Andrés Santa Cruz: "Estamos en un ciclo económico a la baja, agravado por las incertidumbres políticas"
Para el dirigente, no sólo la reforma tributaria ha afectado las expectativas, sino también "una serie de señales que cuestionan el rol del sector privado".
Andrés Santa Cruz, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), acaba de recibir el análisis que realizó el comité tributario de la entidad gremial sobre las indicaciones presentadas por el gobierno al proyecto de ley de reforma tributaria. En principio, el panorama se veía sombrío, luego que detectaran que la tasa máxima del impuesto global complementario subiría a un 52,55%, más todavía si se consideraba que la CPC había sido parte del diálogo que se abrió para lograr el protocolo de acuerdo. Pero esta controversia se despejó con la corrección que anunció el Ministerio de Hacienda a la tasa cuestionada.
¿Con esto se acaba la incertidumbre que ha introducido la reforma tributaria?
Haciéndose las correcciones al protocolo cierra una incertidumbre, toda vez que igual la reforma tributaria tendrá efectos en la inversión, empleo y crecimiento en el corto plazo.
El ministro de Hacienda afirmó en una entrevista con La Tercera que "dentro de los ruidos que han afectado las expectativas, también está el debate de la reforma tributaria...".
La incertidumbre no viene única y exclusivamente dada por el tema tributario. A mi juicio, lo más importante es una serie de señales donde se cuestiona el papel del sector privado, donde se intenta demonizar las legítimas ganancias de los privados y, por tanto, asociarlas a un lucro indebido. Ese tipo de señales, sin ninguna duda, son las que más incertidumbre causan, amén de que quieran introducir una reforma constitucional refundacional, partiendo de cero.
¿Quién tiene ese discurso refundacional?
No lo he visto ni de la Presidenta de la República ni de los principales actores del gobierno, pero sí vemos estas expresiones en muchos miembros de la coalición gobernante y por Dios que meten ruido.
¿Los dirigentes deben seguir en la política de los acuerdos?
Los acuerdos implican deponer el interés particular en aras del bien común y eso es clave para el desarrollo de los países. Ahora, no se contrapone oír a la calle con tener buenas políticas públicas. El diálogo, a mi juicio, es fundamental, porque a través del diálogo nos entendemos. La verdad es que aquí lo más importante es no creer que yo asistí al curso de Dios y, por lo tanto, pontifico la verdad revelada sólo a mí y me creo el único poseedor de la verdad.
¿La mesa de diálogo de la reforma tributaria fue una buena señal?
Fue una muy buena señal que se retomaran los caminos de entendimiento y de diálogo para poder enriquecer técnicamente políticas públicas, que van a tener efecto a mediano y largo plazo en Chile. Esta manera de hacer las cosas es la que ha permitido al país crecer y tener los buenos índices que ha tenido.
Ustedes participaron en la materialización del protocolo de acuerdo de la reforma tributaria. ¿Se sienten satisfechos con el resultado de las indicaciones?
El proyecto original de reforma tributaria era un pésimo proyecto. No sólo por los efectos económicos, sino que, además, técnicamente, no tenía viabilidad de implementación, pero hay que valorar que se abrieron a perfeccionarlo y pidieron el concurso de todos.
¿Las indicaciones se ajustan a este protocolo?
Son más de 200 indicaciones, muchas de ellas muy complejas y, por lo tanto, hay que seguir estudiándolas con profundidad. En la mayoría hemos visto reflejado el espíritu del protocolo, pero hay algunas que requieren precisiones.
MENOR CRECIMIENTOS
Dado este contexto, ¿es optimista o pesimista frente a los resultados que en materia de crecimiento económico se logren este segundo semestre?
Este año, el crecimiento del país terminará cercano al 2,5% y el próximo año vamos a estar en cifras entre 3% y 3,5%, lo que es preocupante.
¿Qué se debería hacer para que la actividad no siga desacelerándose?
