emblématicos de la barra de Los de Abajo, de la Universidad de Chile, cuando bajaron a segunda división. "¡Volveremos, volveremos, volveremos otra vez!", era el grito, que reflejó el estado de ánimo que marcó la cita.

La espontánea alusión a 2014 y una eventual repostulación de Bachelet continuó durante buena parte del almuerzo, donde había dos menú a elección (uno en base a pescado y otro, filete).

Varios de los ministros y asesores, que debieron pagar una cuota para ir al evento, habían llegado compartiendo sus automóviles. Otros, en su mayoría subsecretarios, fueron trasladados en un bus.

En ese ambiente, la ex Mandataria realizó un sentido discurso, cruzado por su llamado a mantener la unidad, estar en contacto permanente entre sí y "atentos", porque en cualquier momento podrían ser "convocados". Su afirmación no tuvo dos lecturas entre los presentes: Bachelet daba a entender que estaba dispuesta asumir un nuevo proyecto político y ejercer un liderazgo desde la oposición al gobierno de Sebastián Piñera.

A la salida del encuentro, la amiga de Bachelet y ex ministra de Salud, Soledad Barría, señaló: "Me gustaría que volviera (a La Moneda)". Otro fue el consejo de su ex vocero, el hoy senador Ricardo Lagos Weber: le sugirió que se tome "un respiro y se cuide. Yo por lo menos la voy a cuidar".

Más cauteloso se mostró el ex titular del Interior, Edmundo Pérez Yoma. "En política 4 años es un tiempo infinito. Lo importante que es la Presidenta se va con un 84%".

La apuesta del entorno presidencial era evitar un cierre de gobierno con sabor a derrota, en consideración de la alta adhesión a Bachelet.

DESPEDIDA EN LA MONEDA
La jornada de la ex Presidenta había sido ajetreada. Al llegar ayer a La Moneda, cerca de las 8.30, ya un centenar de personas comenzaba a congregarse en la plaza de la Constitución. Posteriormente durante la  última foto oficial, el patio de Los Naranjos se repletó de funcionarios, quienes traspasaron las líneas de seguridad para poder estar con ella. Cuando Bachelet salió de La Moneda había personas con pancartas, quienes a gritos pedían su regreso el 2014.

Una de los pocas autoridades que expresó su desazón por el actual momento fue el ex titular de Defensa, Francisco Vidal, quien  dijo que se iba con "una mezcla de orgullo por la democracia, pero también, dolor. Uno tiene que ser consistente con lo que dijo. Y si no daba lo mismo (quien gobierna) antes, no puede dar lo mismo ahora".