Bancos vinculados a Alto Maipo expresan preocupación por prácticas irregulares de constructoras
De acuerdo a documentos elaborados por Environmental Resources Mangement, el proyecto hidroeléctrico es en "gran medida compatible" con las demandas medioambientales y sociales de los bancos, sin embargo, igualmente existe preocupación por los elementos de cumplimiento de la iniciativa.
Los bancos que respaldan el polémico proyecto hidroeléctrico de 2.500 millones de dólares Alto Maipo en Chile han expresado su preocupación por las prácticas de gestión ambiental de las compañías que lo construyen, según documentos internos.
Los documentos elaborados por Environmental Resources Management, una firma con sede en Washington, a petición de los bancos ponen en tela de juicio la administración ambiental de los contratistas europeos Strabag, Hochtief y CMC di Ravenna en la iniciativa de AES Gener durante 2016 y parte de 2015.
De acuerdo con las auditorías, realizadas durante el 2016, el proyecto es "en gran medida compatible" con las demandas medioambientales y sociales de los prestamistas. Sin embargo, muestran también que los bancos expresaron preocupación respecto de elementos de cumplimiento del proyecto.
Durante una inspección al sitio "así como posteriormente, los prestamistas enfatizaron en sus preocupaciones respecto de continuos retrasos en cumplimiento y logro que persisten con algunos temas relevantes considerados 'en progreso'", dijo un informe de octubre de 2016, refiriéndose a una visita de bancos a Alto Maipo.
CMC y Hochtief formaban un consorcio conocido como CNM y fueron separados del proyecto en junio por, según dijo AES Gener a Reuters, "diversas infracciones al contrato de construcción".
CMC no respondió a solicitudes de comentarios. Hochtief y Strabag no quisieron hacer comentarios.
MATERIAL PELIGROSO, DESPERDICIOS DE RESIDUOS Y DUDAS
Durante una revisión en el cuarto trimestre de 2015, "se identificó que hay una desconexión entre el firme compromiso de la Compañía con (los principios ambientales, sociales, de salud y seguridad) y el de los contratistas", según un documento publicado en junio.
Los informes vistos por Reuters están entre los más recientes.
Aunque los reportes de los auditores no especifican qué temas en particular atrajeron la atención de los bancos, los documentos detallan múltiples ejemplos de cumplimiento irregular con los permisos ambientales o de las demandas de los prestamistas.
Por ejemplo, un informe publicado internamente en febrero de este año señala que las auditorías de 2016 llevadas a cabo por las partes involucradas en el proyecto encontraron siete incumplimientos en las obras de los contratistas respecto de los permisos ambientales.
Entre los incumplimientos, según los informes, se encuentra la "contención inadecuada" de materiales peligrosos cerca de un río que confluye hacia Santiago, con un acopio que superaba la capacidad de la instalación.
Un informe publicado en junio de 2016 dice que las plantas de tratamiento de aguas residuales, que limpian el agua extraída en el proceso de construcción de túneles, se desbordaban en ciertos lugares.
En uno de los informes, fechado en octubre, el auditor dijo que los bancos sugirieron mejorar el sistema de monitoreo de partículas dañinas en los túneles ocupados por los trabajadores. "Cualquier resultado de un chequeo médico", dijo el auditor, "sería demasiado tardío para mitigar los impactos".
AES Gener dijo que todas estas cuestiones específicas habían sido aclaradas o tratadas. Los bancos, en su declaración, dijeron que tales temas "no son inusuales para un proyecto de esta naturaleza y magnitud", y que "Alto Maipo ha hecho y continúa progresando en sus esfuerzos para abordar estos temas".
PROYECTO ENFRENTA OBSTÁCULOS
Para los numerosos opositores del proyecto, entre los que se cuentan comunidades locales, activistas y políticos, las nuevas revelaciones prueban que Alto Maipo es un riesgo demasiado grande para los valles ecológicamente sensibles donde se está construyendo.
"Tu puedes ver la destrucción que han traído aquí", dijo Rubén Arenas, un residente de la alguna vez rustica localidad de montaña Alfalfal, que ahora está completamente cercada por la construcción.
El proyecto incluye dos plantas de energía y un amplio numero de túneles debajo de la Cordillera de los Andes.
Los desarrolladores han destacado que el proyecto de 531 megavatios, que abastecerá en gran parte a la mina de cobre Los Pelambres de Antofagasta, es vital para las necesidades energéticas de Chile, mientras que los activistas y muchos ciudadanos locales dicen que podría dañar los bosques y ríos de la región.
En un comunicado, AES Gener enfatizó en que cuenta con varios mecanismos para asegurar el cumplimiento de las leyes locales y los estándares de los financistas del proyecto, y que los bancos han continuado apoyando a Alto Maipo en parte basados en la información contenida en las auditorias revisadas por Reuters.
En una declaración conjunta, la agencia gubernamental estadounidense OPIC, la Corporación Financiera Internacional, el DNB de Noruega, el Banco de Crédito e Inversiones de Chile y otros bancos tras el proyecto dijeron que las "desviaciones" fueron identificadas antes de transformarse en problemas significativos y que la gestión ambiental había seguido "una tendencia positiva".
Uno de los bancos, Itaú Corpbanca, no respondió a las solicitudes de comentarios. El estatal BancoEstado no quiso comentar.
El proyecto también pone de relieve los problemas que empresas internacionales enfrentan al construir complejos megaproyectos de energía en América Latina, especialmente cuando fuentes menos invasivas -como la eólica y la solar- son cada vez más baratas.
En los últimos años, el proyecto ha enfrentado una serie de desafíos económicos y ambientales. Los precios de la energía chilena se han desplomado desde que Alto Maipo obtuvo financiamiento en 2013, debido en parte a un auge de las fuentes renovables no convencionales.
Alto Maipo ya está bajo la mira después de que AES Gener, filial de AES Corp, anunció el mes pasado que el proyecto cayó en un "default técnico" bajo los contratos de financiamiento y que posiblemente habría nuevos sobrecostos.
En agosto de 2016, AES Gener dijo que el costo de Alto Maipo podría aumentar hasta un 20 por ciento respecto de su presupuesto original, debido a dificultades en la construcción de sus obras.
Y en enero, Antofagasta, que tenía una participación de un 40 por ciento en Alto Maipo, salió del proyecto.
En junio, AES Gener despidió al contratista CNM por lo que dijo a Reuters fueron "varias infracciones al contrato de construcción", lo que desencadenó un proceso de arbitraje.
La fricción sobre el proyecto se produce además mientras la OPIC, agencia gubernamental estadounidense que respalda el proyecto con más de 250 millones de dólares en préstamos, es objeto de una auditoría por casi 1.000 millones de dólares de inversiones financieramente inestables en Chile.
OPIC dijo en un comunicado que sus créditos en Chile están estructurados de manera flexible para asegurar su solvencia en el largo plazo. La agencia agregó que la gran mayoría de los préstamos en su cartera global han sido devueltos en su totalidad.
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