Aru acaba con el aura invencible de Froome
El inglés pierde el amarillo por primera vez en sus Tours, tras la gran etapa pirenaica, ganada por Bardet.
Las pájaras llegan sin avisar. Nadie esperaba que Chris Froome pudiera perder así, en lo que se tarda en chascar los dedos, el maillot amarillo. Y lo hizo, por primera vez en su carrera, justo cuando respondía, como había avisado, a un ataque de Fabio Aru. "Me pegaré con pegamento a su rueda", había advertido, pero llegado el momento no encontró pegamento en las reservas de su cuerpo, ni fuerzas en sus piernas. Tras un sprint a cámara lenta en un muro sin final ni piedad, Aru cruzó la meta tercero (a dos segundos del ganador, el francés Bardet), se volvió y vio a Froome en la lejanía, pedaleando sentado en el sillín de una bicicleta que más que avanzar se arrastraba bamboleándose de lado a lado. "Miré entonces el cronómetro de la meta y empecé a hacer cálculos", dice el sardo. "Y, sí, me di cuenta de que era el líder del Tour".
En 350 metros, Froome perdió 20" (más cuatro de bonificación), más tiempo que el que nunca había cedido ante un ataque directo de un rival en todos los días de sus tres Tours anteriores. El cambio ha llegado. Éste es el valor de la derrota del inglés en el aeródromo de montaña de Peyragudes tras una etapa de más de 200 kilómetros de Pirineos encadenados corrida a 36 por hora al ritmo desenfrenado de un Sky acelerado. La ventaja de Aru es de sólo 6", pero Froome ha perdido el aura que le hacía parecer intocable. "Perder el maillot no es terrible", dice Nico Portal, director del Sky. "Pero hace daño al corazón". Los grandes epitafios se escriben así, casi sin ser conscientes de que lo son.
Froome ni tiene ganado ni perdido el Tour porque ni siquiera Aru es un líder sólido. Pero ayer, tras 200 kilómetros a un ritmo que no era el suyo, lanzado por su equipo para controlar una larga escapada ajena, bajó la cabeza. Al final, su propio compañero Landa, fresco como una lechuga, pero condenado a ser su gregario, le adelantó por la izquierda. Le mostró, como el mismo inglés a Wiggins hace cinco años, que era más fuerte. Aru finalmente le arrebató el liderato. Y Froome sólo dijo: "He dado el máximo, pero no tenía piernas".
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