Assad llega fortalecido a conferencia de paz en Ginebra

Expertos advierten que la distancia adoptada por Obama y los europeos ha dado lugar a un "vacío de poder" evidente en Siria.




Desde marzo de 2011, la guerra civil en Siria ha cobrado la vida de 130.000 personas y ha dejado más de 2,3 millones de refugiados. A casi tres años del inicio del conflicto, la conferencia Ginebra II, que se iniciará este 22 de enero, en la ciudad suiza de Montreux, ofrece una oportunidad para que el gobierno del Presidente Bashar Assad y la oposición se reúnan en la mesa de negociaciones por primera vez.

El principal objetivo de la reunión, según se especificó en junio de 2012, consiste en "negociar un proceso de transición política, así como la formación de un gobierno provisional compuesto por miembros del antiguo régimen y de la oposición". Pero esta declaración complica las perspectivas de un entendimiento entre las partes. Damasco ha dicho en varias ocasiones que participará en la cita sin condiciones previas y ha rechazado los pedidos de la oposición sobre la salida de Assad. Profundamente dividido, este último sector ha puesto en duda su participación en el encuentro. Sólo ayer la Coalición Nacional Siria (al que respalda Occidente), decidió viajar a Suiza.

Polémica también es la eventual asistencia de Irán, que no ha sido invitado. Teherán debe tener un lugar en la mesa de negociaciones, considera Rusia, mientras EE.UU. afirma que ese país sólo es bienvenido si acepta la formación de un gobierno sirio de transición. Además, la presión occidental para una salida de Assad del poder se redujo, luego del compromiso de Damasco de colaborar en la eliminación de su arsenal de armas químicas. Hoy la preocupación de Occidente parece estar más centrada en lo que sucedería si cae el régimen de Assad.

A continuación, las posturas de los actores claves en las negociaciones.

BASHAR ASSAD

"La crisis se resolverá a través del diálogo nacional entre los sirios y bajo un liderazgo sin intervención extranjera, para permitir a los sirios determinar su futuro a través de los votos", ha planteado el Presidente Bashar Assad. En ese sentido, su ministro de Información, Omran al-Zoubi, señaló recientemente que hay un deseo popular de la reelección del gobernante en los comicios presidenciales programadas para julio próximo. Respaldadas por combatientes chiitas de Irak y la milicia libanesa de Hizbulá, las fuerzas del régimen han logrado ganancias sobre el terreno, que "podrían darle una mayor ventaja y dejarlo menos dispuesto a ofrecer compromisos", según sostiene The Wall Street Journal. Además, apunta el periódico, la lucha en el norte del país entre una alianza de grupos rebeldes contra grupos vinculados a Al Qaeda "potencia" al régimen, que ve cómo hoy la preocupación principal es el avance de las fuerzas radicales islámicas.

REBELDES

La oposición se encuentra hoy más dividida que nunca y en su peor momento. El grupo respaldado por Occidente, la Coalición Nacional Siria (CNS, con base en Estambul), ha perdido mucha credibilidad entre sus miembros y entre líderes de grupos rebeldes en Siria, que luchan por imponerse a los extremistas vinculados con Al Qaeda, representados por el Frente Al Nusra y el Estado Islámico de Irak y Siria (Isis). "La lucha entre las facciones de la oposición hace que esta sea más débil. Pese al esfuerzo continuo de Arabia Saudita por apoyar a la facción 'islámica moderada' (el Ejército del Islam) con dinero y armas, los hechos dicen que los más poderosos grupos de la oposición son Isis y Al Nusra", explica a La Tercera Towfic Shomar, director del Departamento de Humanidades de la Universidad de Filadelfia, en Jordania. "El problema de Ginebra II es que todas estas facciones de oposición, cuyos liderazgos están fuera de Siria, no tienen ningún apoyo real en el país", agrega. Sólo ayer la CNS decidió acudir a la cita en Suiza.

EEUU Y EUROPA

Siria sigue siendo un tema particularmente espinoso en Washington, en especial porque la crisis a mediados de 2013 desnudó algunas "debilidades del presidente", apunta la BBC. Obama amenazó con una intervención militar cuando fijó líneas rojas que se violaron, pero se dio cuenta de que no contaba con suficiente apoyo nacional e internacional y terminó salvado irónicamente por su principal rival en el conflicto, Rusia. Hoy la presión del Congreso para que la Casa Blanca "haga algo" en Siria se desvanece a medida que los legisladores se concentran en las elecciones de noviembre próximo en EE.UU.