Lo más importante hoy es implementar las agendas y sacar adelante las distintas propuestas que permitan incentivar la inversión. Hay una serie de iniciativas que tienen los distintos ministerios, como son las agendas de Productividad, Innovación y Crecimiento y la Energética que van en esa dirección. Todas estas nos parecen positivas, pero lo importante es que, efectivamente, ellas se materialicen a la brevedad y reflejen lo que allí está escrito.
¿Esto lo dice por la experiencia que han tenido con la reforma tributaria?
Aquí se ha dicho que hay que facilitar la inversión y el crecimiento, pero en la práctica, queremos ver que el día que aparezca una iniciativa de inversión en el país, como un proyecto eléctrico que cumple con toda la normativa, que tiene los permisos ambientales, que cumple con el respeto a las comunidades, se pueda realizar y no cedamos a la presión y gritos de unos pocos que logran paralizar los proyectos. Eso es lo que nos preocupa. Aquí lo importante no es sólo legislar, sino también que, cumpliendo con el marco jurídico, las inversiones se puedan concretar y esas señales son las que necesitamos ver.
Que se escuche a la calle, pero que no se gobierno por la calle...
Uno debe escuchar a la calle, pero no se puede ser rehén de la calle. Además, la calle es una parte respetable del país, pero no es el país entero.
¿Este gobierno ha sido rehén de la calle?
Está escuchando a la calle, pero hay actores políticos que parecen rehenes de la calle y que sólo están preocupados de tener las consignas para dejarla contenta y así no se hace una política seria, no se construye el país, así no vamos a seguir en la senda virtuosa del crecimiento.
¿Están dadas las condiciones hoy para seguir esa senda?
Lo que pasa es que estamos enfrentando un escenario económico muy complicado, porque estamos en un ciclo económico a la baja y hay una serie de incertidumbres internas instaladas, que contribuyen en forma importante a la desaceleración.
¿Se requiere un Ministerio de Hacienda más preocupado por la economía?
El ministro ha manifestado su preocupación por el crecimiento. Pero lo que nos preocupa es que vemos sectores de la Nueva Mayoría que no tienen entre sus prioridades el crecimiento, toda vez que éste es el instrumento para lograr mejores condiciones de vida, más empleo y mejores remuneraciones. Hoy hay temor a hablar de crecimiento. Por eso se requiere volver a situarlo como uno de los principales medios para enfrentar los desafíos pendientes, entre ellos, la desigualdad.
¿Este gobierno no tiene en el centro de sus preocupaciones el crecimiento?
Hoy estamos con un ciclo económico a la baja, agravado por las incertidumbres políticas que existen. Dado ese escenario, lo más importante es despejar definitivamente las incertidumbres políticas y dedicarnos a trabajar en todas las iniciativas que permitan mejorar la productividad y competitividad de las empresas. Así podremos mantener altos niveles de empleo y continuar con una senda virtuosa de aumento de remuneraciones reales de las personas.
El Ministerio del Trabajo ha anunciado una reforma laboral que apunta al fortalecimiento de los sindicatos y al término del reemplazo en huelga, ¿qué le parece?
Es el momento de preguntarnos cuáles son las materias que efectivamente contribuyen a que los trabajadores tengan más oportunidades, más trabajo y mejores remuneraciones, pero lo que hoy vemos en la discusión no está apuntando a esto.
¿Qué falta o sobra?
¿Estamos hablando de capacitación, de incorporar a más mujeres y jóvenes al trabajo? Esos son los temas acuciantes, los que deberían estar en forma prioritaria en la agenda laboral y los vemos completamente ausentes.
¿Le han planteado esta inquietud a la ministra Javiera Blanco?
Le hemos planteado nuestra posición y la próxima semana tendremos una reunión con ella, a fin de conversar estas materias laborales. Ahora, sin perjuicio de esto, estamos dispuestos a dialogar todos y cada uno de los temas, sin vetos ni exclusiones, ni de temas ni de personas.
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