Americanos, desierto e Irak: el nuevo Vietnam de Hollywood
El jueves se estrena Francotirador, taquillera cinta de Clint Eastwood que consagra el Medio Oriente como el nuevo paisaje bélico del cine.
Más de una década ha transcurrido desde el comienzo de la guerra de Irak. El enfrentamiento fue y sigue siendo motivo de tensiones en Estados Unidos y el resto del mundo. Por estos días, la discusión ha vuelto a brotar a propósito del estreno de Francotirador, película de Clint Eastwood que llega el jueves a la cartelera local, donde retrata la vida de Chris Kyle, el tirador más letal en la historia de los Estados Unidos. Figuras como Michael Moore y Seth Rogen han manifestado sus opiniones en contra de la cinta, generando polémica en torno a su estreno.
Más allá de los comentarios, este nuevo trabajo confirma el interés que Hollywood ha puesto por el conflicto en Irak. Los buenos resultados en taquilla obtenidos por el Francotirador, que con 217 millones de dólares se ha convertido en la película más taquillera del octogenario realizador, además de sus seis nominaciones al Oscar, podrían traer consigo un aumento en la producción de este tipo de cintas en los próximos años.
Ang Lee, por ejemplo, comenzará a filmar en abril su propia versión del conflicto. Bajo el título Billy Lynn's long halftime, mostrará en tono satírico la historia de un joven soldado, quien es utilizado por el gobierno estadounidense con fines propagandísticos, tras convertirse en fenómeno de youtube.
Si durante las décadas anteriores fue Vietnam la guerra que despertó la creatividad de guionistas y directores, cristalizándose en obras como Apocalipsis ahora y Pelotón, hoy parece ser Irak la que sacude las sensibilidades de los creativos de la industria hollywoodense.
El efecto Bigelow
El 2010 fue un año clave, cuando Kathryn Bigelow obtuvo el Oscar por Vivir al límite, imponiéndose sobre Avatar de James Cameron: lograba así el primer reconocimiento importante para una cinta de esta naturaleza. Vivir al límite muestra el día a día de una brigada antiexplosivos y fue elogiada por la crítica en general. Roger Ebert, el famoso crítico estadounidense, la posicionó como uno de los mejores estrenos de la década.
Al igual que Eastwood en Francotirador, la directora armó un relato cruzado por la acción, el suspenso y el retrato psicológico de sus personajes. Como estos títulos, hay otros tantos, de diversas ambiciones y calidades.
El soldado americano
La Primera Guerra quedó inmortalizada en las dos versiones de Adiós a las armas, con Gary Cooper en 1932 y Rock Hudson en 1957. En el caso de la Segunda Guerra, una cinta como Salvando al soldado Ryan describió un espectacular desembarco en Normandía. Aquellas cintas mostraban personajes en algún punto similares: afectados por la contienda, pero sin perder cierto aire heroico.
El conflicto de Irak, en tanto, ha inspirado otra gama de personajes. En general son jóvenes inmaduros, poco informados y despojados de todo heroísmo. Luchan contra el enemigo, pero por razones que desconocen. Educados en videojuegos e internet, son sujetos corrientes y mucho menos románticos en sus ideales.
El francotirador Chris Kyle, interpretado por Bradley Cooper, cumple con todas estas características. Otras cintas, también han ayudado a perfilar al soldado americano actual. Jarhead, del director Sam Mendes, muestra a una tropa de marines durante la operación Tormenta del Desierto cuyo objetivo fue liberar a Kuwait de las tropas iraquíes. La película muestra el tedio y el terror de estos soldados, quienes esperan su turno para entrar en combate. Son jóvenes como cualquier otro; hablan de sus novias y se hacen bromas pesadas.
Por lo general, estas películas denuncian las atrocidades de la invasión norteamericana y sus consecuencias, sobre todo psicológicas, que significó para sus propios soldados. Brian De Palma en Redacted (2009) pone el dedo en la llaga, mostrando a un grupo de soldados que violan a una adolescente y luego asesinan a su familia.
The situation (2006), la primera película de ficción norteamericana sobre el tema, cuenta la historia de una periodista, cuya investigación gira en torno a un asesinato perpetrado por soldados norteamericanos, quienes son culpables de lanzar a dos jóvenes desde un puente. Por su parte, Regreso al infierno (2006), protagonizada por Samuel L. Jackson, revela las secuelas psicológicas de la guerra.
Con el paisaje físico y moral del desierto anónimo y los hostiles poblados árabe, Irak ya parece haber ganado su lugar en hollywood como el nuevo género de guerra.
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