Alvaro Uribe: "Aspiramos a que Santos continúe con la plataforma de nuestro gobierno"

El ex Presidente de Colombia, en conversación con <span style="font-weight: bold;">La Tercera</span>, rechaza cuelquier cuestionamiento, como el caso de espionaje contra la oposición y los jueces, "porque nuestro gobierno fue absolutamente honesto".




Durante los ocho años que fue Presidente de Colombia, entre 2002 y 2010, Alvaro Uribe gozó de una popularidad por sobre el 65%. Incluso, gran parte de ese respaldo pudo ser traspasado para que Juan Manuel Santos, quien fue su ministro de Defensa, fuese elegido como su sucesor. Sin embargo, un año después de dejar el Palacio de Nariño, Uribe y sus colaboradores han sido puestos en entredicho e involucrados en un escándalo de espionaje. De visita en Santiago, Uribe tuvo este diálogo con La Tercera.

-Usted declaró la semana pasada ante el Congreso colombiano por el caso de espionaje y el fin de semana el diario The Washington Post publicó que su gobierno había usado dineros entregados por EE.UU. con esos fines.

No, mire, lo de The Washington Post, el mismo Departamento de Estado de EE.UU. lo negó y la embajada de Colombia. Eso no fue un artículo oficial del periódico, sino de tres personas que pertenecen a grupos políticos que han combatido ampliamente mi gobierno. Yo mandé una carta muy clara a The Washington Post, y lo más importante es que la embajada de EE.UU. lo desmintió.

-De todas maneras...

No, mire, no me ponga a mí ahora en el plan de acusado. Eso no se lo acepto, porque el gobierno nuestro fue absolutamente honesto. En el gobierno nuestro, Colombia tuvo un gran avance en la seguridad, en la política de inversión y en la política social. ¿De qué se acusa al gobierno nuestro? Tenían actores criminales insertados en organismos de seguridad. Hicieron interceptaciones al gobierno nuestro e hicieron interceptaciones a otras personas. ¿Qué le pasó a la oposición en el gobierno nuestro? Tuvo la seguridad que nunca había tenido en Colombia. ¿Qué ha pasado conmigo? No hay un presidente que se haya expuesto al hecho inédito de pedir que estas investigaciones sean públicas. Y por eso la semana sobre todos estos temas hablé cinco horas al Congreso, en público, sometiéndome a todos los cuestionarios. Un gobierno honesto no tiene a nada qué temerle. Además, es que nosotros dejamos enemigos, porque yo extradité a 1.200 personas por narcotráfico, desmonté el paramilitarismo, debilité las guerrillas, pasamos la tasa de inversión del 12% al 28%, hicimos grandes avances en educación, en salud, en microcrédito. El país no quedó en un paraíso, pero avanzó sustancialmente. Cuando yo llegué a la Presidencia la guerrilla creyó que iba a ganar, que se iba a tomar el poder por la vía armada, y se tropezó con un gobierno democrático, social, popular, que logró defender el camino democrático en el cual la guerrilla quiso atravesarse. Hay ahí un fenómeno muy claro.

-¿Usted cree que hay ingratitud hacia su gobierno en Colombia?

El pueblo colombiano tiene mucho afecto con nosotros. Nosotros tuvimos graves contradicciones con dirigentes de la política, y fui claro y contundente en el debate y al mismo tiempo afecto por el pueblo. Yo tengo ahí dos maneras de actuar: con muchos dirigentes de la política soy duro en el debate; con el pueblo colombiano he procedido tal cual lo siento, con afecto. Fueron ocho años de un diálogo afectuoso, responsable, serio con el pueblo colombiano.

-¿Quiénes están detrás de las acusaciones?

No pues. Si usted me vino a hacer una investigación judicial va a perder el tiempo. Porque aquí venimos a hablar de cosas serias. Si a mí me estuvieran investigando por ladrón no podría estar en Chile. A mí me acusan... mucha gente es amiga de la guerrilla.
Y...¿Pero viniste a investigarme sobre eso?

-Yo sólo estoy preguntando...

No, no, no. Si ese es tu cuestionario no vale la pena responderte.

-¿Cómo es su relación con el Presidente Santos?

El Presidente Santos fue elegido con la plataforma de nuestro gobierno y lo que aspiramos es que unas buenas tendencias que nosotros dejamos en seguridad, en promoción de inversión en política social, sobre las cuales se eligieron al Presidente Santos, tendencias que yo marqué desde la gobernación de Antoquia, que ayudaron a mi elección presidencial en 2002, a mi reelección en 2006 y que fueron la base de la elección del Presidente Santos, lo que aspiramos es que él las continúe para el bien de Colombia.

