Aumenta controversia en torno a posible identidad de atacante suicida de Bulgaria
Algunos medios búlgaros aseguran que se trataría de un sueco de origen argelino de 33 años que estuvo preso en Guantánamo. Desde EEUU e Israel niegan que sea Mehdi Muhammad Ghezali.
La policía búlgara, con la ayuda de expertos israelíes y estadounidenses, trataron hoy de avanzar en la investigación del atentado perpetrado ayer en Burgas contra turistas israelíes por un terrorista suicida del que un diario local asegura que se trata de un sueco de origen argelino.
Los canales de televisión búlgaros emitieron hoy imágenes del sospechoso pocos minutos antes del atentado, que costó la vida a cinco a cinco israelíes y el conductor búlgaro del bus, en el estacionamiento del aeropuerto de la ciudad situada en la costa del Mar Negro.
Según algunas versiones se trataría de un hombre de mediana edad, que llevaba un carné de conducir estadounidense falsificado, con el cabello largo e iba vestido de turista, con una gran mochila a sus espaldas. El diario digital "Inter-view.info" asegura hoy sin citar fuentes que el sospechoso es un sueco de origen argelino, Mehdi Muhammad Ghezali, de 33 años de edad.
El sitio web publica dos fotos del supuesto terrorista y una supuesta copia de su pasaporte sueco, cita Efe.
El hombre habría estado internado en la base estadounidense de Guantánamo, después de haber estudiado en Pakistán, donde fue detenido por fuerzas estadounidenses bajo la sospecha de ser miembro de la red terrorista de Al Qaeda. En julio de 2004 fue liberado a petición del gobierno sueco, asegura "Inter-view.info".
Sin embargo, el diario The Times of Israel, citando a medios estadounidenses, afirma que las autoridades de Bulgaria desecharon que se trate de Ghezali y que aún se trabaja en la identidad del atacante.
El ministro del Interior, Tsvetan Tsvetanov, anunció más temprano que la investigación ya dispone del perfil de DNA del suicida y esta información ya ha sido enviada al FBI, Europol e Interpol.
Según fuentes anónimas de la investigación, citadas por el canal bTV, indicaron hoy que se trabaja con la hipótesis de que el terrorista detonara la bomba, escondida en su mochila, mediante un celular, sin necesidad de bajarse o abrir el bolso. Tampoco el ministro del Interior quiso descartar "la posibilidad de que haya tenido apoyo logístico en territorio búlgaro", sin dar más detalles al respecto.
Además, la investigación supone que el sospechoso estuvo al menos cuatro días en el país balcánico pero en ningún caso más de siete, tiempo que se estima que para perpetrar un atentado de estas dimensiones se necesita la ayuda de unos cinco cómplices.
HIZBULA
El gobierno israelí acusó a Irán y al grupo extremista chiita libanés Hizbulá como autor del mismo, destacando además que el ataque de Burgas se produjo en el 18 aniversario del atentado contra la mutual judía Amia en Buenos Aires, y en el que murieron 85 personas.
La embajada de Irán en Sofía, por su parte, aseguró hoy que no tiene nada que ver con el atentado y aseveró que la República Islámica "siempre ha considerado el terror y terrorismo como un fenómeno inhumano".
"No importa a través de quién y qué organización ha sido realizado y no importa cual era su objetivo, la República Islámica de Irán lo condena y lo declara como inaceptable", agrega un comunicado de la legación diplomática iraní enviado a la prensa en Sofía.
"Irán es una víctima del terrorismo y el asesinato de científicos nucleares de nuestro país a través de testaferros de este régimen (Israel) comprueba este hecho", concluye la embajada.
Mientras tanto, el gobierno búlgaro se mostró hoy visiblemente preocupado por la imagen del país como destino turístico seguro.
Desde las primeras horas de hoy el ministro de Economía y Turismo, Delyan Dobrev, está visitando hoteles en la región y se entrevista con turistas y operadores turísticos. El ministro insistió hoy en que minutos después del atentado se impusieron medidas de seguridad adicionales en todos los hoteles del país donde están alojados turistas israelíes.
Pero la repercusión de la explosión ya alcanzó a los veraneantes potenciales, según declaró una responsable de la compañía Ortana, cuyos clientes fueron objetivo del ataque de ayer.
BAJA TURISTAS
Horas después del atentado un 20% de las reservas hechas para los próximos días han sido canceladas, la mitad de éstas, de turistas israelíes que debían llegar hoy a Bulgaria.
El año pasado el número de turistas israelíes que visitaron al país era más de 135.000 y este año se esperaba el número ascendiera hasta 150.000 personas.
La mayoría de los turistas israelíes, muchos de ellos de origen ruso, suelen llegar a este país balcánico excomunista para combinar sus vacaciones de verano con el juegos de azar y la diversión nocturna.
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