Amnistía Internacional advierte que protestas y represión en países árabes continuarán este 2012

El organismo evacuó un informe donde señala que los gobiernos intentan aplicar sólo cambios "cosméticos" y no reformas profundas.




Este año las protestas y la represión seguirán siendo una realidad en Medio Oriente y el norte de Africa, a menos que los regímenes de estos países, reconozcan las reformas que se están pidiendo. Así lo advierte  Amnistía Internacional (AI), organismo que detalló un informe titulado "Año de Rebelión: El estado de los derechos humanos en Oriente Medio y Norte de Africa".

La organización humanitaria señala que los gobiernos de los países de la región se mostraron dispuestos a recurrir a una violencia extrema en un intento por impedir reformas fundamentales y sin precedentes. "Con pocas excepciones, los gobiernos no han reconocido que todo ha cambiado", señaló el director en funciones de Oriente Medio y Norte de Africa de AI, Philip Luther.

"Los movimientos de protesta en toda la región, encabezados en muchos casos por jóvenes y en los que las mujeres desempeñaron una labor central, han demostrado ser asombrosamente resistentes ante una represión que a veces fue pasmosa. Han demostrado que no serán engañados por reformas que cambian poco la forma en que son tratados por la policía y las fuerzas de seguridad. Quieren cambios concretos en cuanto a la forma en que son gobernados y que los responsables de crímenes del pasado rindan cuentas", subrayó Luther en el informe.

La organización no gubernamental, con sede en Londres, advierte de que los países intentan aplicar unos cambios "cosméticos".

A pesar del gran optimismo en el Norte de Africa por la caída de líderes en Túnez, Egipto y Libia, AI señala que estos avances aún no están afianzados con unas reformas que puedan garantizar que no se repitan los abusos en esos países.

Según la nota, los militares egipcios han prometido en repetidas ocasiones cumplir con las exigencias de la revolución, pero han sido responsables de numerosos abusos que en algunos casos han sido peores que durante el régimen de Hosni Mubarak.

Amnistía admite que teme que en 2012 haya más intentos de los militares egipcios por limitar la capacidad de la población para protestar y manifestar sus opiniones.

En Túnez, hubo mejoras significativas en materia de derechos humanos, pero un año después de la revolución mucha gente siente que el ritmo de los cambios ha sido muy lento.

En el caso de Libia, AI señala que hay interrogantes sobre la capacidad de las nuevas autoridades para controlar a las brigadas armadas que ayudaron a derrocar a las fuerzas favorables a Muammar Gaddafi.

En otros países árabes hay intentos de los gobiernos por aferrarse al poder, incluso si ello supone hacerlo, en algunos casos, con un coste humano, afirma AI.

Amnistía se refiere al caso de Siria, donde las fuerzas armadas y los servicios secretos han sido responsables de muertes y torturas en un intento por atemorizar a los manifestantes y opositores.

En Yemen, más de 200 personas resultaron muertas en diversas manifestaciones, mientras que en Irán el Gobierno limita la libertad de información y tiene como blancos específicos a periodistas, activistas políticos y sindicalistas, subraya Amnistía.

AI critica la respuesta de los países más desarrollados del mundo, a organizaciones como la Unión Africana y la Liga Arabe y la Unión Europea (UE), ante la situación en estos países.

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