-¿Y las está continuando?

Nuestra aspiración total es que él las continúe. ¿Tienes otra pregunta?

-Sí, claro. ¿Cuáles son su planes futuros?

La lucha. Yo vivo agradecido con los colombianos que me permitieron ser presidente durante ocho años. Por eso todos los días me levanto con entusiasmo de lucha y le pido a Dios que mientras yo tenga salud, no voy a tener mentalidad de pensionar.

-¿Luchar desde qué trinchera?

Ayudante de la democracia. Yo no necesito ser candidato para estar activamente en política. Ayudando a líderes que quieren proyectar estas ideas. Yo defiendo unas ideas. En cuanto a mis aspiraciones personales están colmadas con exceso por la generosidad de los colombianos. Pero tengo un gran compromiso. Mi generación no ha vivido un día completo de paz y queremos la felicidad y la tranquilidad para las nuevas generaciones de colombianos. Por eso hay que seguir en esta lucha hasta el último día. Uno aprende a mirar a su país como mira a sus hijos, siempre queriendo para ellos el bienestar. Y en una patria tan flagelada por la violencia, la violencia que condujo a pobreza, inequidad, desempleo, hay que luchar hasta el último día para que las nuevas generaciones puedan vivir felices.

-En esta fase ¿es posible iniciar un diálogo con las Farc, ahora que está debilitadas o es mejor derrotarlas completamente?

Primero, ¿qué son las Farc? Son un grupo terrorista. Empezaron a principios de los años 60 con una filosofía marxista-leninista y terminaron cooptadas por el narcotráfico. ¿Cuál es la diferencia de las Farc con otras guerrillas del continente? En otras partes hubo guerrillas que combatieron dictaduras. En Colombia hemos tenido una gran democracia. En otras partes del continente hubo guerrillas que se financiaron por donaciones internacionales.Las Farc se han financiado en los últimos años por el narcotráfico. Las Farc asaltan ambulancias, asesinan niños, señoras embarazadas. Es un grupo terrorista. Colombia con nuestro gobierno experimentó un cambio. En lugar de rogarle diálogo a los terroristas, se combatió a los terroristas, en lugar de negarle diálogo al pueblo colombiano fueron ocho años de intenso diálogo constructivo con el pueblo colombiano. Al principio de ese diálogo los colombianos reclamaban con ira, al final reclamaban con confianza. Fue mucho mejor para el país el diálogo que nuestro gobierno dio con el pueblo que el diálogo que se había dado con los terroristas. A los terroristas hay que desarticularlos. ¿Cómo se les desarticula? Con una política de seguridad firme contra ellos, con una política que cree condiciones para que la base de los terroristas se desmovilice. En nuestro gobierno se desmovilizaron ¡52.000! Eso no tiene precedentes. Y con una política social para los jóvenes, que evite que los terroristas puedan reclutar a nuevos jóvenes.

-A diferencia de usted, el Presidente Santos tiene muy buenas relaciones con Hugo Chávez. ¿Quién cambió? ¿Chávez o Colombia?

No, mire. Las relaciones no se pueden mirar simplemente como se mira carátulas de revistas. Hay que mirarlas profundamente. Cuáles fueron las discrepancias de nosotros con el gobierno de Venezuela. Que a veces refugiaban terroristas colombianos. Y el gobierno nuestro sintió que era el deber exigir la protección de los colombianos, evitando que terroristas que atentaban contra los colombianos se protegieran en otras partes. Además hay otras discrepancias.El gobierno de Venezuela venía acabando con la empresa privada, eliminando la independencia de instituciones, cerrando progresivamente las libertades pluralistas, crece el control de los medios de comunicación y disminuye el espacio de los comunicadores independientes. A pesar de que tienen petróleo, sin iniciativa privada pueden causarle un gran problema a la economía que ya se está sintiendo. A mí me preocupa mucho que cabecillas terroristas colombianos estén en Venezuela. Ahora las relaciones internacionales en América Latina han tenido un problema: han sido muy obsecuentes con regímenes dictatoriales. La democracia hay que defenderla y una de las maneras de defenderla es reivindicar ante propios y extraños la necesidad de respetar los principios democráticos.

-¿Usted cree que esa buena relación del Presidente Santos con el Presidente Chávez no se condice con la realidad?

Ya le expresé mi punto de vista.

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