Con todo, Washington sigue exigiendo que Assad deje el poder y mantiene su rechazo frontal a que Irán tenga un rol en las conversaciones. Obama "ha demostrado ser muy renuente a comprometerse a cualquier iniciativa destinada a dar forma a un nuevo orden regional", dijo a la revista Newsweek Michael Doran, investigador de la Brookings Institution. "Esta postura ha dado lugar a un vacío de poder -que es más evidente en Siria- en el que Irán y Al Qaeda están creciendo cada vez más fuerte, incluso a medida que compiten entre sí por influencia", advierte.

"EE.UU. puede tener influencia en la coalición siria, pero ésta en sí no tiene influencia sobre la mayoría de los combatientes. Por ello, muchos analistas afirman que EE.UU. se encuentra en una posición débil en Ginebra II", explica a La Tercera Omar Imady, experto del Centro para Estudios Sirios de la Universidad de Saint Andrews, en Escocia. De la misma forma, Europa Occidental ha bajado sus llamados a una renuncia de Assad y ahora parece más preocupada por lo que ocurriría en caso de que no esté Assad y por la intención de algunos de sus ciudadanos de viajar a pelear en la guerra civil siria.

RUSIA

"Considero que, efectivamente, hemos hecho un aporte sustancial", enfatizó en diciembre el Presidente ruso, Vladimir Putin, poniendo de relieve el importante papel que Moscú ha jugado en la búsqueda de una solución negociada al conflicto sirio. Un rol que se ha materializado en continuos vetos a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en contra del régimen de Bashar Assad. Y es que el Kremlin tiene, obviamente, intereses en Siria.

Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri), las exportaciones armamentísticas de Rusia a su aliado árabe crecieron del 1% al 4% durante el conflicto. Además, ambos países acaban de firmar un acuerdo por el cual Moscú se quedó con la concesión para hacer perforaciones y extraer gas y petróleo de un yacimiento submarino del Mediterráneo Oriental por el próximo cuarto de siglo. "Rusia tiene una influencia real sobre el gobierno sirio", afirma Omar Imady.

INTERESES DE OTROS PAISES

Como receptores de los hasta ahora 2,3 millones de refugiados sirios, Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto son los más interesados en una pronta solución al conflicto. Además, apunta Towfic Shomar, si los milicianos islámicos se apoderan de más zonas de Siria, "podrían comenzar a operar en Jordania de la misma forma que lo hacen en Líbano e Irak, lo que demolerá la estabilidad y la paz de la situación en ese país".

Asimismo, Turquía, que desde que comenzó el conflicto respalda a la oposición siria, aboga por la salida del Presidente Bashar Assad. "Ojalá (la conferencia) Ginebra II tenga un resultado claro y se dé un paso para que empiece un período de Siria sin Bashar", ha dicho el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

Los líderes de Arabia Saudita, por su parte, "han estado especialmente molestos" con la renuencia del Presidente Barack Obama de enviar tropas a Siria, según el diario estadounidense The New York Times. "Los sauditas dicen que este retroceso, combinado con el hecho de que Obama acudió al Congreso para aprobar cualquier ataque, básicamente ha envalentonado al gobierno sirio", agregó el medio.

Por último, China, cuyo ministro de Relaciones Exteriores ha declarado que el papel político de Beijing en Medio Oriente "sólo se verá reforzado, no disminuido", quiere una solución política para Siria. Pero a juicio de Yun Sun, experta de la Brookings Institution, el gigante asiático "formuló una estrategia mucho más sofisticada" respecto de Siria: "En lugar de ponerse de parte de Assad o de la oposición, se paró a un lado para 'esperar y ver'; Beijing apuesta activamente por ambos".

IRAN

El Presidente iraní, Hassan Rohani, ha advertido que Ginebra II "fracasará" si no incluye a su país en la lista de participantes. Pero Estados Unidos se opone a la presencia de Teherán en esta cita mientras no apruebe los términos de negociación establecidos en conversaciones anteriores, en particular el objetivo de crear un gobierno provisional de transición que pueda organizar elecciones y prive a Assad del poder.

El régimen sirio está dominado por los alauitas, una rama de los chiitas. La cadena CNN asegura que lo último que Irán -la nación islámica chiíta más grande del mundo- quiere ahora es una Siria dominada por los sunitas, en especial, porque entre los países que respaldan a los grupos rebeldes moderados están sus rivales en el Golfo Pérsico: Qatar y Arabia Saudita.

Según The Wall Street Journal, Irán es proveedor de armas al régimen sirio y ha ordenado a Hizbulá, el grupo militante libanés, que luche junto a las fuerzas de Bashar Assad en el conflicto.

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