Así fue la noche sin glamour de los Premios Altazor

Sin Glamour. Así fue la ceremonia de la novena versión de la entrega de Premios Altazor 2008, organizada por las sociedades de autores e intérpretes nacionales y que esta vez se llevó a cabo en el Centro Cultural Teatro la Cúpula del Parque O´Higgins.

La periodista Macarena Pizarro, quien estuvo a cargo de la animación del evento, llegó al lugar vestida con traje largo, negro y strapless, igual que decenas de invitadas que caminaron sobre una improvisada alfombra roja y del brazo de alguna celebridad o ejecutivo de televisión.

Mientras, el actor Luciano Cruz-Coke llegó acompañado de su esposa, la expositora Javiera García Huidobro, quién lució su embarazo sobre el escenario cuando presentó a los competidores por la categoría de Artes Visuales.

La anfitriona de la ceremonia, que fue trasmitida por Chilevisión, Esperanza Silva, intentó dar un toque sofisticado a la reunión de artistas y apareció con un ceñido vestido largo con torso transparente y también negro, del diseñador José Cardoch. Sin embargo, la actriz luego de dos horas, olvidó la elegancia de la premiación al tiempo que cruzaba las piernas y las apoyaba sobre la plataforma del escenario.

La presencia de cientos de jóvenes pokemones y garzones que ofrecían sólo wiskhy en vasos de plásticos molestó a los invitados que se retiraron antes del término de la ceremonia, que se extendió hasta pasada la una y media de la madrugada.

INVITADOS ESPECIALES

La presencia de ciento de jóvenes pokemones, con piercing y mechas de colores no fue gracias a la simpatía que este grupo de adolescentes tiene hacia el mundo artístico, sino más bien por orden de la producción del evento.

Cinco mil pesos y un rato agradable junto a las celebridades de la televisión, fue el pago que los estudiantes recibieron por ocupar los asientos desocupados del Teatro, reservados en un principio, para los invitados que una vez más, no asistieron a la premiación.