Autoridades no descartan que obras proyectadas sean insuficientes para mitigar emergencias
Para marzo de 2019 está comprometido un tranque que entregaría 32 horas de autonomía a Aguas Andinas, pero tras los acontecimientos de los últimos días, la Superintendencia ha anunciado una exhaustiva revisión.
La historia se repite. Una vez más, miles de usuarios pasaron cerca de 48 horas sin suministro de agua potable. Debido a los eventos meteorológicos ocurridos durante el fin de semana Aguas Andinas debió paralizar su producción.
Con esto, pareciera que la serie de inversiones que se han exigido no son suficientes, pues a los santiaguinos ya se les ha hecho algo recurrente. Según datos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, hubo grandes cortes en 2008, dos en 2013, uno en 2016 y el vivido esta semana.
Las explicaciones que se han dado hasta el momento aluden al fuerte cambio climático que está enfrentando el planeta, que los efectos superan todas las proyecciones históricas, que son emergencias que no se pueden prever, pero eso no logra calmar a los afectados ni a las autoridades.
De esta manera y como la emergencia ya ha sido superada, el superintendente de Servicios Sanitarios, Ronaldo Bruna pretende, primero evaluar el desempeño de la empresa sanitaria y analizar cómo se operó, y segundo, ver si es necesario hacer nuevas inversiones para enfrentar futuras emergencias.
En ese último punto, la autoridad comentó a La Tercera que se deberá mirar con detalle lo que está proyectado para marzo de 2019, el tranque que entregaría 32 horas de autonomía a Aguas Andinas, pues podría ser insuficiente.
"No lo descartamos, y tenemos que ser rigurosos y analizar la emergencia con los antecedentes, por lo mismo, no tenemos claridad si esto es suficiente, las 32 horas para mitigar el impacto", sostuvo Bruna.
Si bien el superintendente es claro en sostener que las inversiones que ha realizado la sanitaria los últimos tres años han evitado alrededor de 30 cortes de mayor envergadura, reconoce que se tienen que hacer todas las averiguaciones para establecer si es o no suficiente lo que se está haciendo.
LOS PROYECTOS
En el momento de la primera manifestación meteorológica que produjo un gran corte en 2008, Aguas Andinas tenía entre dos y tres horas de respaldo de capacidad para independizarse de la capacidad del río.
Evidenciando la emergencia, la Superintendencia le exigió a la empresa un plan de inversiones que debían materializarse a la brevedad, el cual se concretó finalmente hasta el 2014. Ese año, se construyó una conexión entre el Embalse el Yeso y la Laguna Negra, para llevar el agua a la Planta Las Vizcachas, la cual es la principal planta productora de agua potable. Además, se hicieron grandes estanques que completaban 225 mil metros cúbicos y un sistema de batería de siete pozos.
Todos esos elementos permitieron aumentar la capacidad de autonomía de Santiago de 2-3 horas a 8-9, lo que según la experiencia de ese entonces sería suficiente. Desde Aguas Andinas indicaron que las obras comprometidas en esa primera etapa, significaron una inversión de US$ 70 millones, aumentando en un 25% las reservas de agua potable de la ciudad.
Después, vinieron dos grandes cortes en 2013. Ese año, antes de que estuvieran listas las obras, se vio que el fenómeno de cambio climático estaba siendo mayor. Por ello, hubo que establecer más protocolos y coordinaciones más eficientes con la Intendencia y con la Onemi.
En ese momento, se decidió exigirle a la empresa una solución que independizara la capacidad de producción de agua en 32 horas respecto del río, el famosos tranque que estará en Pirque y que contempla seis estanques que almacenarán 1,5 millones de metros cúbicos de agua, comprometiendo una inversión de US$ 90 millones.
Eso se comprometió a finales del 2013, principios del 2014, estableciéndose como plazo máximo, marzo de 2019.
Hoy ese proyecto está en segundo trámite, ya se hicieron las observaciones, por lo que la Superintendencia espera que antes de septiembre esto esté listo y se empiece con la etapa de construcción, "para que así esté lo más luego posible en operación".
"Nosotros tenemos que buscar los mejores sistemas de respaldo para Santiago, y no se tenga duda que se harán las inversiones que se tengan que hacer. Tener más resiliencia en el sistema es uno de los focos principales de la Superintendencia, entendemos que Santiago no puede seguir sufriendo este tipo de emergencias en el largo plazo", sostuvo la autoridad, descartando que se vaya hacer una sobre inversión que sobrecargue las cuentas de los usuarios.
OTRAS MEDIDAS
Aguas Andinas tiene un plan de inversiones 2015-2020 por US$ 830 millones, de los cuales la mitad se destinará a producción y distribución de agua potable. Si bien el suministro seguirá proviniendo mayoritariamente del río, están habilitando y reforzando los pozos de los que disponemos y habilitando nuevos donde sea posible.
Por ejemplo, desde la sanitaria comentaron que se están invirtiendo $2.500 millones para aumentar en 100 l/s la producción de agua potable de fuentes subterráneas en Quilicura y se habilitarán nueve pozos en El Monte, Quilicura, Pudahuel, San José de Maipo y Colina que aportarán 510 l/s de agua subterránea, con una inversión de $ 2.300 millones.
COBRO A LOS USUARIOS
Cuando la Superintendencia hace una exigencia, la empresa deberá cumplir y los costos de las mencionadas obras de mitigación son finalmente asumidos por los clientes. Redondeando los números, en la primera etapa, cada usuario está pagando un 1% de la tarifa de ese momento y respecto de la segunda, habrá un aumento también del orden del 1%.
La legislación establece que si el Estado hiciera una inversión propia en este tema, para así no cobrar a los clientes, la empresa no podría remunerar con esa inversión, pues es aportada por un tercero.
En ese sentido, Bruna reconoce que sería bastante complejo que el Estado hiciera una inversión de este tipo,"porque hay muchos requerimientos que existen en el país, en muchos de los otros sectores y eso se define a nivel central del gobierno".
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