Banco Central advierte a rusos de cambio de estilo de vida por la crisis
En dos días la moneda rusa se desplomó un 25%, mientras que el Banco Central aumentó la tasa de interés a 17%.
"Los precios de todo han subido. No sólo los productos, sino también cosas caras como autos o muebles. Celebraremos el Año Nuevo en la casa, porque ya no vamos a ir Europa, ya que los precios para las vacaciones también han subido", dice la profesora Yana Kindeyeva -citada por la cadena BBC- mientras cuenta cuidadosamente cada kopeck (fracción del rublo, la moneda rusa) para pagar en un supermercado en Ryazan, un pueblo al sureste de Moscú.
La situación económica de Yana es un reflejo de lo que viven los rusos en la actualidad debido a la caída de su moneda, la baja en el precio del petróleo (que genera la mitad de los ingresos del país) y las sanciones occidentales, producto de su rol en la crisis en el este de Ucrania. Esto porque gran parte de los alimentos y los productos que consumen son importados. A ello se suma que durante años han disfrutado de los beneficios de los altos precios del crudo, por lo que se acostumbraron a los productos extranjeros y a otro estándar de vida.
Tras una caída del rublo el lunes de 9,5%, algo sin precedentes desde la crisis financiera de 1998, el desplome de la moneda rusa se acentuó brutalmente ayer con una pérdida que en los dos días llega a cerca del 25%, para llegar a un nivel inédito de 100 rublos por euro y 80 rublos por dólar. Al mismo tiempo, el índice RTS de la Bolsa de Moscú se desplomaba 17% y operaba en un mínimo desde marzo de 2009. En un intento por contener este descalabro del rublo, el Banco Central ruso anunció un aumento drástico de su tasa de interés, que pasó del 10,5% al 17%, más del triple respecto a principios de año.
"Tenemos que aprender a vivir en una zona diferente, a orientarnos más hacia nuestras propias fuentes y darle una oportunidad a la sustitución de las importaciones", advirtió la presidenta del Banco Central, Elvira Nabiullina.
"A falta de respuesta política y en un contexto de retroceso del precio del petróleo, todos los esfuerzos del Banco Central para frenar la caída libre (del rublo) parecen infructuosos" dijo a la agencia France Presse, Inna Mufteeva, economista de Natixis.
Ante esto, el primer ministro Dmitri Medvedev anunció una reunión de ministros del sector económico. El hundimiento de la divisa rusa -ha caído desde principios de año un 60% ante el dólar- ha provocado preocupación entre la población, a dos días de la muy esperada conferencia de prensa anual, este jueves, del Presidente ruso, Vladimir Putin.
En todo caso, según el diario británico The Guardian, ayer no había evidencias de pánico en Moscú, pero en ciertos negocios la gente se apresuraba en comprar los últimos stocks de productos importados que están a precios viejos, la caída del rublo ha provocado que muchos comerciantes suban los precios. "No confío en los remedios rusos. Siempre he comprado los europeos", le dijo Nadezhda Kovalyova, una jubilada que estaba comprando tabletas para la presión en una farmacia en Moscú.
Según analistas consultados por Reuters, la situación actual de Rusia significa que en 2015 habrá una recesión más profunda, debido a que la alta tasa de interés complicará el crecimiento. Para las empresas implicará mayor incertidumbre y menor acceso al financiamiento. Para el Banco Central, una crisis de credibilidad. Mientras que para Putin aumenta el riesgo de perder dos de los principales pilares en que se basa su apoyo -estabilidad financiera y prosperidad- y presenta un indeseado problema político en momentos que las relaciones con Occidente están también en crisis por Ucrania.
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