Bachelet lanza mayor ofensiva para revertir desánimo oficialista
Su arremetida coincide con el diseño del comando oficialista para los últimos días de campaña, que apunta a inyectar optimismo en sus filas y combatir un electorado escéptico o desencantado.
Por cuarta vez en lo que va de la semana, la Presidenta Michelle Bachelet opinó sobre el rumbo de la campaña presidencial.
En medio de su discurso sobre seguridad ciudadana, ante más de mil personas en el Palacio de la Moneda y luego de escuchar a un dirigente poblacional que le gritó "en cuatro años más cuente con todos nosotros", la Mandataria aseguró: "Me preocupa cuando algunos sectores describen a nuestro país como si estuviera devastado, casi en guerra, devastado por la delincuencia, como si la delincuencia hubiera estado de fiesta en estos años", dijo Bachelet. Su alusión era evidente hacia uno de los lemas de Sebastián Piñera: "Delincuentes, se les acabó la fiesta".
Previamente, en una entrevista a radio Cooperativa, la Presidenta hizo el gesto más claro de apoyo a Eduardo Frei que ha dado después de la primera vuelta. Junto con reiterar críticas a Piñera por la relación entre negocios y política, la Mandataria recalcó que votó y "y nuevamente voy a votar por Eduardo Frei".
También realizó un inédito llamado a que "no se vote blanco y nulo", uno de los objetivos centrales de La Moneda y el oficialismo en la última semana de campaña.
Aunque algunas voces en Palacio sostienen que son propias del diseño para la recta final de la elección, las sucesivas opiniones de Bachelet sobre el destino de la carrera electoral calzan con la estrategia desplegada en los últimos días por el comando freísta, para intentar inyectar optimismo a las filas oficialistas, reflotar la esperanza de triunfo y contener una posible fuga de electores que terminara, en el peor de sus escenarios, favoreciendo a Piñera.
"Lo peor que nos podría haber pasado en la semana de la segunda vuelta era que la gente sintiera que esto es carrera corrida", comenta un asesor de Palacio, que asegura que el objetivo central de la campaña comunicacional de estos días consiste en instalar la idea "de que la competencia está muy estrecha".
Por ello, además de las críticas a Piñera, el mensaje de Bachelet incorporaba el llamado a no anular. Según los análisis del equipo de Frei, hoy el principal enemigo es el elector escéptico y desencantado con la Concertación.
Ese ha sido, también, uno de los ejes de la franja televisiva del candidato del oficialismo, que ayer cerró sus emisiones repitiendo, entre otros, el spot de "no da lo mismo", frase habitualmente acuñada por la Mandataria en respaldo a Frei. El espacio ha sido bien evaluado por el comando y La Moneda, donde se asegura que, a diferencia de la primera vuelta, la franja "devolvió algo de la mística perdida".
El diseño de los últimos días, destinado a evitar la fuga de votos, ha sido promovido, entre otros, por el jefe de comunicaciones de Frei y ex asesor de Bachelet, Juan Carvajal, quien anteayer fue visto en el segundo piso de La Moneda, desde donde se sigue en detalle el destino de la campaña.
En tanto, mientras ayer el senador DC agradeció, sin que nadie le preguntara, el respaldo de la Mandataria, el comando de Piñera lo repudió. "Empujones de último minuto sólo tienden a dañar al país", dijo el coordinador de la candidatura opositora, Rodrigo Hinzpeter.
En respuesta, La Moneda defendió el derecho de Bachelet a opinar. "La Presidenta llama y los ciudadanos chilenos son libres de hacer lo que estimen más adecuado", dijo la vocera Pilar Armanet.
Piñerismo minimiza apoyo de la Mandataria
La intervención de la Mandataria en favor de Eduardo Frei a tres días del balotaje era un hecho esperado por el piñerismo. En el comando del candidato opositor, la Jefa de Estado tuvo participación en la campaña desde sus inicios y, pese a ello, "Frei sólo obtuvo un 29%" en la primera vuelta.
El encargado de dar a conocer la postura del comando tras la entrevista radial de Bachelet fue el generalísimo Rodrigo Hinzpeter, quien dijo que "son intervenciones de última hora que probablemente sólo dañan al país".
Hinzpeter agregó que la aparición de la Gobernante "es un acto inapropiado, probablemente de intervención electoral".
El senador RN Andrés Allamand agregó que "las declaraciones de la Presidenta reafirman que el manejo del gobierno y del comando los lleva el señor Juan Carvajal (...), pero está demostrado que el endoso al candidato no tiene ningún efecto".
Altas fuentes del piñerismo dicen que la imagen de Bachelet respaldando a Frei es visto como un intento de la Mandataria de desligarse de la responsabilidad en caso de que el abanderado oficialista pierda las elecciones.
Tras el gesto que el miércoles hizo Marco Enríquez-Ominami, que era esperado desde principios de semana, en la sede de Apoquindo afirman que el espaldarazo de la Mandataria era un hecho que estaba previsto. Incluso, dicen en el comando, se pensaba que en alguna aparición, la Presidenta podría haber hecho ver su intención de participar en un eventual gabinete de Frei.
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