El análisis parlamentario de las fortalezas y debilidades del Plan Auge

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Diputados del área de la salud tienen visiones encontradas respecto de los 11 años de funcionamiento del programa. Apuntan al positivo impacto de esta fórmula en el sistema de salud, pero aseguran que necesita un reforzamiento económico.




Marcela Hernando, diputada PRSD: "Tiene una buena valoración de la gente"

Como un plan positivo para el sistema de salud, pero que aún tiene debilidades que resolver, califica la diputada Marcela Hernando (PRSD) el Plan Auge. La parlamentaria, que el año pasado presidió la comisión investigadora por errores en el último decreto, indica que "el Auge ha permitido que la gente tenga acceso a coberturas de enfermedades de alto impacto, especialmente económico".

¿Cómo evalúa el funcionamiento del Auge en esta década de operación?

Tiene una buena valoración de la gente y quienes se atienden con la cobertura de las enfermedades están satisfechos, no sólo en el sector público, sino que también en el privado. Sin embargo, sí se observa que la calidad de los servicios se ha ido deteriorando.

¿A qué se debería esto?

Es porque, como concluyó la comisión, la prima que se estableció para financiar el Auge era para 52 problemas, que iban a ser implementados en forma progresiva, y se han incrementado los problemas, pero sin aumentar la prima, lo que ha mermado la calidad.

Usted sostiene que hoy son 80 problemas, pero con bajo financiamiento...

Claro, y eso ha obligado de alguna manera a que se modifiquen algunas terapias y que, pese a que hoy hay tratamientos más eficientes, éstos no hayan podido ser incorporados por ser más costosos. Todo eso se relaciona con el hecho de que la prima no se ha recalculado.

¿Cuál diría usted que es el impacto más importante del programa?

Creo que el hecho de que cubre problemas de alto grado, en términos de número de gente afectada y por la mortalidad que producen estos cuadros. Eso ha permitido solucionar problemas prevalentes.

¿En qué se debe avanzar en el programa?

Se debe mejorar en los tratamientos, incorporando terapias nuevas y tecnologías avanzadas. Pero eso es difícil con los recursos actuales, que son insuficientes. Primero, se debe trabajar en la prima e incorporar nuevas patologías.

Pese a las garantías de oportunidad existen largas listas de espera. ¿Cómo se explica esto?

No debería haber listas de espera Auge, porque están garantizados los tiempos. Tiene relación con que las personas no reclaman, a pesar de que eso está establecido en la ley. Por ejemplo, si yo tengo un problema de salud que tiene garantía en 30 días, si en 30 días no me hacen la atención, yo tengo que informar y denunciar, porque si no, no empiezan a correr los plazos legales.

¿La gente no sabe cómo funciona esto?

No, no sabe cómo reclamar y cómo opera cuando no reciben la atención, que deben ir a Fonasa. En ese sentido, el Ministerio de Salud debe reforzar esa información y operar más automáticamente.

Javier Macaya, diputado UDI: "Hay que sincerar los costos que tiene el programa"

Aunque reconoce un impacto positivo del Plan Auge en la salud, el diputado UDI Javier Macaya tiene una visión crítica de la implementación del programa. Según el parlamentario, integrante de la Comisión de Salud de la Cámara, se necesita reforzar el sistema sanitario completo, especialmente en los costos.

¿Cuál ha sido el mayor impacto del Auge?

Creo que ha sido el priorizar los problemas con más alta prevalencia en la población chilena. Actualizar las canastas y haber tenido la capacidad de entregar una garantía y certeza mayores en la atención, lo que se encuentra en la ley.

¿Cree que hay que aumentar el número de enfermedades?

Un plan garantizado debe ser capaz de abordar y cubrir las enfermedades de más alta prevalencia, lo que no necesariamente implica aumentar los problemas. La inclinación a aumentar las canastas puede terminar desvirtuando el objetivo del plan, que tiene que ver con garantizar la atención en los problemas más comunes y de mayor ocurrencia, lo que, además, puede provocar mayores dificultades de financiamiento de las que ya existen.

El año pasado, un tema que se discutió fue el supuesto desfinanciamiento del programa...

Así es, hay un problema con sincerar los costos que tiene el plan. Muchas veces se tienen protocolos antiguos, que tienen que ver con la codificación que hace Fonasa de los tratamientos. Pero actualmente hay terapias para enfermedades de alta prevalencia que debieran estar ya codificadas en el sistema, porque las personas de más escasos recursos sencillamente no pueden acceder a ellas si no están codificadas.

Entonces, ¿se deben incorporar estas novedades en tecnologías y tratamientos?

Sí, yo creo que antes de sumar nuevas enfermedades se deben actualizar los tratamientos existentes en base a avances en la ciencia.

En otro ámbito, ¿qué le parece lo que ocurre con las listas de espera?

Es un tema de gestión, que no es competente. Hay un problema evidente. Actualmente, Chile está gastando menos en salud de lo que debiera gastar, y por eso será difícil ponernos de acuerdo en cuántos recursos más hay que sumar si no somos capaces de cambiar el sistema en general, donde la gestión dé resultados.

¿Cuál diría usted que es la mayor debilidad que tiene el Plan Auge?

Ha sido un sistema complejo de entender. Muchas veces las derivaciones de los médicos quedan en que no todos los tratamientos son cubiertos de igual forma. También hay un problema de conocimiento de la población, pese a llevar en operación más de una década. Y, además, está el tema financiero, que es muy necesario abordar.

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