Australia confirma la ley antitabaco más restrictiva del mundo
Las advertencias sobre los riesgos del tabaquismo para la salud ocuparán el 75% de la parte frontal de los envoltorios y el 90% de la posterior en la nación oceánica.
La industria tabacalera perdió hoy el juicio en el Tribunal Superior de Canberra contra la ley antitabaco que obliga a que los paquetes de cigarrillos sean homogéneos y sin publicidad.
El tribunal dictaminó que la ley, que se aplicará a partir del 1 de diciembre, no contraviene la Constitución ni infringe los derechos de propiedad intelectual como denuncian las tabaqueras, informó el diario "Sydney Morning Herald".
"Al menos una mayoría de este tribunal opina que la ley no es contraria (a la Constitución de Australia)", afirmaron los jueces, que presentarán sus argumentaciones en una fecha posterior.
Encabezados por la británica British American Tobacco (con marcas internacionales como Lucky Strike), los demandantes incluyen a Japan Tobacco International, Imperial Tobacco (Cohiba o Golden Virginia) y Philip Morris (Marlboro, L&M o Chesterfield).
Las compañías no podrán recurrir la sentencia y tendrán que empezar a empaquetar los cigarrillos en paquetes verde oliva y con logotipos homogéneos.
Además, las advertencias sobre los riesgos del tabaquismo para la salud ocuparán el 75% de la parte frontal de los envoltorios y el 90% de la posterior.
El presidente del Consejo de Tabaco y Salud, Mike Daube, afirmó tras conocer el veredicto que es "una victoria masiva para la salud pública".
Daube, que dirigió el comité que asesoró al Gobierno sobre la ley, aseveró que "es además la peor derrota de la industria tabacalera mundial" y recordó que "las compañías tabaqueras se han opuesto al empaquetado homogéneo con más ferocidad que contra cualquier otra medida".
Los grupos antitabaco confían en que la decisión judicial tenga efecto internacional en las legislaciones de otros países.
El portavoz de British American Tobacco, Scott McIntyre se mostró "extremadamente defraudado" con la decisión del Tribunal Superior y agregó que "al final del día nadie gana con el empaquetado homogéneo excepto los criminales que venden cigarrillos en Australia".
El portavoz indicó que, no obstante, cumplirán con la normativa, aunque consideran que "el Gobierno no tiene el derecho de sustraer la propiedad intelectual de las compañías".
En los años 90, Australia prohibió la publicidad del tabaco en cualquier medio de comunicación y soporte, así como el patrocinio de todo tipo de evento.
Unos 15.000 australianos mueren cada año a causa de dolencias relacionadas con el tabaquismo, un hábito que según fuentes oficiales cuesta cada año a la arcas de Estado australiano 31.871 millones de dólares.
El juicio es seguido de cerca por otros países como Gran Bretaña, Canadá o Nueva Zelanda que estudian medidas similares a la adoptada por Australia.
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