Bachelet lidera cónclave para redefinir rumbo oficialista ante complejo escenario económico

Encuentro entre gobierno y N. Mayoría se realizará el próximo sábado. Titular de Hacienda sincerará cifras de desaceleración.




Luego de ciertas complejidades en el seno del gobierno -tardíos ajustes ministeriales, renuncias imprevistas y un ritmo económico que languidece-, el próximo sábado el Ejecutivo espera marcar un punto de inflexión frente a sus bases de apoyo: los partidos de la Nueva Mayoría. Ese día, el oficialismo tendrá el encuentro de mayor convocatoria de este año, que será liderado por la propia Presidenta Michelle Bachelet.

La cita será de amplio alcance: además de la Mandataria, asistirá la totalidad del gabinete (ministros y subsecretarios); los diputados y senadores del bloque de gobierno; además de los integrantes de las directivas de las siete colectividades de este sector. La jornada se extenderá durante gran parte del sábado y se desarrollará en algún recinto con capacidad para la ocasión, probablemente el Estadio San Jorge, en Las Condes. El objetivo principal es afinar los ripios de la relación gobierno-partidos, junto con hacerse cargo de un fenómeno de difícil contención: la desaceleración económica.

Sincerar y consolidar

Fuentes de gobierno subrayan un mensaje que el Ejecutivo busca dar a la dirigencia oficialista: la ralentización de la actividad económica es un ineludible dato de coyuntura. Por lo mismo, tendrá impacto en la futura agenda del Ejecutivo. En La Moneda apuntan a una exposición crucial. Será el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien sincere la situación de la actividad ecómica. Su proyección será de una cruda honestidad para la elite oficialista, pero a diferencia de gobiernos anteriores, este escenario no es de exclusiva preocupación de Hacienda, sino que de todo el comité político.

En este sentido, el llamado a acotar las demandas sociales será clave, sin descartar las jerarquizaciones del propio programa de gobierno. Una impronta de mesura que servirá para atender otra de las preocupaciones del jefe de las finanzas públicas: defender la línea de la “responsabilidad fiscal” y enviar señales al empresariado, sector que el propio ministro reconoce que ha frenado su inversión por diversos factores, como, por ejemplo, la incertidumbre de una reforma laboral en ciernes. Esta inquietud la ha transmitido en encuentros con dirigentes partidarios, buscando concientizar a las filas de la Nueva Mayoría sobre la situación económica y la necesidad de redefinir la agenda, para articular apoyos y neutralizar posteriores críticas desde los sectores más progresistas.

Lo anterior, teniendo presente otra área de la gestión del gobierno: el manejo de lo que algunos llaman “malestar social”. Por lo mismo, personeros de gobierno aseguran que ha sido la propia Mandataria la que ha solicitado no alterar los ejes  esenciales de su plan de gobierno. Así, añaden las fuentes, la promesa de una nueva Constitución seguiría en pie en los planes de La Moneda.

Otro tópico en el cónclave será el consolidar la coordinación con las colectividades. Fuentes de Palacio reconocen que el equipo político del gabinete anterior, liderado por Rodrigo Peñailillo, tenía un déficit en esta materia: un nexo con las colectividades que se manejó -a juicio de la Nueva Mayoría y de integrantes del actual equipo político del gobierno- con prescindencia de estos.

Así, en el oficialismo destacan  un cambio en el sello del comité político. Si bien el titular del Interior, Jorge Burgos, es el jefe del gabinete, el poder también ha sido descentralizado hacia Nicolás Eyzaguirre y Marcelo Díaz. Es decir, un “trabajo de equipo”, modelo que dista del protagonismo casi exclusivo de Peñailillo, el que, según lo califican algunas fuentes del sector, funcionaba como un “premier” de Palacio.

Expectativas partidarias

Desde la Nueva Mayoría también tienen sus propias demandas y diagnósticos. El más duro es el presidente del PR, Ernesto Velasco. “Lo primero que tenemos que asumir es que, según las encuestas, estamos con un 30% de respaldo ciudadano. De Nueva Mayoría, pasamos a una minoría social”, dice. Su par del PC, Guillermo Teillier, agrega que “tendremos una mirada más exacta de la situación económica, que me parece que afecta a las demandas sociales”. Sin embargo, el timonel advierte: “Pediremos que se cumpla el programa y que no surjan cambios a la reforma laboral, como hemos escuchado por ahí. La reforma no afecta a la economía”.

El líder DC, Jorge Pizarro, espera que se fijen las “prioridades” de la agenda de gobierno y un mejoramiento de la “gestión de las áreas social y comunicacional”. En tanto, el secretario general del PS, Pablo Velozo, aspira a que desde este cónclave “procesemos las reglas del juego para lo que queda de gobierno”, con miras a la “proyección de la Nueva Mayoría”.

¿Se detallará el proceso constituyente? El jefe del MAS, Alejandro Navarro, mantiene la cautela. “Es un debate en el que no tenemos consenso. Un proceso constituyente lo veo difícil en medio de esta crisis. Hay que priorizar los temas cotidianos de mayor acuerdo interno”, advierte el senador.

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